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Tribuna
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Netanyahu en Latinoamérica

Por primera vez desde la fundación de Israel un primer ministro en ejercicio visitará la región

Las relaciones entre América Latina e Israel están por recibir un gran impulso. Por primera vez desde la fundación del Estado judío, en mayo de 1948, un primer ministro en ejercicio visitará la región. El lunes, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu inicia su largamente programada gira por Argentina, Colombia y México.

El objetivo de la visita no es ningún secreto: potenciar la ya estrecha y multifacética relación con una región de creciente relevancia global y con comunidades judías influyentes las cuales son profundamente sionistas. Se espera que en sus reuniones con los presidentes Mauricio Macri, Horacio Cartes de Paraguay —quien viajará a Buenos Aires—, Juan Manuel Santos y Enrique Peña Nieto, Netanyahu finalice acuerdos de cooperación en áreas tales como inversión, comercio, seguridad, desarrollo agrícola, tecnología, medicina y manejo del agua.

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El momento elegido para esta visita, previo a su participación en la apertura de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, tiene un significado especial: en noviembre se celebra el 70° aniversario de la aprobación en la Asamblea General de la resolución 181 que llevó a la partición del Mandato Británico, que dio el marco legal para la creación del Estado de Israel. Trece países latinoamericanos votaron a favor de dicha resolución y dieron un impulso decisivo a la iniciativa.

Además, se cumplieron 25 años del atentado terrorista que destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires, de cuya autoría se acusa a Irán y Hezbolá. Este ataque, junto al atentado a la mutual judía AMIA en 1994, puso a la Argentina —y Latinoamérica— en el mapa del terrorismo islámico, contra el cual Israel viene luchando desde hace décadas.

Pero más que nada, Netanyahu pretende consolidar años de significativa mejora de las relaciones diplomáticas entre Israel y numerosos países de la región. La elección de Macri en el 2015 tuvo sin duda un impacto positivo en el vínculo de Israel con Argentina, y el efecto de este cambio se propagó a otros países, tales como Brasil, que sigue ejerciendo gran influencia en la región. No es casualidad que Argentina, que a la vez alberga a la mayor comunidad judía de América Latina, sea la primera estación de este viaje histórico.

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Por su parte, Colombia e Israel han sido aliados estratégicos desde hace varios años. Israel fue un recurso invaluable para Colombia en la lucha contra las FARC y el narcotráfico y, a su vez, Colombia mantuvo una posición amistosa respecto a Israel en los foros internacionales. Más aún, asesores israelíes han jugado un rol importante durante el proceso de paz en Colombia. Recientemente, Colombia aprobó un acuerdo bilateral de libre comercio que promete aumentar los intercambios de forma significativa.

En el caso de México, los negocios también cuentan. Israel es el mayor socio comercial de México en el Medio Oriente, y el segundo inversor extranjero, luego de Estados Unidos. Según cifras del 2016, el comercio bilateral asciende a 700 millones de dólares.

A su vez, esta gira forma parte de una estrategia mayor de Netanyahu de fortalecer los vínculos con regiones del mundo que históricamente no han recibido la misma atención por parte de la diplomacia israelí. Con este anhelo en mente, Netanyahu ha forjado lazos más sólidos con países en África, Oceanía y el Sudeste Asiático, entre los cuales destaca India. Latinoamérica es el destino siguiente.

Pero los desafíos todavía persisten. Mientras que la cooperación y el comercio entre Israel y América Latina se amplifican, los países latinoamericanos se han sumado reiteradamente a los bloques hostiles a Israel en las Naciones Unidas. Sin embargo, hay tibias señales de cambio: Argentina y México han modificado sus tradicionales votos de ser contrarios a las posturas israelíes a “abstenciones”. Más aún, este año Nicaragua restableció sus relaciones diplomáticas con Israel.

El deseo de los países latinoamericanos de cooperar con Israel es claro. Así lo afirmó el mismo secretario general de la OEA, Luis Almagro, durante su visita a Jerusalén días atrás. “Israel es uno de nuestros socios principales en lo que se refiere al fortalecimiento de la democracia”, dijo el funcionario al periódico Haaretz. “Buscamos consolidar vínculos estratégicos en muchos de los programas de nuestra organización, incluyendo capacitación en negocios, innovación tecnológica, educación, y seguridad, haciendo énfasis en la lucha contra el ciberterrorismo”. Los presidentes de Paraguay, Guatemala y Honduras expresaron sentimientos similares durante su paso por Israel, el año pasado.

Quienes venimos trabajando sistemáticamente desde hace decadas por la profundización de los lazos diplomáticos entre Israel y América Latina, y de vínculos constructivos entre el hemisferio occidental y el Estado Judío basados en intereses y valores compartidos, consideramos esta gira como un hito que indudablemente marca nuevos horizontes.

Dina Siegel Vann es directora del Instituto Belfer para Asuntos Latinos y Latinoamericanos del AJC (BILLA). 

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