EL PAÍS

En la piel de un refugiado: África

“Un vecino te ha denunciado”

A pesar de que no formas parte de ningún partido ni movimiento, no puedes evitar la violencia sectaria que se extiende como la pólvora por tu país: musulmanes y cristianos se matan entre sí sin que las autoridades hagan nada. Basta con que alguien te señale para ser objetivo de alguno de los grupos que recorren las calles machete en mano. Tu padre es musulmán y tu madre cristiana. Un amigo te llama a casa: “Tienes que salir ahora mismo, un vecino te ha denunciado, van a matarte, saca a tu familia de ahí”, te dice.