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Elton John celebra sus 30 años sobrio: “Si no hubiera dado el paso, estaría muerto”

El músico festeja su desintoxicación entre tartas y regalos. Como ha explicado en más de una ocasión, la cocaína le hizo estar "enfermo, triste y emocionalmente muerto”

Elton John, en junio de 2019 en el festival de Montreux, Suiza.
Elton John, en junio de 2019 en el festival de Montreux, Suiza.Denis Balibouse (Reuters)
El País

A lo largo de su prolífica carrera, Elton John nunca ha escondido los problemas a los que ha tenido que enfrentarse, ya fueran personales o profesionales. Una vida y sus vaivenes que han sido mucho más conocidos gracias a la película biográfica Rocketman, estrenada en el Festival de Cannes de 2019 y donde se hablaba de su gusto por las drogas, sus problemas familiares y sus enfermedades. La película, aprobada por el propio cantante, tuvo su continuación con un completo libro de memorias. Titulado Yo: Elton John, en él hablaba del cáncer de próstata que superó hace unos años o de su compleja relación con su madre.

Otra de las cuestiones que John no esconde, sino de las que presume y con las que trata de concienciar a la sociedad, es su sobriedad. El músico británico acaba de anunciar que lleva 30 años sin tomar sustancias tóxicas y lo ha celebrado por todo lo alto: ha habido tarjetas de felicitación, tarta y regalos. El propio artista ha colgado una publicación en sus redes sociales en la que explica la importancia de esa jornada.

“Un reflejo del día más mágico con la celebración de mi 30º cumpleaños de sobriedad. He recibido muchas tarjetas cariñosas, flores y regalitos de mis hijos, de David, de mis amigos del programa y de mis empleados tanto de la oficina como de nuestras casas”, explica el músico, haciendo una clara referencia a su marido, David Furnish, con quien es pareja de hecho desde 2004 y con quien se casó en diciembre de 2014.

“Soy un hombre verdaderamente afortunado”, continúa Elton John en su escrito. “Si finalmente no hubiera dado el gran paso de pedir ayuda hace 30 años, estaría muerto. Gracias, desde el fondo de mi corazón, a todas las personas que me han inspirado y me han aguantado a lo largo de este camino”.

Los comentarios a su publicación son muchos y muy positivos, unos 5.000 en apenas 12 horas. Destaca, cómo no, el de su marido: “Mi héroe”, le dice. Otros personajes famosos como el futbolista David Beckham o la actriz Elizabeth Hurley le mandan un puñado de corazones. En las fotografías, además de las tarjetas de felicitación y de un pastel con un tres y un cero, se puede ver la insignia que acredita esos 30 años de control de sus adicciones.

Elton John vivió en una dañina espiral de alcohol y drogas desde mediados de los años setenta hasta el verano de 1990. Él mismo lo contó en una entrevista en noviembre de 1991, apenas un año después de dejar sus adicciones. Entonces afirmó que las sustancias, a las que se había aficionado para luchar contra una timidez que le superaba y también para sobrellevar su gran fama, le habían convertido en alguien “emocionalmente muerto”. Contó que entre 1976 y 1990 había pasado por etapas “de intenso y completo dolor y congoja” y que se había convertido en una persona con la que resultaba imposible convivir. ”Parecía un hombre de 60 años”, contaba hace casi tres décadas, cuando tenía 46: “Terriblemente enfermo y triste. Tenía grandes bolsas bajo los ojos, y un peso excesivo”. Algo que le hizo sufrir bulimia durante seis años. “Emocionalmente estaba muerto, como un cadáver”, añadió. “Vi a Elvis Presley en Washington antes de que muriera. Le miré a los ojos y allí no había nada. Y al final no había nada tampoco en mí”.

En otro libro de memorias que publicó en 2012 el músico explicaba que la droga seguía presente, si no en su vida, sí en su subconsciente. “Todavía sueño un par de veces a la semana que estoy esnifando cocaína”, reconoció a la cadena de radio NPR durante su promoción. En otra entrevista en programa de televisión Today de la cadena NBC, decía: “Soy muy afortunado por no tener sida”. Y continuó: “Desperdicié una gran parte de mi vida. Era un drogadicto y solo pensaba en consumir. La gente, mis amigos, no paraban de morirse a mi alrededor y, sin embargo, yo no hice nada por parar y cambiar mi vida”.

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