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Un muerto por los disturbios registrados en Tegucigalpa tras el regreso de Manuel Zelaya

Se trata de un albañil de 65 años, quien se vio atrapado en los enfrentamientos entre la policía y seguidores del mandatario depuesto, anoche en Tegucigalpa.- El Gobierno 'de facto' suspende varias horas el toque de queda.- La Embajada de Brasil sigue sitiada por las fuerzas de seguridad.

Francisco Alvarado, un albañil de 65 años, es la primera víctima mortal de los disturbios registrados cuando la policía y el Ejército intentaban reprimir las distintas muestras de apoyo al presidente depuesto Manuel Zelaya que se produjeron en varias partes de Tegucigalpa, según contó a EL PAÍS, su hermana María Alvarado.

Francisco salió a las seis y media de la tarde de ayer de su casa en la colonia Flor del Campo, un barrio humilde al sur de la capital hondureña, para comprar unos refrescos en una pulpería (pequeña tienda de comestibles) cuando se vio atrapado en una manifestación espontánea de la resistencia al Gobierno de hecho. Llegaron los efectivos antidisturbios de la policía y en el enfrentamiento, Francisco resultó gravemente herido de uh disparo en el abdomen y murió al llegar al hospital.

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Otros cinco manifestantes están ingresados en el hospital Escuela de la capital hondureña, y uno de ellos, Josias Sánchez de 24 años, se encuentra grave con un disparo en el abdomen por el cual debe ser operado, según ha podido constatar este corresponsal.

Los disturbios se siguen repitiendo en varias zonas de la capital hondureña, mientras miles de hondureños se han lanzado a las calles en busca de abastecerse, después de que el Gobierno de facto suspendiera durante varias horas el toque de queda decretado tras el regreso sorpresivo del presidente Zelaya. Las puertas de los supermercados están abarrotadas de personas que buscan hacerse con alimentos y agua potable, y en medio de la desesperación, se han producido discusiones y enfrentamientos. El caos reina en Honduras.

Este miércoles, el Gobierno de hecho anunció la suspensión del toque de queda entre las 10.00 y las 17.00 (16.00 y 23.00 GMT), para facilitar a la población a abastecerse de comida y otros insumos. Mientras, las fuerzas de seguridad mantienen el sitio a la sede diplomática de Brasil, donde se ha refugiado Zelaya con su familia y un grupo de seguidores, informa la agencia Reuters.

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Dispuesto al diálogo

Por su parte, el presidente del Gobierno de facto de Honduras, Roberto Micheletti, está dispuesto a dialogar con Zelaya, que que regresó el lunes por sorpresa al país y se encuentra refugiado en la Embajada brasileña en Tegucigalpa, para resolver la crisis política desatada tras el golpe de Estado que el pasado 28 de junio derrocó a Zelaya. Micheletti, no obstante, pone una condición: "Estoy listo para conversar con el señor Zelaya siempre y cuando reconozca explícitamente las elecciones (...) pautadas para el 29 de noviembre", ha dicho el canciller del Gobierno interino, Carlos López, al leer en televisión un mensaje de Micheletti.

Desde la Embajada brasileña, donde se encuentra refugiado, el depuesto presidente hondureño no ha tardado en contestar a la oferta de diálogo de Micheletti, una muestra más de la escasa voluntad que tiene el presidente de facto para resolver la crisis. "Todo esto es una manipulación", ha indicado Zelaya en declaraciones a Radio Globo y el Canal 36.

El ministro del Gobierno de facto ha aclarado además que "de ninguna manera se ha hablado en este mensaje del retorno del señor Zelaya a la presidencia de la República", rechazando así la exigencia del mandatario derrocado y la comunidad internacional. La propuesta "no puede deshacer la orden de arresto de la Corte Suprema de Honduras en su contra ni los cargos que encara bajo nuestro sistema judicial independiente", ha añadido.

Poco antes de este mensaje televisado, el propio Micheletti avanzaba a medios locales su disposición al diálogo internacional. "Le hago un llamado al mundo entero: estamos dispuestos a dialogar. Estableceremos las comisiones sin la gente que ha estado interviniendo anteriormente". El presidente de facto también impone para este caso condiciones, entre ellas que en las conversaciones no participen las personas que intervinieron anteriormente, como el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, aunque sí habló de aceptar un mediador imparcial "de Naciones Unidas que pueda venir a escuchar la posición de los hondureños".

Brasil pide la restitución de Zelaya

Tras solicitar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para intentar resolver la crisis, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha pedido en su discurso ante la asamblea de Naciones Unidas la restitución de Zelaya al poder, según informa la agencia Reuters.

"La comunidad internacional demanda que el señor Zelaya sea restituido inmediatamente a la presidencia de su país y debe estar alerta para asegurar la inviolabilidad de la misión diplomática de Brasil en la capital de Honduras", ha dicho Lula, despertando los aplausos de los asistentes de la asamblea.

Fuentes diplomáticas de Estados Unidos, que preside este mes el Consejo de Seguridad de la ONU, confirmaron que están estudiando la petición. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está realizando intensas gestiones en Nueva York, donde se encuentra para asistir a las reuniones de la Asamblea General de la ONU, para buscar una solución rápida y pacífica a la nueva situación en el país centroamericano. Por su parte, el ministro de Exteriores, Celso Amorim, advertía al Gobierno de facto hondureño que no está dispuesto a tolerar ninguna acción contra su Embajada".

Micheletti ha garantizado que no intentará sacar por la fuerza a Zelaya de la Embajada de Brasil y descartó una intervención en la sede diplomática, donde sin embargo este martes la policía antidisturbios y un gran contingente militar dispersaron por la fuerza a los miles de partidarios del ex presidente concentrados a las puertas desde el lunes. Dentro del edificio, al que se ha cortado el suministro de electricidad y agua, permanecen junto a Zelaya familiares y decenas de seguidores con escasa comida. Personal de las Naciones Unidas ha logrado introducir alimentos y agua y coordinar la salida de 162 personas que se habían refugiado en la Embajada de Brasil durante los disturbios producidos durante el desalojo en las afueras de la sede.

Al menos 83 personas resultaron heridas en los enfrentamientos y alrededor de 200 fueron detenidas por participar en los disturbios o no acatar el toque de queda decretado por las autoridades. Entre los arrestados se encuentra un ciudadano español, Antonio Porta Alvarez, de 41 años, y vecino de Madrid, por atacar un coche patrulla, que ha sido puesto a disposición de la fiscalía.

Cientos de manifestantes se han lanzado a la calle a protestar contra el Gobierno de 'facto' tras el regreso de Manuel Zelaya
Cientos de manifestantes se han lanzado a la calle a protestar contra el Gobierno de 'facto' tras el regreso de Manuel ZelayaREUTERS
El sindicalista Jairo Sánchez recibió un disparo en la cara durante los disturbios registrados en Tegucigalpa
El sindicalista Jairo Sánchez recibió un disparo en la cara durante los disturbios registrados en TegucigalpaPABLO ORDAZ
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"¡Qué lástima, esto ya parece Cuba!"

Las diez y media de la mañana del miércoles. La radio y la televisión llevan toda la mañana recogiendo testimonios de hondureños que dicen que se les acabó el agua purificada, los frijoles y el arroz, la leche para el crío... Tampoco queda café. Las pulperías de los barrios que sí han burlado como han podido el toque de queda ya están desabastecidas. No entran camiones por la frontera. Los supermercados que no han sido saqueados continúan cerrados con doble cadena. En el del complejo comercial MetroCentro, en una zona bien de Tegucigalpa, ya la cola alcanza los 200 metros. Los vecinos quieren aprovechar que Micheletti ha levantado el toque de queda de diez de la mañana a cuatro de la tarde. No se sabe por qué, pero el supermercado no termina de abrir sus puertas. Y empieza el nerviosismo. Se oye un grito: "¡Que lástima de Honduras, ya parece Cuba!". Este periódico asiste al diálogo, cada vez más tenso, de dos mujeres de la cola. De un lado, Nubia Flores, abogada de profesión, clase acomodada, partidaria de Micheletti. De otro, Nuria Maldonado, ama de casa, clase trabajadora, partidaria de Zelaya.

-Los pobres se están dejando manipular por Zelaya.

-Claro, como los pobres son tontos.

-Tontos no he dicho, pero sí es verdad que hay muchos que prefieren cobrar sin trabajar. Hay gente muy haragana que dice que es pobre para no trabajar, para ni siquiera lavarse.

-Oiga, señora, que yo soy pobre y trabajo y me lavo.

-No estoy hablando de usted. ¿Pero quién lo está mangoneando todo? Chávez, ese es el demonio.

-¿No serán los demonios los empresarios, cuatro familias que tienen todo el dinero de Honduras y no quieren darnos a los demás ni las migajas...?

La discusión sigue. No se miran. Pero se lanzan cargas de profundidad. Sin violencia ni siquiera agresividad. Nubia Flores, delante. Nuria Maldonado, detrás. Civilizadamente. Sin merecerse, ni la una ni la otra, los gobernantes que les han caído en suerte.

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