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Franco ha muerto

Una crónica en fragmentos de televisión

20 de noviembre de 1975. La fotógrafa Lea Levi se planta delante de la televisión, como muchos españoles. A lo largo de cuatro días, desde la muerte del dictador Francisco Franco hasta su entierro, dispara 442 veces con su cámara enfocando la pantalla.

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Levi, italiana afincada en Madrid desde los setenta, utilizó su cámara Hasselblad para concebir una “obra de arte conceptual”. El inquietante resultado es una especie de muro de Instagram sobre el 20-N, realizado cuatro décadas antes de la era Instagram. ¿Por qué no salió a la calle con su cámara? “¿Y dónde iba a ver mejor el suceso que en la tele?”, contesta.

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Una vez positivadas en papel, Levi pegó las fotografías por detrás con celo para formar 13 planchas rectangulares de más de medio metro de largo por unos 45 centímetros de ancho. Cada plancha contiene —salvo dos de ellas, con alguna menos— 35 instantáneas de 9 x 9 centímetros. Su orden no es exactamente cronológico.

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Lea Levi, 82 años, explica en su casa de Madrid cómo realizó aquellas fotografías.

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Después de ensamblar el mural, la fotógrafa expuso las 13 planchas en su galería de arte madrileña. “No pasó casi nadie por allí”, admite. Tras cerrar la galería, dio por perdidas las fotos durante años. Las encontró recientemente, al hacer una reforma en su casa, en pleno debate sobre qué hacer con los restos de Franco que reposan en el Valle de los Caídos.

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“La fotografía es posesión”, explica Lea Levi. “Hacerse dueño del momento. La muerte de un dictador era un acontecimiento histórico de primera magnitud. Puse la cámara frente al televisor de manera natural y fui disparando progresivamente. Pensé que podría ser bonito, estéticamente concebirlo como un mural”.

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