Muere Josep Almudéver a los 101 años, uno de los últimos brigadistas internacionales

Josep Almudéver Mateu, brigadista republicano en la Guerra Civil española, ha fallecido a los 101 años. Fue uno de los últimos supervivientes de los 45.000 brigadistas internacionales que abandonaron sus países para luchar en España contra el ejército franquista apoyado por los nazis y fascistas de los gobiernos de Alemania e Italia. El hispanofrancés Almudéver nunca olvidó los gritos de los compañeros fusilados al intentar escaparse de los campos de concentración. Le obligaban a presenciar las ejecuciones siendo apenas un adolescente, según relató él mismo a este periódico en una entrevista hace ocho años.

Su juventud fue tan intensa como su fuerza para relatar lo vivido a escolares, estudiosos y todo aquel que se acercaba. Heredó la militancia y el oficio de albañil de su padre. Cuando se declaró la Guerra Civil ya vivía con su familia en Valencia y se alistó en el Ejército republicano añadiéndose años: no tenía ni 17 cuando se alistó. Descubrieron que había mentido con la edad y lo mandaron a casa, aunque se las arregló para volver al frente. Cayó herido. Una vez recuperado vio la oportunidad de reincorporarse a la guerra a través de la Brigada Garibaldi. Lo aceptaron como francés, traductor y combatiente. De padres valencianos, Almudéver nació en Marsella fruto de un encuentro casual. Su madre, que trabajaba en un circo de gira por Europa cuando estalló la I Guerra Mundial, conoció al que sería su marido en la ciudad francesa.

Cuando los brigadistas se marcharon de España por decisión del Comité de No Intervención, Almudéver se buscó la vida para regresar al frente de Valencia. Era el final de la guerra. Después huyó con su padre al puerto de Alicante. Allí fue recluido en el campo de concentración de Albatera. Fue un hombre de acción toda su vida, yendo allá donde le reclamasen para contar su lucha en institutos, universidades y foros diversos.

Almudéver recibió hace dos años un homenaje de la Generalitat Valenciana “por ser ejemplo de la memoria viva de una historia que hay que recordar para poder avanzar en una democracia más llena y justa”, aseveró entonces la consejera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, según recoge Europa Press, que ha confirmado el fallecimiento de Almudéver. En este acto de homenaje, el propio Almudéver comentó que prefería no hablar de Guerra Civil porque, en su opinión, no fue un conflicto armado entre españoles sino “internacional”, una guerra con presencia de muchos países en la cual “estaba todo el mundo”. El brigadista recibió la Alta Distinción de la Generalitat.

El excombatiente destacó que en la contienda participaron tropas nazis venidas de Alemania y fascistas italianas para apoyar al bando franquista. “Cómo es posible decir que esto era una guerra civil”, se preguntó, al tiempo que indicó: “Nunca en la vida”. “La mentira más grande es que aquello fue una guerra civil”, agregó Almudéver, que señaló que la lucha como miliciano “representa la voluntad del pueblo trabajador español”. Consideraba que cuando combatió “había que defender esto fuera como fuera de los fascistas”.

El brigadista recordó, asimismo, como el Gobierno francés no entregó las armas compradas por el Gobierno republicano, amparándose en que no se lo permitió el Comité de No Intervención, atendiendo al pasaje que relata en su libro El Pacto de no Intervención. Pobre República. Memorias del miliciano y brigadista internacional José Almudéver Mateu.

El testimonio de Almudéver y de otros brigadistas internacionales fueron recogidos en la película documental italiana Los últimos serán los primeros, dirigida por y Pasquale D’Aiello. El largometraje narra un viaje en busca de los últimos voluntarios republicanos que lucharon en la Guerra Civil española. Entre 2015 y 2018, se recogieron los testimonios de ocho de ellos.