Macri reduce la cobertura médica de los jubilados argentinos

La Seguridad Social excluye a 160 medicamentos de la lista de fármacos gratuitos

La Obra Social de los jubilados, PAMI informó que retirará de su lista remedios que son subsidiados en un 100% por el GobiernoRicardo Ceppi

Los jubilados argentinos deberán pagar de su bolsillo medicamentos que hasta ahora eran gratis. Un total de 160 fármacos quedaron sin cobertura total del Programa Asistencial Médico Integral (PAMI), organismo responsable de las prestaciones médicas a los jubilados, que busca sanear sus cuentas y prevenir consumos abusivos. La decisión fue recibida con preocupación por los afectados: en los últimos cuatro meses su gasto en farmacia ha crecido por encima del 20%, mientras su jubilación creció cinco puntos menos. La mínima está por debajo de l...

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Los jubilados argentinos deberán pagar de su bolsillo medicamentos que hasta ahora eran gratis. Un total de 160 fármacos quedaron sin cobertura total del Programa Asistencial Médico Integral (PAMI), organismo responsable de las prestaciones médicas a los jubilados, que busca sanear sus cuentas y prevenir consumos abusivos. La decisión fue recibida con preocupación por los afectados: en los últimos cuatro meses su gasto en farmacia ha crecido por encima del 20%, mientras su jubilación creció cinco puntos menos. La mínima está por debajo de los 5.000 pesos, unos 335 dólares.

El titular del PAMI, Carlos Regazzoni, argumentó que los medicamentos excluidos “no tienen utilidad para la gente”. “Ningún país del mundo cubre al 100% estos remedios y esto se da en un PAMI en el que tenemos problemas para que lleguen las ambulancias”, manifestó.

Los fármacos con cobertura total son los más caros y corresponden a enfermedades crónicas. Se calcula que el 70% de los 13 millones de medicamentos que se compran cada mes a través de PAMI no tienen costo para el afiliado. La lista que quedó excluida ahora incluye antibióticos, sedantes, vitaminas y antiácidos, entre otros. Los jubilados que deseen comprarlos, aún con receta, a partir de finales de abril deberán abonar entre el 20% y el 50% de su coste.

Desde la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa)   coincidieron en que los fármacos afectados no son tratamientos para enfermedades crónicas sino lo que se definen como productos “de la industria farmacéutica de relleno”, en palabras de su tesorero, Ricardo Pesenti. Es decir, medicamentos que se venden con receta médica pero que no responden tanto a una necesidad real de los pacientes sino a “la presión del laboratorio a los médicos para que receten”, según dijo Pesenti. “El lobby de los laboratorios es bien sabido y ocurre en todos lados”, agrega. Para Pesenti, el precio de muchos medicamentos en Argentina es inferior al de otros países y por eso prevé que la factura farmacéutica continúe aumentando en los próximos meses.

Prestaciones

 “La medida generó una angustia en todos los pacientes porque son medicamentos que los receta un médico, no es un invento del paciente”, discutió el defensor de la Tercera Edad de Buenos Aires, Eugenio Semino. A su juicio, si se trata de medicamentos obsoletos o sin efecto terapéutico lo que deben hacer es retirarlos, no reducir la cobertura. “Son médicos del PAMI los que recetan. Se pone en cuestión el propio acto médico”, subrayó.

“La situación del sistema de salud es crítico”, advirtió Semino quien denunció que algunos medicamentos se han disparado casi un 70% en los últimos meses. El sistema de cobertura médico que otorga el PAMI alcanza a todos los argentinos que cobran una jubilación o algún tipo de pensión. Los que no han cotizado y, por tanto, quedan fuera de esta red de protección, deben ir a un hospital público o costearse un seguro privado, que ronda los 500 dólares mensuales para una pareja mayor de 65 años.

La deuda de más de 100 millones de dólares que arrastraba el PAMI a fines de 2015 con las farmacias provocó problemas en el arranque del año en el suministro de los medicamentos, ante la negativa de algunos comercios de seguir vendiéndolos. Además, según Semino, han recibido denuncias de jubilados que no pueden ser hospitalizados por la falta de camas y otros que llevan cinco meses en lista de espera para ser operados por la falta de prótesis. Semino criticó también también que no hay información por parte del PAMI, lo que provocó una avalancha de llamadas a la Defensoría de pacientes con dudas.

Tras el cambio de Gobierno y la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, las nuevas autoridades del PAMI hicieron pública la existencia de una deuda multimillonaria en el organismo.

El defensor de la Tercera Edad cree que hay que reducir el gasto, pero considera que los números rojos del organismo no pueden ser en ningún caso una excusa para reducir las prestaciones.

La canasta básica sube un 12% en solo tres meses

Federico Rivas

En el país de los alimentos, comer cuesta cada vez más. Tres consultoras privadas argentinas, a falta de números oficiales, calcularon desde enero subidas de entre 12 y 13 puntos en la canasta básica de alimentos, una construcción estadística que sirve para medir la pobreza y la indigencia. Sólo en marzo el aumento fue del 5,5%, según FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas), que estimó en 37,1% el índice interanual. Para el Estudio Bein, los precios minoristas aumentaron un 11,8% en el primer trimestre, aunque en este caso la cifra mide mucho más que los alimentos. Las subidas se vieron impulsadas por los capítulos Educación, Salud, Vivienda e Indumentaria. Elypsis fue un poco más moderada: 8,8% de aumentos durante los tres primeros meses del año.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) incluye, como indica el INDEC (organismo público encargado de las estadísticas), el “conjunto de bienes que satisfacen las necesidades nutricionales” de un adulto de entre 30 y 59 años. La subida augura un piso de inflación para el mes de abril de al menos seis puntos. El escenario no podría ser peor para las aspiraciones del Gobierno de Mauricio Macri de cerrar el año con una inflación no mayor al 25%. Sobre todo por la presión extra que ejercerá, junto con los alimentos, el aumento en hasta 300% de servicios públicos como electricidad, agua, gas y transporte.

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