¡Hola! Aquí está una nueva entrega de la newsletter de EL PAÍS Tecnología. Soy Jordi Pérez Colomé, periodista de la sección, y hablo de tecnología y sus cambios. Como casi siempre, nada de aparatitos.
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1. Perros, lava, drones y el Equipo A
El pasado jueves día 15 la sección publicó esta noticia: "Una empresa gallega de drones prepara un rescate 'inédito en el mundo' para los perros atrapados en La Palma". Durante los cuatro días siguientes fue la noticia más vista en EL PAÍS, sobre todo impulsada por el interés que despiertan los animales en Facebook.
Su autor es Guillermo Vega, número dos de Tecnología, que lleva un mes cubriendo el volcán desde La Palma porque vive en Gran Canaria y también cubre noticias de las islas. He hablado con él para saber más detalles del impacto. "Los perros estaban en un oasis creado por la lava donde hay un par de piscinas y una casa", dice. El ángulo tecnológico de la historia es el rescate de un ser vivo con un dron, algo nunca logrado.
Pero la viralidad de la historia no se debe al mérito de la tecnología sino de los perros. Según Crowdtangle, la herramienta de medición de Facebook, la historia original de Vega tuvo en Facebook 167.000 interacciones. (Para ponerlo en contexto, pocos posts del periódico superan las 1.000.) Durante los últimos siete días, hubo además otras cuatro historias con la palabra "perros" en el post aún más compartidas. La primera, por ejemplo, era "Más de 157 perros, 93 gatos y hasta 13 conejos fueron dados en adopción".
Sin embargo con la palabra "drones", que incluye el inglés, la más vista de largo en todo el mundo fue la historia de EL PAÍS. No solo eso: de los 13 posts con la palabra "drones", 11 eran sobre los perros de La Palma, algunas historias en inglés o portugués. Para comparar, el segundo post con "drones" en el título es de un departamento de policía australiano que busca a una niña de cuatro años con drones, con 78.000 interacciones. La otra historia es sobre drones militares filipinos.
En el ámbito "perros" hay páginas en Facebook que continuamente revientan los marcadores. Otra de las historias por encima de los drones en Canarias es por ejemplo una mexicana sobre "Perrita se da cuenta del momento exacto en que la abandonan": 243.000 interacciones.
Aunque con "dogs" en inglés, la historia de los drones no aparece entre las 20 primeras, a Vega le han llamado de la BBC y del Washington Post para saber más detalles de los perros. El resto de medios españoles tampoco ha sido ajeno a esta vorágine (todos los medios miramos qué viraliza en Facebook) y la empresa gallega acabó haciendo ruedas de prensa con exigencias similares a famosos: "Os aconsejamos vuestra asistencia ya que la información va a ser clave y la misma para todos los medios, ya que no disponemos de mucho tiempo para poder atender correctamente a todas vuestras demandas".
Pero lo mejor de toda esta historia es el final. Tanto interés y tanto experimento con drones que los isleños se cansaron y un llamado "Equipo A" fue a buscar los perros a pie, caminando por encima de la lava. Según contó luego un periodista local, con una cámara térmica vieron por dónde la lava ya se había enfriado.
El troleo a los expertos en drones no tardó. Ni los memes:
Una fuente cercana cuya madre es de La Palma dijo esta frase un poco exagerada sobre lo ocurrido: "Esas gracias son típicas de la gente de aquí. Cosas así suelen hacer los palmeros de vez en cuando".
Vega seguirá en la isla cubriendo evacuaciones de gente impotente, aunque no en peligro inminente, por las variaciones de la lava. Aunque las historias tienen impacto y son leídas, su peso es tremendamente inferior a los perros.
Igual que los periodistas, el algoritmo de Facebook capta el interés de la audiencia por los animales. Y da más. Y los creadores de contenido buscan más, en un círculo virtuoso o vicioso, según se mire. Las historias de perros pueden ser cariñosas, pero el mismo mecanismo se activa cuando la emoción que se dispara es la rabia o el odio. Ahí quizá algunos medios tienen más reparos en fomentar las brasas. Pero el algoritmo solo tiene una métrica: la del éxito.
2. Qué difícil es ser espía
Hace unos días publiqué una historia sobre un artículo de mentes brillantes de la privacidad y criptografía mundial. Era un informe donde pedían a gobiernos y a la industria que abandonaran la idea de escanear dentro de nuestros móviles. El texto se aceleró después de que Apple anunciara en agosto su intención de escanear los móviles de sus millones de usuarios para comprobar si tenían fotos de pornografía infantil. De momento la novedad está suspendida.
Esto es algo que afectaría a todos los propietarios de iPhones e implicaría una pendiente resbaladiza: nuestros móviles son nuestro yo digital, sería como entrar en tu casa sin autorización judicial, me dijo una leyenda de la criptografía.
Más allá de Apple, este jueves leí la historia completa del ingeniero nuclear y su mujer que pretendían vender los planes de un submarino capaz de estar sumergido durante 33 años gracias a combustible nuclear. Quien pase por esta newsletter a menudo sabe de mi interés por el espionaje. Aquí además hay un ángulo tecnológico magnífico.
EE UU no ha revelado el país al que aspiraban a vender unos secretos que había ido robando a pocos puñados de páginas cada vez para no ser detectado. El acusado, Jonathan Toebbe, compró un móvil de usar y tirar para crear una cuenta de email desde donde mandar mensajes cifrados. En abril de 2020, al inicio del confinamiento, mandó un sobre a un gobierno extranjero sobre cómo usar el email cifrado y esperó. Nueve meses después ese gobierno dio el sobre al FBI. Expertos consultados por el Washington Post creen que se trata de un país aliado de EE UU.
Un agente del FBI empezó a intercambiar mensajes con Toebbe, que firmaba como Alice, un apodo muy usado en artículos de criptografía. En ese momento el FBI solo tenía la certeza de que alguien quería vender secretos entre los miles de funcionarios que hay. Necesitaban pistas.
El FBI propueso varios lugares para intercambiar dinero por material, pero Toebbe no se fiaba con quien hablaba. Pidió una prueba definitiva: en uno de los edificios de ese gobierno en Washington debía hacer volar en un fin de semana acordado una bandera determinada. El FBI lo pidió a ese país y el país lo hizo. El anzuelo ya estaba lanzado, y Toebbe picó.
Se organizaron varias entregas, en al menos una llevaba un disco dentro de un sandwich, como tituló este periódico. Toebbe no llevaba teléfono encima. Pero le detuvieron igual. Con otras condiciones de cifrado la policía quizá habría tenido más opciones de capturarle. Pero así había que esperar al error humano, que siempre llega.
3. Facebook ahora cansará con otro nombre
No sé cómo lo hace, pero Facebook consigue colarse aquí semana tras semana. Ahora por el nombre. Hay varias cosas interesantes que parecen confirmadas:
• No hay nombre nuevo aún
• Es un cambio inminente
• La red social seguirá llamándose Facebook, lo que igual cambia es la empresa que agrupa Facebook, Instagram y WhatsApp. Google hizo algo parecido con Alphabet.
• El nombre servirá de paraguas a toda la parte de gafas y metaversos, que ya no serán de "Facebook", sino de "Horizon" o como acabe llamándose. La marca genérica cambiará.
El cinismo lleva a pensar que esto se anuncia ahora para cambiar el rumbo de las noticias. Pero Facebook lleva tanto tiempo con malas noticias que la cosa no viene de hace unos días.
4. TikTok y Snap al Congreso por fin
El próximo martes TikTok, Snap y YouTube declararán en el Congreso sobre sus plataformas y niños. TikTok y Snap lo harán por primera vez, mientras que Facebook lleva 31 comparecencias.
Esta semana se ha sabido que Pierre Omidyar, fundador de eBay, y una de las 100 personas más ricas del mundo (el 83), ha ayudado a la campaña de la garganta profunda de Facebook Frances Haugen. Su intención, dice, es ayudar a que salgan filtraciones pero no deja de ser curiosa esta ayuda.
5. Verdad tenía que llamarse
El ex presidente Donald Trump ha creado finalmente su plataforma digitial. Tendrá una red social que llamará TRUTH Social y parece que los amplificadores de cada mensaje se llamarán "re-truths". Hay pocas cosas más que añadir.
Una de sus hipótesis de venta es que en los 80 nació la radio conservadora, en los 90 se fundó Fox, la tele conservadora, y ahora les toca a las redes. Aunque el proyecto de Trump incluye también una plataforma de streaming.
El crítico de medios de Politico está poco convencido, con razón: "¿Realmente tenemos que esperar que una start up social y de medios con la calderilla de $293 millones y supervisada por un hombre de 75 años pueda superar Fox, CNN, Disney y Microsoft?"
TRUTH ya ha sido hackeada con cerdos defecando antes de su lanzamiento oficial.
6. Más pánico moral
Esta semana el pánico moral le ha tocado al temor de "El juego del calamar", de Netflix. Realmente nos hemos olvidado de nuestras infancias y peligros. Este tuit de RTVE tiene miles de ejemplos. He escogido uno.
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