Hace diez días se estrenó, en exclusiva en Spotify, DMG: El sueño de La Hormiga. Es un podcast de La No Ficción, productora colombiana dirigida por Juan Serrano y que ya cuenta en su cartera con títulos fabulosos como Un periódico de ayer, El espía ruso reclutado en Bogotá o La desaparición del Padre Gallego. A este último le guardo un especialísimo cariño porque fue uno de los primeros podcasts producido en Latam que escuché en mi vida y no he olvidado ni la historia ni a Juan Serrano haciendo de todo: investigar, escribir, narrar, producir, diseñar.
Han pasado muchos años desde que Juan era el hombre orquesta del podcast y La No Ficción es ahora una productora con solera y, sobre todo, con más gente trabajando. DMG: El sueño de La Hormiga es una gran producción que en diez episodios nos cuenta la historia de la empresa DMG, una estafa piramidal a gran escala que desbarató Colombia a finales de la primera década de este siglo. Todos hemos escuchado, leído o conocido historias de estafas piramidales, pero la de la empresa DMG, que tomaba su nombre de las iniciales de su creador David Murcia Guzmán, es otro nivel. Su desmantelamiento obligó al gobierno de Rafael Uribe a decretar el estado de emergencia en el país para poder hacer frente a las miles de personas que se oponían al cierre de sus actividades.
Félix de Bedout, periodista y narrador, nos lleva de la mano y paso a paso a conocer la vida de David Murcia Guzmán y cómo creó un imperio financiero que, además de convertirle en un hombre inmensamente rico, mejoró, en principio, la vida de miles de colombianos que le adoraban y sentían por él un respeto y una admiración casi reverencial. Gracias a su “sistema” miles de campesinos, alejados de Bogotá, abandonaron el cultivo de coca para dedicarse solamente a “invertir” y “comprar” con el sistema de tarjetas de DMG. Y todo empezó en La Hormiga, un pequeño municipio en el que de la noche a la mañana la gente tenía dinero para comprar una nevera, un televisor, un coche, viajar, dejar de pensar en que mañana no tendrían para comer. Nadie sabía cómo funcionaba aquello pero funcionaba. David Murcia Guzmán quería crear un sistema monetario alternativo al tradicional, desafiar a los bancos, al gobierno y creo que convertirse en una especie de líder tanto social como económico.
DMG: El sueño de La Hormiga me ha gustado mucho primero porque Félix de Bedout es un gran narrador al que se le notan sus años de radio y su profundo conocimiento del tema. Además, esta producción es un buen ejemplo de que una historia que ocurrió hace quince años y que podría parecer, en un primer momento, “pasada”, funciona muy bien contada en audio y explicada (otro mérito) para que un oyente no colombiano entienda a la perfección todo lo ocurrido y la repercusión política y social que todo aquello tuvo y sigue teniendo, porque el podcast ha sido un auténtico bombazo en Colombia.
Los estafadores tienen un atractivo especial con el que consiguen engañar, pero además resultan irresistibles como personajes. Al terminar de escuchar la historia de David Murcia Guzmán hice un recuento mental (ayudada por mi excel donde los voy registrando) sobre todos los podcasts que ya he escuchado de grandes estafadores. La historia de Anna Delvey, que consiguió durante años engañar a toda la sociedad neoyorkina, pegándose una vida de lujo fingiendo ser una rica heredera alemana. O la de la Dr. Ruja Ignatova, que se inventó una criptomoneda para luego desaparecer misteriosamente y arruinar a miles de personas. O la historia de la estafa que consistía en vender parcelas en el desierto de Mojave, contada en California City. O, por supuesto, estafas ligadas a la pandemia, como la montada por Andrei Doroshin en Philadelphia y que se cuenta en Half Vaxxed. Una de las últimas que he escuchado es Love, Janessa, la historia de las empresas dedicadas a estafar en internet con falsos perfiles de mujeres enamoradas hasta las trancas de hombres que durante meses y años envían dinero a una desconocida a la que solo conocen por foto. Me marcó saber que esos chats “amorosos” los llevan desde Ghana teleoperadores que siguen un manual con todas las respuestas para conseguir el enganche del estafado y su dinero.
Tengo claro que las historias de estafas nos gustan porque desde la seguridad de nuestro hogar nos da mucha satisfacción pensar que a nosotros no nos habrían engañado, que somos más listos, que estamos a salvo de caer en manos de un estafador. No es verdad. Caeríamos. Así que estas historias hay que escucharlas para estar prevenidos, no para creernos más listos.
Ojalá haya más historias de estafadores en español: el pequeño Nicolás, Forum filatélico...
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