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La idea para construir viviendas para víctimas de catástrofes que terminó convertida en el primer hotel paisaje de España

Vivood está situado en la alicantina Sierra de Aitana y es un establecimiento totalmente integrado en su entorno, arraigado en la economía local y con una apuesta verdadera por la sostebilidad. Todo un ejemplo de creatividad, sensatez y respeto por el medio ambiente

Vista del hotel Vivood, en el municipio alicantino de Benimantell. Un proyecto que conecta la arquitectura sostenible con la naturaleza.
Vista del hotel Vivood, en el municipio alicantino de Benimantell. Un proyecto que conecta la arquitectura sostenible con la naturaleza.Pablo vázquez

Daniel Mayo estudiaba tercero de arquitectura mientras el mercado inmobiliario español crecía a tal ritmo –se vendían 100 casas cada hora– que los expertos ya presagiaban un brusco ajuste más pronto que tarde. Era el año 2007. El sector de la construcción daba síntomas de agotamiento. La inminente crisis de las hipotecas en Estados Unidos confirmaría el derrumbe de un modelo financiero exhausto e insostenible.

En ese momento, a Mayo le sobran clases y le falta tiempo para pensar qué hacer en ese contexto de incertidumbre total. Decide, junto a su compañero Álvaro, desarrollar un prototipo de vivienda para realojar a personas en caso de catástrofes naturales. Su compromiso es tan sólido que aprenden a soldar, a cortar madera, construyen un prototipo en Aranjuez, desarrollan un sistema de montaje para enviar la estructura por piezas, definen la logística y patentan el sistema. El proyecto es tan brillante que recibe el Premio Arquímedes, un galardón que concede el Ministerio de Ciencia a los mejores trabajos de investigación realizados por estudiantes universitarios.

El aplauso es unánime, sin embargo, los escollos gubernamentales para comercializar el producto frustran sus planes. “Llego a la conclusión de que ese producto, pensado en términos de logística y confort, puede ser extrapolable a campings, masías o conciertos. Empiezo a explicar el proyecto en foros y a inversores. Entonces me doy cuenta de algo que lo cambiará todo: la parte de la presentación que más le interesa a la gente es la que incide en la posibilidad de integrar esas viviendas en la naturaleza. Y eso es el origen de Vivood”, explica Mayo. En trazo grueso, para principiantes, Vivood es algo así como estar aislado en la naturaleza, sin contaminación lumínica, cero ruido, privacidad absoluta, confort extremo y lujo máximo. Y, además, con la tranquilidad de alojarse en uno de los lugares realmente sostenibles del planeta.

Vivood está formado por 35 suites y villas independientes dispersas, integradas en la montaña, diseñadas como miradores y ocultas entre los árboles.
Vivood está formado por 35 suites y villas independientes dispersas, integradas en la montaña, diseñadas como miradores y ocultas entre los árboles.Amanda Glez

2013. El proyecto es seleccionado en el primer programa de la aceleradora Lanzadera -propiedad del presidente de Mercadona Juan Roig- y empieza la búsqueda del emplazamiento. Daniel Mayo visita más de cincuenta Ayuntamientos en cuatro meses hasta que recala en el municipio alicantino de Benimantell, en el valle de Guadalest.

La parcela escogida es un antiguo zoológico de 84.000 mil metros cuadrados y, desde que arrancan las jaulas de la zona hasta que se inaugura el hotel, solo pasan 12 meses. Vivood está formado por 35 suites y villas independientes dispersas, integradas en la montaña, diseñadas como miradores y ocultas entre los árboles -que se elevan hasta tres metros de altura- para no dañar la orografía de la zona. La integración de la arquitectura con la naturaleza es tan salvaje que hasta las tonalidades cromáticas están diseñadas al milímetro. Tanto que, desde Benimantell, el pueblo al otro lado del valle, las cabañas resultan imperceptibles.

Vivood es un proyecto 100% sostenible. Pero no sostenible en el sentido más naif de la palabra. Sino en el más literal. “Utilizamos el concepto desde un punto tecnológico, claro: tenemos sistemas de aerotermia y placas solares fotovoltaicas; pero, sobre todo, cuando hablamos de sostenibilidad nos referimos a sensatez. La sostenibilidad no se ha inventado en el siglo XXI. La Alhambra es un complejo monumental del siglo XIII y es 100% sostenible. Buscábamos volver a la esencia: pensar en la orientación solar para aprovechar la luz del sol, aislamientos naturales, conservar bancales de más de 400 años y, si un olivo está ubicado en un lugar en el que se ha proyectado una habitación, no se tala, se mueve. Hacemos acupuntura en la naturaleza”, apunta Mayo.

Panorámica de la piscina dentro del complejo de Vivood.
Panorámica de la piscina dentro del complejo de Vivood.pablo vázquez
Piscinas en las terrazas de las habitaciones del Vivood.
Piscinas en las terrazas de las habitaciones del Vivood.Alfonso Calza

Nada se construye en Vivood. Las estructuras se arman a 70 kilómetros del Benimantell y se enclavan sobre el terreno. El diseño prefabricado permite la optimización de recursos de forma industrializada, la reducción de residuos, el control de los acabados y las calidades y, sobre todo, no dañar el terreno. Este modelo es extrapolable a todo lo que ocurre en el interior de las 85.000 hectáreas. Los productores locales abastecen al restaurante del hotel. Trabajadores y proveedores son, en su mayoría, vecinos de la comarca. Setenta empleados para 35 habitaciones.

Vivood cerró, como todos, durante el confinamiento, pero en verano de 2020 ya recuperó el 100% de la plantilla. Las reservas fluyen a ritmo pre covid, aunque, ahora mismo, por restricciones provocadas por la pandemia, solo se nutre de turismo nacional. Hace tres meses, Daniel Mayo recompró la mayoría de la propiedad de la empresa a Angels, sociedad de inversión de Juan Roig. ‘La inversión en calidad es exponencial, no lineal’. Es el mantra que se repite Mayo cada día. Solo el último año ha invertido 300.000 euros en mejorar una experiencia que hace un año ya parecería inmejorable.

Hotel vivood
Amanda Glez
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