Francisco Calvo Serraller
El artista fue cobrando progresiva importancia en la esfera pública a lo largo del siglo XX y, en especial, durante su último cuarto. Como tantos otros entre los maestros antiguos, tuvo que esperar varios siglos para hacerse comprender de una forma cabal
Ángeles García
El visionario del retrato psicológico, el errante, el tipo de escasa fortuna, el genio ensombrecido por otros genios del Renacimiento veneciano… Hay muchos 'lottos', todos esperando a ser descubiertos
La etapa de Treviso fue muy feliz para él: había sabido procurarse un prestigio reconocido más allá de las murallas de la ciudad, frecuentaba personalidades destacadas y la dimensión del lugar se adaptaba a su naturaleza. La producción retratística de estos años refleja ese equilibrio en el que se conjugan admirablemente las exigencias de los comitentes y la fertilidad del ambiente con las tendencias del artista
La primera referencia a la presencia de Lotto en la región de las Marcas es la solicitud que la orden de los Predicadores de Recanati dirige al municipio, en junio de 1506, para obtener una contribución destinada al pago de el ‘Retablo de Recanati’, el objeto artístico más caro llevado a cabo en la región. Entre 1506 y 1508, Recanati y las Marcas fueron el trampolín para el gran desafío profesional del joven maestro: Roma
No se han aclarado las circunstancias que lo condujeron hasta Roma. Se han propuesto muchas hipótesis y tal vez la más convincente es la que apunta a la posible mediación de Donato Bramante, en aquel tiempo el vínculo entre la Santa Sede y la basílica de Loreto, cerca de Recanati. Si tenemos en cuenta algunas de las cumbres pictóricas de Bramante que han llegado hasta nosotros, no es difícil pensar que el maestro apreciara la fórmula lingüística y la fuerza que caracterizaban el arte de Lotto
Lotto estuvo en Bérgamo entre 1513 y 1525. Allí tuvo su periodo más productivo y algunos expertos opinan que el mejor. Mercaderes, iglesias, aristócratas… Lotto recibió multitud de encargos. También allí desarrolló la habilidad de dejar transpirar al lienzo las emociones y los pensamientos de quienes aparecían en sus retratos
Lotto fue y vino de Venecia varias veces a lo largo de su vida. Allí nació en 1480, aunque no tardó en marcharse, oscurecido y en competición constante con otros artistas: Giorgione, Palma il Vecchio y, sobre todo, Tiziano. Durante sus temporadas en la ciudad, Lotto realizó trabajos para varias iglesias, pero también, en aquella sociedad opulenta y de fasto creciente, recibió numerosos encargos para retratos privados. En 1545 regresó a Venecia durante cuatro años; fue la última vez que estuvo en la ciudad
De 1533 a 1539 las huellas de Lotto en la región de las Marcas aparecen intermitentemente. En 1534 estuvo en Ancona, en 1535 en Jesi, de nuevo en Ancona en 1538 y en 1539 en Macerata y Cingoli, donde pintó para los dominicos la Pala de la Virgen del Rosario. De nuevo en 1549, llega a las Marcas desde Venecia. Su tiempo estaba a punto de acabarse
Lorenzo Lotto llegó a Loreto en 1552, tras pasar por Ancona. Ingresó en el Santuario de Loreto y se convirtió en un hermano lego. Hasta su muerte, se dedicó a decorar la basílica de Santa María y pintó también para el Palacio Apostólico de la ciudad. Murió en 1556 y fue enterrado, tal y como pidió, con el hábito dominico
1505. Óleo sobre tabla. Nápoles, Museo Nazionale di Capodimonte
hacia 1515-1520. Óleo sobre tabla. Niva, Nivaagaards Malerisamling
hacia 15335-1535
hacia 1508. Óleo sobre tabla. Viena, Kunsthistorisches Museum, Gemäldegalerie
1527. Óleo sobre lienzo. The Royal Collection Trust, Hampton Court
1532. Óleo sobre lienzo. Galería de la Academia de Venecia
hacia 1523-1524. Óleo sobre lienzo. Museo Hermitage, San Petersburgo
1547. Óleo sobre lienzo. National Gallery de Londres