Los socialistas aspiran a obtener la mayoría absoluta en las legislativas

Los números son todavía inciertos, pero los socialistas franceses confían en lograr su primera mayoría absoluta en una década en las elecciones legislativas que se celebran a dos vueltas, el domingo y el 17 de junio. Todos los sondeos coinciden en afirmar que los franceses confirmarán el resultado de las presidenciales dando una mayoría clara a la izquierda, que se impondría por diez puntos (45% a 35%) a la derecha parlamentaria (en esa cuenta se excluye el 15% de intención de voto del Frente Nacional).

El Partido Socialista necesita 289 escaños de los 577 de la Asamblea Nacional para gobernar en solitario. Y lo tendrá difícil para llegar a tanto, aunque las últimas encuestas no descartan esa posibilidad. Según Ipsos Lógica Business, el bloque de los partidos de izquierda obtendrá entre 303 y 357 diputados, y las filas de François Hollande se moverían en una horquilla de entre 249 y 291 escaños. Otro estudio de LCI para Le Figaro mejora esas previsiones y estima que el PS podría lograr entre 271 y 296 escaños.

Pero los socialistas confían en que lograrán superar la barrera de los 289 porque la popularidad del presidente y del primer ministro, Jean Marc Ayrault, se mueven en cuotas de mayoría absoluta. Un estudio de Vivavoice para Libération publicado el martes afirmaba que Hollande convence al 62% de los franceses, y Ayrault gusta al 57%. Hace cinco años, en una encuesta similar, Nicolas Sarkozy recogía un 57% de opiniones positivas.

Si estas previsiones se cumplen, Hollande no necesitaría el apoyo del Frente de Izquierda de Jean Luc-Mélenchon y podría formar una mayoría estable con o sin los Verdes, que tienen dos ministros en el Gobierno de Jean-Marc Ayrault y firmaron una alianza electoral con el PS en octubre pasado. Los sondeos dan a Ecología Europa entre 17 y 24 diputados.

Ayrault y la primera secretaria socialista, Martine Aubry, que ya ha anunciado que dejará el cargo en otoño, han preferido no aliarse con Mélenchon, pero este ya ha dicho que los votos de la formación que incluye al viejo Partido Comunista estarán al servicio del proyecto socialista. El eurodiputado, que visitó a Hollande en el Elíseo este lunes, se mostró abierto a colaborar durante la legislatura aunque descartó tanto un puesto en el Gabinete como la hipótesis de un acuerdo firme. "Puedo ayudar más desde fuera, aportando ideas", dijo. El Tribuno y sus banderas rojas, aupados por el 11% de los sufragios en la primera vuelta de las presidenciales, se mantienen en un 9% de intención de voto, pero podrían formar un potente grupo parlamentario con cerca de 24 diputados.

Al otro lado del arco, la Unión por un Movimiento Popular es la viva imagen del desconcierto y la resignación. Tras diez años de control absoluto de la política francesa y la Asamblea Nacional, las peores proyecciones dan a la UMP entre 209 y 255 escaños, y las mejores entre 230 y 267. La previsible sangría de más de 100 diputados abrirá un escenario inédito en la V República, con los socialistas copando las dos Cámaras y el Elíseo y condenaría a la derecha a una travesía del desierto en la que deberá elegir un nuevo líder y superar la honda división creada durante la hiperpresidencia de Nicolas Sarkozy.

Las encuestas reflejan las dudas de sus militantes. La figura más popular para dirigir la formación es el moderado ex primer ministro, François Fillon (le prefieren un 19% de los franceses y un 32% de los simpatizantes de la UMP), seguido del exministro de Exteriores Alain Juppé (16%-18%). A continuación surgen Sarkozy (12% del total, y un impactante 22% en su partido), su gran enemigo Dominique de Villepin (8%-2%) y la exótica Rama Yade (7%-1%). El actual secretario general, Jean-François Copé, solo gusta al 5% de los franceses, y tiene el apoyo del 14% de los votantes de la UMP.