Hola queridos lectores,
Desde hace 13 años Chile celebra Congreso Futuro, un encuentro gratuito donde científicos y humanistas de talla mundial discuten las problemáticas que enfrenta la sociedad. Este año, como no podía ser de otra manera, la inteligencia artificial fue uno de los temas claves. He acudido a varias ediciones y creo que este año se produjo algo especial. Las salas del Centro de Extensión Instituto Nacional estaban abarrotadas de gente, especialmente jóvenes, que se echaban el día escuchando a neurocientíficos, físicos, filósofos o investigadores. Fue bonito ver cómo el evento que comenzó en 2011 con 15 expositores y un millar de asistentes ha escalado al punto de recibir a 115 expertos y más de 60.000 espectadores, la cifra de asistencia más alta hasta la fecha.
Como destacó el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Encuentros del Futuro, Guido Girardi, es muy importante que exista un espacio como este en un mundo de guerras, de pandemias, de narcotráfico. En el evento me tocó conversar con la científica francesa Laurence Devillers, profesora de Inteligencia Artificial en la Universidad de la Sorbona. Fue muy interesante porque lleva 20 años investigando la computación afectiva. Me contaba que en algunos países como Japón ya conectan la cara de alguien fallecido a un robot y lo usan durante el duelo. Con proyectos en marcha de hologramas y gafas de realidad virtual donde el usuario puede ver muertos, sin duda es un tema que como sociedad tenemos que empezar a discutir más en serio. Devillers plantea que como tenemos reglas en la vida real, también tenemos que tenerlas en la vida virtual y con un enfoque ético, una de sus grandes banderas. Los invito a leer la entrevista titulada Uno es libre de enamorarse de lo que quiera. Pero si es de una máquina, es falso.
En la inauguración del Congreso del Futuro, el presidente Gabriel Boric dijo que la inteligencia artificial jugará “un rol importante” en la búsqueda de los detenidos desaparecidos, en alusión al Plan de Búsqueda de más de 1.000 personas que fueron víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Mi compañera Ana María Sanhueza habló con el ministro de Justicia, Luis Cordero, para conocer los detalles. Este le comentó que es mucha la información que está en manos del Estado y no hay capacidad humana para procesarla, ya que requiere ser vinculada una con otra. La inteligencia artificial, sostuvo Cordero, permite reducir las brechas de investigación con algoritmos, que se van probando, y que van leyendo en los expedientes, por ejemplo, fechas, nombres, lugares. Otro uso de este avance tecnológico que extiende velozmente sus tentáculos en nuestro día a día. Por eso la importancia del Congreso Futuro. Y por eso la tremenda asistencia.
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