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TRIBUNA
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Lesbos, cambio de paradigma

Hemos estimulado la delincuencia a gran escala que se enriquece con quienes escapan de la guerra

Un sirio y una niña desembarcan este lunes de un buque griego tras una operación de rescate en el mar Egeo.
Un sirio y una niña desembarcan este lunes de un buque griego tras una operación de rescate en el mar Egeo.Petros Giannakouris (AP)

Paradigma es una de tantas palabras que organizan nuestro pensamiento por gentileza de la cultura griega. La materialización de una nueva época para la historia de Europa podría haber empezado en un hecho aparentemente secundario y menor en la isla de Lesbos. Los líderes de nuestra gobernanza política no considerarían de otra manera la primera expulsión de peticionarios de asilo fuera de la Unión Europea.

El hecho se ha materializado, al amanecer del lunes 4 de abril, en varios autobuses desde el campo para solicitantes de asilo de Moria. En realidad, desde hace 15 días se ha convertido en un campo de retención inexpugnable. Las condiciones de las tiendas, comidas y atención del campo se han degradado por el hacinamiento. A muy poca distancia, el campo de Kara Tepe, de titularidad municipal, con 2.000 plazas disponibles, acoge a unas pocas decenas de personas. Es un campo modélico, dentro de la provisionalidad que supone vivir en una tienda de campaña de ACNUR, pero está casi vacío porque no tiene alambradas y por tanto, las autoridades ya no los transfieren allí.

Cuando se pregunta a los voluntarios de atención a los refugiados por el dispositivo de la Agencia Europea de Asilo (EASO), sonríen. Apenas hay personal y durante meses han peleado contra una burocracia que paraliza los procesos de reubicación y gestión efectiva del asilo. He podido comprobar que hay cientos de agentes de Frontex recién desplazados a Lesbos y que el traslado forzoso del primer contingente se ha realizado a los 15 días de la firma del acuerdo.

Desde Lesbos parece más sencillo ordenar el complejo puzle. Tan fácil es deportar, como traer de forma segura. La clave de bóveda de una chapuza histórica comienza en obligar a jugarse la vida a las personas que tienen derecho de asilo según el derecho internacional. En consecuencia, hemos estimulado la delincuencia a gran escala que se enriquece con quienes escapan de la guerra y del totalitarismo yihadista. Miles de hombres, mujeres y niños se han ahogado por llegar a nuestras costas para pedir asilo tras sufrir tránsitos terribles. El cementerio de los ahogados de Lesbos será algún día símbolo de la crueldad causada por la banal pereza de las instituciones. Por no haber querido gestionar colectivamente el asilo desde nuestros consulados en los terceros países y transferir de forma segura.

Y es que durante estos meses ─infinitos para los perdedores de esta historia─ los líderes de la gobernanza europea decían cosas que no pensaban cumplir. Tal vez los expertos en comunicación política pulsaban la opinión pública para saber en qué momento podían empezar a aplicar el paradigma de Moria.

Nuestros dignísimos líderes seguirán invocando los grandes valores europeos.

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Maite Pagazaurtundúa es eurodiputada de UPYD.

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