En 1979, Donald Trump compró la finca en la que se ubicaba un edificio de solo 11 plantas a Genesco, una marca de equipamiento deportivo, para construir en su lugar un rascacielos de lujo con tiendas, oficinas y apartamentos. El encargo recayó en el arquitecto Der Scutt (1932-2010) que había alcanzado fama por su One Astor Plaza, un rascacielos de 227 metros en Times Square.
La ‘Trump Tower’ / Rodrigo Paredes
Donald Trump en los cimientos de la torre durante su construcción, New York City, 1980. Ted Horowitz. /Getty Images
TORRE TRUMP
Residencial y oficinas
1980-1982
The Trump Organization
202 metros
Hormigón
58
Der Scutt
Uso
Construcción
Propietario
Altura
Estructura
Plantas
Arquitecto
El arquitecto apostó por una construcción basada en enormes hileras de vidrio de color bronce en una zona en la que abundaban los rascacielos de piedra caliza. Tras la entrega del proyecto y la apertura del edificio en 1984, Scutt siguió vinculado en otros proyectos con Trump. "Quedó claro que Der entendía lo que yo tenía en mente", comentó sobre él el magnate años después.
Scutt se planteó el proyecto como un reto para reducir el impacto visual de la enorme estructura. El resultado es un volumen aliviado por una esquina ‘mordida’ con forma de dientes de sierra.
El edificio, en especial por un enorme atrio en el que se derrochaba mármol y cristal, con tragaluces y cascadas de agua incluidas, se convirtió pronto en una atracción turística. Su espacio resultaba "cálido, lujoso e incluso emocionante", en palabras del crítico de arquitectura de ‘The New York Times’, Paul Goldberger. "Es probable que el atrio de la Torre Trump sea el espacio público interior más agradable construido en Nueva York durante los próximos años", comentó en su reseña.