México es uno de los países con mayor diversidad del mundo, alberga a más de 70.000 especies. Recordamos a 10 de las especies más emblemáticas que se encuentran en peligro de extinción
continuarLos índigenas lo llamaban axolotl, que significa “monstruo de agua”. El ajolote ha cautivado la imaginación de generaciones y servido como fuente de inspiración para varias obras literarias entre las que destaca el cuento de Axolotl de Julio Cortázar. Este anfibio se ha convertido en un símbolo de México. Ha ganado fama sobre todo por su apariencia de renacuajo gigante con patas y cabeza grande. Tiene 126 pequeños dientes y presenta una amplia gama de colores, desde gris, café y verde, hasta blanco, dorado y negro. Gracias a la facilidad con la que se reproduce y vive en cautiverio, el ajolote se encuentra en diferentes acuarios del mundo. Sin embargo, en su estado natural quedan muy pocos ejemplares esparcidos por la Ciudad de México. El clima en el que habita suele variar, pero suele encontrarse en los canales de Xochimilco.
En el último censo se calcularon 100 ajolotes por kilómetro cuadrado en Xochimilco. Son pocos los ejemplares actuales, ya que en comparación con 1998 había más de 6.000 en todo Xochimilco.
Gracias a la facilidad con la que se reproduce y vive en cautiverio, el ajolote se encuentra en diferentes acuarios del mundo. Sin embargo, en su estado natural quedan muy pocos ejemplares esparcidos por la Ciudad de México. El clima en el que habita suele varias, pero suele encontrarse los canales de Xochimilco.
La guacamaya roja está representada en la mitología maya como el dios Vucub-Caquix. Actualmente es muy cotizada por su rareza y belleza de colores. Es una de las dos especies de guacamayas que se pueden encontrar en México y tiene un gran atractivo turístico. De acuerdo con el Gobierno, el precio de esta ave oscila entre los 1.000 y 2.000 dólares.
Los expertons calculan que existen entre 20.000 y 50.000 aves en la actualidad, sin embargo, dadas las condiciones de reproducción y alimentación este animal se encuentra en riesgo.
En el país, esta guacamaya ha desaparecido de los Estados de Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Campeche. Sólo existe una población importante conocida en el este de Chiapas. Suele habitar climas húmedos selváticos.
El lobo más pequeño de Norteamérica nace ciego y sordo hasta que cumple 65 días. Es tan chico que tiene el tamaño de un perro mediano. Las culturas europeas asociaban a los lobos en general como seres malignos y codiciosos, pero este patrón no se cumplía en tiempos prehispánicos. Se han encontrado restos de lobo gris en el Templo Mayor de la capital y en la Pirámide de la Luna de Teotihuacan porque se creía que tenían poderes mágicos. Su imagen simbolizaba la valentía y la fuerza, y se le vinculó con la diosa mexica del fuego, Chantico, y la deidad canina Xólotl.
Se estiman 300 ejemplares de este canino, sin embargo, en la actualidad existen programas de regeneración que ayudan a su reproducción en cautiverio ya que ésta resulta complicada. En el 2014 se registró el primer nacimiento salvaje de lobos mexicanos.
La recuperación del lobo mexicano empezó a mediados de la década de los setenta y sigue en pié en la actualidad, sin embargo las condiciones de liberación han sido complicadas y los estudios indican que en la actualidad la mayoría de los ejemplares han sido liberados en el norte de la República Mexicana y el sur de Estados Unidos de Norteamérica.
El mayor peligro al que se enfrenta el ocelote es la caza ilegal y la destrucción de su habitat. Aunque organismos internacionales se han unido para detener la muerte de estos felinos, su piel todavía se comercia en el mercado negro. En comparación con otros animales de esta lista, este felino se encuentra en el menor nivel de peligro de extinción, aunque la baja población ha encendido las alarmas de los biólogos. Al igual que el jaguar y la tortuga caguama, el ocelote está presente en el arte precolombino de América pero con menor presencia. Presenta una alta preferencia por ambientes húmedos con una cobertura vegetal densa y abundante como la que puede encontrar en Chiapas.
Resulta muy complicado censar al Ocelote, no obstante se calculan entre 800.000 y 1,5 millones en parte de latinoamérica.
Al igual que el jaguar y la tortuga caguama, el ocelote está presente en el arte precolombino de América pero con menor presencia. Presenta una alta preferencia por ambientes húmedos con una cobertura vegetal densa y abundante como la que puede encontrar en el sur de México y principalmente en el estado Chiapas.
El jaguar es uno de los grandes símbolos de la cultura prehispánica de México. Los Olmecas fueron los primeros en utilizar la imagen de este felino en sus esculturas que simboliza la noche. El jaguar es el protector espiritual de los índigenas más importantes como los gobernantes, sacerdotes y hechiceros, los cuales se disfrazaban del animal en ocasiones. Considerado como el felino más grande de las Américas, suele tener una fuerte presencia en regiones con mucha agua (desde la selva, zonas pantanosas). Como miembro del grupo de los grandes depredadores, su extinción desestibilizaría los ecosistemas.
Aunque los jaguares todavían no están en peligro de extinción, los científicos advierten que existen pocos ejemplares y su población va en disminución ya que se tiene considerada una población de alrededor de 15.000 ejemplares.
Considerado como el felino endémico más grande de las Américas, suele tener una fuerte presencia en regiones con mucha agua, principalmente selva y zonas pantanosas como es el caso del ecosistema del sur de México y parte Sudamérica.
Al igual que el jaguar, las tortugas marinas han formado parte de la cosmología de diversos grupos indígenas. En algunas ruinas mayas todavían se pueden apreciar estelas talladas con la forma de estos reptiles. Aunque las tortugas caguama no anidan en México, es posible encontrar grandes poblaciones que provienen del archipiélago de Japón. Este tipo de tortuga es el más grande de todas entre las que tienen el caparazón duro. Suele anidar en playas arenosas a lo largo de regiones templadas y subtropicales. Uno de los grandes peligros para esta especie es que son víctimas de depredadores desde que están en el nido y se dirigen por primera vez al mar. En México, la caza furtiva de huevos de tortuga obliga al Gobierno a protegerlas con grandes despliegues militares.
En México, la caza furtiva de huevos de tortuga obliga al Gobierno a protegerlas con grandes despliegues militares. Se calcula que en la actualidad existen poco más de 60.000 tortugas hembras de esta especie, mismas que cuentan con capacidad de anidar. Uno de los grandes peligros para esta especie es que son víctimas de depredadores desde que están en el nido y se dirigen por primera vez al mar.
Aunque las tortugas caguama no anidan en México, es posible encontrar grandes poblaciones que provienen del archipiélago de Japón. Este tipo de tortuga es el más grande de todas entre las que tienen el caparazón duro. Suele anidar en playas arenosas a lo largo de regiones templadas y subtropicales.
Cuenta la leyenda que cuando Cristóbal Colón llegó por primera vez a las Antillas observó un animal que jamás había visto y creyó que era una sirena, pero en realidad era un manatí. Antes, los mayas ya habían atribuido a este mamífero el poder de predecir sequías si nadaba a contracorriente. La apariencia del manatí, grande y corpulento, puede engañar a muchos, porque en realidad es muy ágil y sociable. Son excelentes nadadores, gracias a sus aletas, que se encuentran en la parte posterior de su cuerpo y a una aleta caudal que les sirve como timón. Sus extremidades les permiten cazar e, incluso, abrazar a otros manatíes. Su población se extiende desde Florida hasta Brasil, pero disminuyó porque su carne se consume y se vende desde las primeras misiones de exploradores europeos. En México, hay indicios desde 2014 de que su población se ha estabilizado y se recupera poco a poco, pero sigue siendo una especie vulnerable
En México, hay indicios desde 2014 de que su población se ha estabilizado y se recupera poco a poco, pero sigue siendo una especie vulnerable ya que cuenta con apenas un estimado de entre 1000 y 2000 ejemplares.
Su población se extiende desde Florida hasta Brasil, pero disminuyó porque su carne se consume y se vende desde las primeras misiones de exploradores europeos.
El perrito llanero mexicano no es un perrito, sino más bien un roedor, similar a una ardilla. Se le llama así porque ladra cuando está asustado o se siente amenazado. Su población ha caído y sigue disminuyendo porque se le ha considerado una plaga y una competencia para el ganado, pero en realidad su papel en el ecosistema es crucial porque regula los recursos que están naturalmente disponibles. Pese a que históricamente han sido presa del veneno y de las trampas para roedores, estos animales son sociales y viven en clanes o familias que tienen un macho alfa, dos o tres hembras y sus crías. Una peculiaridad del perrito es que tienen un lenguaje de chillidos y ladridos muy sofisticado, que se basa en sonidos cambiantes si se encuentran en presencia de diferentes depredadores como halcones, águilas o búhos. Es el símbolo de Saltillo, la capital de Coahuila.
La población actual del perrito llanero es desconocida ya que resulta en extremo complejo hacer un estimado. No obstante, por la extención del territorio en el que habitan resulta claro que su población puede o con proximidad podría estar en peligro de extinción.
El perrito es el símbolo de Saltillo, la capital de Coahuila y en general, el habitat desértico en el que habitan, suele encontrarse delimitado deltro del estado antes mencionado.
El tapir centroamericano es un todoterreno, su gran tamaño no le impide desplazarse con agilidad en la selva, nadar y hasta bucear Los investigadores atribuyen sus dimensiones a que sobrevivió a un gran evento de extinción durante el pleistoceno, que se extiende desde hace unos dos millones de años hasta hace 10.000.
Su población ha caído debido a la deforestación, la trasmisión de enfermedades del ganado y la caza, Si desaparecen, muchas especies vegetales podrían hacerlo también y se estiman sólo 1.500 ejemplares.
El tapir es el mamífero terrestre más grande que se puede encontrar en el Sureste de México, como herbívoros, su papel en los ecosistemas húmedos es clave: diseminan semillas a través de la defecación, germinan plantas con su orina y cambian el forraje en las zonas en las que se mueven. México es uno de los países de la región con concentraciones más grandes de este tipo de tapir, que habita también en toda Centroamérica y la selva de Colombia.
La vaquita marina es única, sólo existe en México y no tiene parientes cercanos. Es la especie más pequeña de la familia de los cetáceos, que incluye a las ballenas y los delfines. Se caracteriza por tener parches negros alrededor de los ojos y los labios, de ahí que se le llame popularmente vaquita. Suelen nadar solas en aguas poco profundas, subir lentamente a la superficie a tomar aire y, como otros cetáceos, se comunica a través de señales acústicas. Los investigadores han confirmado que su mayor amenaza es que quedan atrapadas incidentalmente en las redes de los barcos de pesca industrial y comunitaria.
Su forma de comunicación ha permitido a los científicos calcular su población. Es uno de los animales más amenazados del país. Mientras que en 1997 existían cerca de 570 ejemplares, según datos oficiales, hoy quedan sólo menos de 50.
La vaquita marina sólo existe en México y habita en la parte noroeste del país, justo en la región marítima del Golfo de California entre las costas de los estados de Baja California Norte y Sonora.