El descontento del sector aéreo mantiene en vilo a Brasil en vísperas de Semana Santa

Miles de pasajeros temen que los aeropuertos de Brasil se conviertan en un caos esta Semana Santa si se cumplen las amenazas de los controladores aéreos y de la policía aeroportuaria, dos sectores que exigen mejoras salariales, entre otras peticiones, y que podrían ir a la huelga. Los controladores están negociando con el Gobierno y han asegurado que mientras duren las conversaciones no paralizarán las terminales, pero la policía aeroportuaria ha anunciado una huelga de celo para mañana miércoles.

Los controladores ya lanzaron un primer aviso el viernes pasado, cuando paralizaron todos los aeropuertos del país. Ante las consecuencias del paro, que han repercutido en todo el fin de semana, el Gobierno ya se ha reunido con representantes del sector y este martes han comenzado a negociar. Los controladores exigen que su trabajo sea desmilitarizado, un aumento salarial, menos horas de trabajo y equipos modernos.

El ministro de Planificación, Paulo Bernardo Silva, les ha respondido que está dispuesto a revisar el sector del control aéreo, pero "con tranquilidad" y "sin un puñal en el cuello", en referencia a una supuesta amenaza de huelga para los días centrales de Semana Santa, cuando se concentrará el mayor número de pasajeros.

El sector aéreo brasileño depende el Ejército y los oficiales han presionado para someter a los huelguistas al reglamento militar bajo el cargo de "rebelión". Una tesis respaldada en parte por magistrado del Supremo Tribunal Federal Celso Mello, que considera que los huelguistas podrían "haber incurrido en algo tipificado en el Código Penal Militar como motín, que es un delito muy grave".

Un comandante de las fuerzas aéreas, el brigadier general Junino Saito, propuso el viernes encarcelar y trasladar a los huelguistas, pero por noche el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, de viaje oficial en Estados Unidos, desautorizó al miliar y acordó con los controladores la desmilitarización y una aumento salarial, según informó Clarín.

En la reunión con el ministro no se ha tratado si habrá sanciones o si serán amnistiados, según ha declarado Silva.

.Huelga de celo de la policía aeroportuaria

Los controladores han asegurado que no ejercerán medidas de presión mientras dura la negociación, pero la policía aeroportuaria, que controla los documentos y los equipajes, ya ha anunciado una huelga de celo en los terminales de Congonhas y Guarulhos, ambos en Sao Paulo y los de mayor tráfico del país. Los agentes exigen un aumento salarial del 30%, pendiente desde el año pasado.

El sindicato de policías de Sao Paulo ha anunciado que los controles habituales serán extremos mañana miércoles, lo que sin duda "retardará el embarque y desembarque de pasajeros". Aun así, otras fuentes del sindicato han señalado que aplazarán la huelga para no perjudicar a quien viaje en Semana Santa.

Este clima ha afectado al sector turístico. Aunque todavía no hay datos concretos, fuentes de la industria turística calculan que las cancelaciones podrían llegar al 30% de los paquetes vendidos con anticipación.