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Los palestinos reciben a Trump con una huelga general y una “jornada de la ira”

El líder de la Autoridad Palestina recibirá este martes al presidente estadounidense y le reiterará su voluntad de reanudar el diálogo con Israel

Dos soldados israelíes durante los disturbios cerca de Hebrón, este lunes.
Dos soldados israelíes durante los disturbios cerca de Hebrón, este lunes.HAZEM BADER (AFP)

El presidente de EE UU, Donald Trump, ha sido recibido este lunes en los territorios palestinos y en Jerusalén Este con una huelga general en solidaridad con los presos palestinos en huelga de hambre en Israel, y con una “jornada de la ira”, convocada para el martes por diversas organizaciones palestinas, para protestar contra la visita del presidente norteamericano, a quien acusan de “pronunciarse a favor de Israel”. En las protestas dos manifestantes palestinos resultaron alcanzados por disparos de soldados israelíes y un tercer palestino, que según Israel intentó apuñalar a un uniformado, fue abatido.

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Coincidiendo con la llegada a Israel del mandatario republicano, los comercios de Nablus, Ramala, Hebrón y de las principales ciudades de Cisjordania permanecieron cerrados en señal de apoyo al millar de prisioneros que —encabezados por el dirigente de la Segunda Intifada, Maruan Barguti— permanecen en huelga de hambre desde hace 36 días. Con su protesta pretenden denunciar las condiciones de su detención en las cárceles israelíes. El paro también se repitió en Jerusalén Este y en los barrios cristiano y musulmán de la Ciudad Vieja.

“Algunos cierran por solidaridad con los presos, pero también porque con tanta seguridad va a ser un día complicado para hacer negocios”, reconocía un comerciante de la Ciudad Vieja de Jerusalén que abrió a primera hora de la mañana pero echó el cierre a mediodía, antes de que la policía israelí desalojara las calles durante la visita de Trump al Santo Sepulcro y al Muro de las Lamentaciones.

Ante la reunión prevista en la ciudad de Belén para este martes entre el presidente norteamericano y el líder de la Autoridad Palestina, algunos medios árabes locales (como el periódico Al Quds) se hacían eco de la intención de Mahmud Abbas de ofrecer a Trump la reanudación de las negociaciones con los israelíes en el mismo lugar en las que quedaron en el 2008, cuando Ehud Olmert era el primer ministro de Israel.

Según las informaciones publicadas, Abbas estaría dispuesto a intercambiar un 6,5% de las tierras ocupadas por Israel en 1967 para que grandes bloques de asentamientos judíos en Cisjordania, como Ariel, Maale Adumin o Gush Etzion, permaneciesen bajo soberanía del Estado hebreo. A cambio, los israelíes deberían ceder un porcentaje de terreno similar y garantizar la construcción de las vías de comunicación entre Gaza y Cisjordania para hacer posible el enlace territorial interno del Estado palestino.

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Se trata de una oferta muy superior al 1,9% de intercambio de tierras que la Autoridad Palestina aceptó en la época de Olmert, antes de que fracasara el proceso iniciado tras la Conferencia de Annapolis de 2007. “Lo que Abbas ha ofrecido a Trump es su voluntad de sentarse a negociar y retomar las negociaciones donde se dejaron, tras el fracaso de Annapolis”, precisaron fuentes cercanas al equipo negociador palestino consultadas por EL PAÍS.

Está previsto que Trump se desplace a Belén en uno de los helicópteros norteamericanos movilizados para su primera gira internacional. Por el momento, en su agenda solo figura el encuentro entre ambos líderes en la oficina del presidente palestino y una breve comparecencia antes los medios de comunicación. Fuentes oficiales no descartan, sin embargo, que el presidente o la primera dama de EE UU, Melania Trump, decidan visitar también la basílica de la Natividad. De hecho, varios vehículos de la flota presidencial norteamericana se encuentran ya en la ciudad palestina, por si Trump los necesitase para sus desplazamientos. “Las fuerzas de seguridad palestinas están preparadas por si se produce cualquier cambio de última hora”, asegura Yazam Barahme, portavoz palestino a cargo de la organización del encuentro.

A pesar de que los dirigentes palestinos aprecian la disposición de Trump a escuchar las demandas de Abbas, en los territorios casi nadie cree que el presidente norteamericano vaya a traer la paz en Tierra Santa. Ni en Cisjordania, ni en Gaza, donde el discurso de Trump en Arabia Saudí, en el que metió al ISIS, Al Qaeda, Hezbolá y Hamás (partido islamista hegemónico en Gaza) en el mismo saco de grupos terroristas, encendió la ira del movimiento islámico que gobierna la Franja.

Mahmud Abbas, que estaba presente en Riad durante el discurso de Trump, ha sido el blanco de las críticas del movimiento de resistencia islámico liderado por Ismail Haniya, quien le recrimina que no abandonase la sala tras escuchar cómo el presidente norteamericano tachaba a Hamás de grupo terrorista. “Lo dicho por Trump no evitará que sigamos adelante con nuestro objetivo de liberar Palestina, ni minará la fortaleza y la resistencia de nuestro pueblo”, advirtió la dirección de Hamás a través de un comunicado en el que secundaba la huelga general de este lunes.

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