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Localizadas 72 fosas comunes en zonas abandonadas por el ISIS en Irak y Siria

Una investigación periodística apunta a que los yihadistas sepultaron a más de15.000 de sus víctimas

Juan Carlos Sanz

Las distintas fuerzas que luchan contra el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) han venido localizando desde hace más de un año fosas comunes de víctimas de los yihadistas conforme avanzaban sobre territorios que formaban parte del califato. Una investigación elaborada por reporteros de la agencia Associated Press (AP) acaba de documentar la existencia de 72 zonas de enterramientos en ambos países, donde apuntan a que en ellas yacen entre 5.200 y más de 15.000 cadáveres, en gran parte de miembros de las minorías chií y yazidí asesinados en masa por milicianos del ISIS.

Cráneo de un yazidí víctima del ISIS en Irak.
Cráneo de un yazidí víctima del ISIS en Irak.AP

La investigación periodística está basada en visitas sobre el terreno, documentos y planos sobre los lugares de enterramiento, así como los resultados de excavaciones emprendidas en Irak, el testimonio de supervivientes y las propias imágenes de ejecuciones difundidas por el Estado Islámico con el objetivo de aterrorizar a sus rivales. En Siria han sido localizadas 17 de las fosas comunes en zonas abandonadas por el ISIS después de sus conquistas territoriales de junio de 2014, entre ellas la de cientos de miembros un clan tribal que fue prácticamente exterminado. Los yihadistas grabaron decapitaciones, degollamientos otras matanzas, y airearon las imágenes en las redes sociales. “Ni siquiera han intentado esconder las pruebas acusatorias de sus crímenes”, explicó a AP Sirwan Jalal, responsable de la búsqueda de las fosas comunes en el Gobierno regional kurdo que controla el norte de Irak.

El trabajo de siete reporteros y colaboradores de la agencia en seis localizaciones distintas ha estado complementado por las observaciones de imágenes por satélite de la compañía AllSources Analysis. La existencia de varias de las fosas comunes identificadas por Associated Press ya era conocida, como es el caso de un campamento militar en Tikrit donde cientos de cadetes chiles del Ejercito iraquí fueron masacrados en 2014. El pasado día 21 fueron condenados a muerte por un tribunal iraquí 36 de los yihadistas implicados en la matanza.

Las anunciadas ofensivas antiyihadistas contra la Raqqa, la capital siria del califato, y Mosul, su cuartel general en Irak, hacen temer que la cifra de hallazgos de cadáveres de víctimas se incremente de forma exponencial. En su estrategia de sembrar el terror, los milicianos suníes del ISIS se ha cebado con la comunidad chií, minoritaria en las áreas donde implantó el califato, tras acusarla de herejía, y con los yazidíes, un grupo religioso diferenciado con raíces en el culto ancestral a Zoroastro y que los yihadistas tachan de “adoradores del diablo”. Decenas de miles de cristianos, entre ellos los de comunidades de rito asirio o caldeo asentadas desde las primeras eras de la cristiandad en el norte de Irak, se han exiliado para escapar a una muerte segura.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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