Buenos días,
Esta newsletter semanal que usted recibirá a primera hora de todos los viernes tratará de refrescarle lo fundamental de la semana que concluye y advertirle, hasta donde sea posible, de lo relevante de la semana siguiente. Soy José Antonio Vega, director del diario Cinco Días. La pretensión, más allá de un repaso sumarial de los acontecimientos que consideremos importantes en la economía, la actividad de las empresas y los movimientos de los mercados financieros, es ayudar a interpretarlos para que cada cual pueda tener una composición más completa de los mismos, y le encuentre utilizar para tomar sus decisiones. En absoluto pretendemos tener la razón en los planteamientos que desde aquí hagamos, pero sí invitamos a incorporar nuestro punto de vista en el análisis de la realidad. Las cosas van tan rápidas que no siempre contamos, ni usted ni nosotros, con el sosiego suficiente para analizarlas, y menos para trascender sus consecuencias.
Ambiente electoral
¿Empezamos por la política? En este país, la campaña electoral es permanente, y no es de ahora; pero desde que la política se ha convertido en un pugilato verbal en el que la forma es lo importante, las legislaturas son un continuado mitin a la busca de la erosión del contrario. La fragmentación parlamentaria y la conversión de actitudes que hasta hace unos años no eran normales en moneda de curso legal ha extremado el hábito electoral de los gobiernos y los partidos de la oposición. En cuatro semanas los electores de Castilla y León pasarán por las urnas en otra quiebra del calendario político regional, que se ha convertido en una pieza más de una cadena de cuyos extremos tensas PSOE y PP.
El argumentario de la campaña lo ha brindado gratis el ministro Alberto Garzón con un comentario tan desafortunado como discutible poniendo en pie de guerra a una industria que es la quinta exportadora cárnica de Europa. Pero lo que se dirime de verdad es la escalera de color que el Partido Popular quiere proyectar hasta las elecciones generales para tratar de echar de Moncloa a Pedro Sánchez. Una torpeza política en Murcia, con resonancia en otras varias regiones, abrió la caja de Pandora en mayo de 2020 con las elecciones de Madrid, que sacaron del terreno de juego a Pablo Iglesias y propiciaron la primera gran derrota política de Sánchez.
Segunda estación: con argumentos bastante peregrinos, el presidente de Castilla y León convoca anticipadas para barrer a C’s en la región y asestar una segunda derrota a Sánchez.
Tercera estación: Juanma Moreno adelantará los comicios en Andalucía para tratar de asestar, y la demoscopia lo anticipa, una tercera derrota a Sánchez en la comunidad más poblada de España y otrora solaz cortijo de los socialistas.
La cuarta estación de la escalera de color serían unas municipales en las que el PP pretende reforzar su poder, ya en mayo de 2023, para preparar la que sería la quinta y última: desalojar a Sánchez de Moncloa. ¿Saldrán las cosas como las ha ideado Génova 13?. Veremos. ¿Y si Sánchez, el más audaz de la clase, adelanta las generales a noviembre? No lo descarten. Yo no lo descarto.
Reforma laboral y Ley de vivienda
En ese ambiente de frentismo político, el Gobierno quiere sacar adelante la no reforma laboral (no ha habido tal reforma, se ponga Yolanda Díaz como se ponga: ha habido un pequeño maquillaje que deja como estaba todo lo que Rajoy dejó atado en la reforma Báñez, echando en cara al PP su negativa a colaborar.
Y tampoco es ajeno al cuadrilátero político la ley de Vivienda, con la que Gobierno y Podemos marean la perdiz desde hace ya dos largos años, sin haber chocado hasta ahora con el Consejo General del Poder Judicial, que (mayoría conservadora) descalifica el proyecto por invadir las competencias de las comunidades autónomas e intervenir el precio de los alquileres, cosas ambas que el liberado Ábalos sabía y por lo que retrasaba y retrasaba la norma. Tendrá que esperar, y no acabamos de tener claro aquí que llegue algún día al BOE, y si llega como está se la cepillará el Constitucional.
En todo caso, de aprobarse una modificación de la norma para llevarla definitivamente al Congreso, no será esta semana, y esperará a un nuevo dictamen del CGPJ, que ha enmendado la plana al primer ponente del dictamen del proyecto.
Declaración del presidente de Iberdrola
El que sí pasó por los tribunales esta semana ha sido Ignacio Sánchez Galán e Iberdrola como entidad societaria, acusados de cohecho, delito contra la intimidad y falsedad en documento mercantil en el caso Villarejo, en alusión a ese fantasma enjaulado que tira de grabaciones a unos y otros, y tiene a todos, cogiditos… Galán insiste en que todo es una conjura contra la compañía que llega hasta la intención última de arrebatarle el control. Una vieja obsesión que renace con la sombra de Florentino Pérez como supuesto manejador. En fin: un embrollo más de la factoría Villarejo, que deja de importunar a las grandes empresas y que no es la mejor película para proyectar en la pantalla de los mercados internacionales. La historia está en saber si el asunto será abandonado como se abandonó la imputación de Antonio Brufau y Repsol, de Isidro Fainé y Criteria. En este caso parece que declaraciones de antiguos directivos de Iberdrola juegan en contra.
En los mercados...
En los mercados financieros, sigue la rotación de carteras hacia los valores que mejor se defienden del alza de precios y del alza de los tipos de interés, que parece que llegarán antes de lo previsto, incluso en Europa, pese a negar la mayor con reiterada vehemencia la señora Lagarde, así como a los valores cíclicos dado que la recuperación parece consolidarse. Entre tanto, el guirigay de opiniones acerca de la regulación y la aceptación de las criptomonedas, acerca de las cuales hay ya una burbuja importante que debería ser pinchada antes de que salpique a todo el mundo.
Hacia el final de la semana tendremos novedades sobre la inflación, ese verdadero hombre de negro que cercena las rentas lentamente de la mano de una energía que seguirá subiendo por la presión de la demanda o por la guerra templada en Ucrania o por ambas cosas, y el PIB, que no es tan bueno como lo pintan. Tenemos ideas propias sobre ambos asuntos. Pero se las reservo para la próxima entrada.
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