La teoría más bonita lo relaciona con la evolución y explica que es un mecanismo que usa el cerebro para que podamos agarrar mejor objetos mojados.
La teoría más bonita lo relaciona con la evolución y explica que es un mecanismo que usa el cerebro para que podamos agarrar mejor objetos mojados.
Cuando las manos y los pies están en contacto con el agua durante un rato, el cerebro envía una orden para que los vasos sanguíneos que hay debajo de la piel se contraigan.
La superficie que ocupa esa área se hace más pequeña por lo que una parte de la piel que la cubre, ahora sobra.
Para adaptarse a la nueva superficie, la piel se arruga.
Las arrugas sirven para que por ellas escurra el agua y entonces las manos y los pies son más operativos para agarrar algo mojado o sujetarse al suelo húmedo.
Texto:
Victoria Toro
Diseño y HTML:
Amanda Espuela y Nelly Natalí Sánchez