Satyarthi, un activista indio que lucha por los derechos de los niños
El Nobel de la Paz ayuda a los menores víctimas de la explotación laboral
Kailash Satyarthi (Madhya Pradesh, India, 1954) tenía un buen trabajo como ingeniero electricista, pero decidió dejarlo en 1980 para dedicarse a ayudar a los niños víctimas de la explotación laboral. “Desde que era niño me llenaba de rabia e impotencia ver que otros niños de mi edad tuvieran que trabajar y no pudieran ir a la escuela como yo”, decía en 2009 en una entrevista concedida a EL PAÍS. Su ONG, Bachpan Bachao Andolan (BBA), que significa Movimiento por la Salvación de la Infancia en hindi, asegura que ha cambiado la vida de unos 80.000 menores. Uno de ellos, Lakshman Singh, ahora tesorero de la organización con sede en Nueva Delhi, aseguró a este diario que su vida estaba destinada, como la de sus padres, a vivir en situación de esclavitud en una mina. “Pero Satyarthi nos rescató y nos hizo dueños de nuestras vidas. Para mí es un héroe”, dijo.
Satyarthi, que se considera un seguidor de la filosofía de Mahatma Gandhi, dice que los niños son explotados por ser la fuerza de trabajo más barata y porque son los más vulnerables física y mentalmente. Cuando se supo ganador del Premio Nobel de la Paz, junto a Malala, lo dedicó a los indios y “todos los niños cuya voz nunca antes había sido oída en el país”.
Su defensa de los niños es apasionada. Satyarthi y su organización son reconocidos entre los activistas por informar a la policía sobre la ubicación de zulos y llevarlos hasta el lugar para hacer las redadas para liberar a los niños. “El equipo de Satyarthi llevó a la policía a un cuartucho donde ocho niños muy pequeños estaban encerrados sin poder salir y obligados a bordar para una empresa de textiles durante muchas horas. Cuando entramos los pequeños estaban aterrorizados de ver a tanta gente. Ya estaban acostumbrados a vivir en aislamiento”, explica Varun Nayar, un camarógrafo que grabó una de las operaciones de BBA. Dice que los niños fueron trasladados a la comisaría y después, devueltos a sus padres en sus aldeas natales, situadas sobre todo en Bengala Occidental.
Satyarthi fue pionero también en la idea de etiquetar las productos como “libres de explotación infantil” con el esquema llamado RugMark, que es reconocido internacionalmente. Otro de los programas insignias de este activista son las "aldeas amigables con los niños", que trabaja en las zonas rurales de donde provienen los menores migrantes por trabajo o que han sido víctimas de tráfico de menores. BBA asegura haber logrado que 356 aldeas estén “libres de explotación”. Dicen que allí todos los niños van a la escuela, participan en la toma de decisiones que afectan a sus vidas, no hay matrimonios infantiles y las niñas son empoderadas.
Satyarthi trabaja para erradicar “la esclavitud moderna”, dice que en India hay millones de niños obligados a trabajar en condiciones terribles y que muchos han sido vendidos para pagar las deudas de sus padres. Dice que en India esta situación prevalece por un cóctel de factores, entre ellos la pobreza, la falta de educación y de conocimiento de los derechos, pero sobre todo por el sistema de castas, ya que la gran mayoría de los niños proceden de las castas bajas. “Las castas altas se aprovechan económicamente de la creencia de que algunos nacieron para ser explotados, mientras que los de abajo creen que es su karma. Esto debe cambiar”, afirma. En India, la noticia del Premio Nobel fue una gran sorpresa. Satyarthi es conocido entre los activistas, pero desconocido para el ciudadano de a pie. “Este reconocimiento trae la atención del mundo hacia la situación de los niños en India, eso significa que el Gobierno también tendrá que poner más atención. Esperamos que la lucha por sus derechos tome más fuerza de aquí en adelante”, indica Anant Kumar Asthana, un reconocido abogado que trabaja en la elaboración de una ley de justicia juvenil.
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