Françoise Barré-Sinoussi
Bioquímica
Francia, 1947
"Nunca antes la ciencia y la medicina han sido tan rápidas a la hora de descubrir, identificar el origen y aportar tratamiento para una nueva enfermedad". Con esa frase, el comité del Premio Nobel reconoció en 2008 el hallazgo del virus del sida a Françoise Barré-Sinoussi (París, 1947) junto a Luc Montaigner. Todo comenzó en el año 1983, cuando la investigadora publicó en la revista Science el descubrimiento de un retrovirus que después se conocería como VIH. La científica, años más tarde, reconoció que en aquel momento eran muy ingenuos.
En Francia, en 1983, había 50 pacientes identificados con síntomas de sida. No conocían todavía el perfil de la epidemia en África y no se dieron cuenta hasta mediados de los ochenta; fue entonces cuando comenzaron a ver su dimensión y constataron, según ella contó, que era algo terrible. Barré-Sinoussi entró en el Instituto Pasteur, en París, a principios de los setenta, donde se doctoró en 1975 y estrenó laboratorio propio en 1988. Su trabajo es inmenso: ha firmado junto a otros autores más de 240 publicaciones científicas, ha impartido cientos de conferencias por todo el mundo, ha formado a otros investigadores, es miembro activo de varios comités científicos y sociedades y es consultora de la OMS y del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida. Y, desde hace treinta años, trabaja para mejorar las condiciones de prevención, cuidados y tratamiento de la enfermedad en países en desarrollo.
“Si quieres estar lo más cerca posible de lo que esperas, tienes que ponerte objetivos altos, es la mejor forma de hacer progresos”.
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