Del bienestar personal al bienestar familiar, para finalmente mejorar el bienestar social en las comunidades locales. Este es el camino de lo personal a lo colectivo que recomiendan estudios como los publicados por Psychology Science of Therapy. Seguir estos pequeños consejos, te ayudará a llevar felicidad en 2018 a ti y a los que te rodean.

La felicidad personal empieza con la felicidad entre amigos y en familia

Una investigación de Harvard Medical School y University of California, en San Diego, demuestra que los amigos te hacen más feliz porque la amistad, como la risa, es contagiosa. Se puede decir que la actitud positiva causa una reacción en cadena.

¿Cómo fomentar esos lazos entre las personas más cercanas y queridas?

Con hábitos muy sencillos y, sobre todo, gratificantes. Por ejemplo, acostumbrarse a compartir secretos con familiares, amigos y compañeros de trabajo, expresar las emociones íntimas y compartir preocupaciones sin temor a la vergüenza. El efecto es liberador. También aprender a solucionar conflictos a través del diálogo: un truco muy útil es designar un mediador en el grupo que escuche a ambas partes y ayude a mejorar la comunicación superando las suspicacias.

Nada une más que vivir experiencias emocionantes

Por ejemplo, aprender a tocar un instrumento o a hablar un nuevo idioma en grupo. O, simplemente reservar un par de horas semanales para hablar de cómo van las cosas, pedir consejos y celebrar los pequeños éxitos cotidianos. Si estos hábitos se aplican en grupos más amplios con personas desconocidas o a las que solo conoces de vista, incluso dentro de la misma empresa, te ayudarán a intimar mejor e incluirlas en tu círculo de confianza.

El poder de la convivencia

Muy bien, has aprendido un nuevo conocimiento, por ejemplo, bailar. ¿Qué tal compartirlo? Así conseguirás extender esa satisfacción personal con el mundo, doble gratificación, mejoras tú y mejoras a otros. Cuanto más audaces sean esas experiencias de comunicación y generosidad, más huella dejan. Esa es la filosofía de proyectos tan originales como Danza para la Convivencia, presente en varios países latinoamericanos como México y Colombia. Se basa en un principio muy simple: la expresión corporal es la más accesible y rompe barreras sin necesidad ni siquiera de hablar. Los participantes se expresan libremente, se dan a conocer en su interpretación personal del baile y, después, trabajan juntos para desarrollar coreografías. Por eso puede usarse para restablecer lazos de confianza y tolerancia en zonas castigadas por la pobreza o la violencia.

Fundación Coca-Cola apoya a la asociación Escuelas Sustentables A.C. para promover y construir un desarrollo respetuoso con el medio ambiente. Entre sus proyectos destaca Vive tu Parque para impulsar el desarrollo comunitario.