Cataluña vuelve al cierre comarcal para paliar el efecto de la Semana Santa

Un paso atrás. Cataluña volverá a partir de la medianoche de este jueves al cierre perimetral comarcal en un intento de contrarrestar el incremento de contagios por una mayor interacción social durante la Semana Santa y en un contexto de crecimiento de la pandemia. La decisión se tomó este miércoles en la reunión del Procicat por el aumento sostenido de los últimos días de los ingresos hospitalarios y, sobre todo, de los pacientes de las UCI. Una progresión “discordante” con las registradas en la segunda y la tercera ola y que ha hecho saltar las alarmas en las puertas de la que ya se considera la cuarta ola de covid.

Si el fin de semana pasado había diferencias en el seno del Govern respecto a la necesidad de restringir la movilidad, este miércoles la consejera de Salud, Alba Vergés y el de Interior, Miquel Sàmper, escenificaron una plena sintonía. Y el mensaje fue inequívoco: el crecimiento de la presión hospitalaria obligaba a limitar la movilidad que durante tres semanas pudo hacerse por todo el territorio catalán siempre con una misma unidad de convivencia. Las restricciones se prolongarán al menos hasta el 19 de abril. Entonces se revisarán las medidas que podrían mantenerse, ir a más o a menos, en función de cómo estén los indicadores epidemiológicos, según explicaron en la comparecencia ante los medios.

”Se revisarán los datos constantemente para intentar ajustar las restricciones. Hemos ido avanzando y prorrogando las medidas unas semanas, pero ahora hemos de actuar para frenar el crecimiento”, afirmó Vergés. Más claro lo expresó el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon: “Tenemos que ir hacia atrás porque las UCI se están llenando rápidamente teniendo en cuenta que hace dos semanas estábamos a 390 y hoy ya eran 458. Esa es una progresión que, además, es discordante con el crecimiento de otros datos y no sabemos exactamente cuál es la causa”.

Los ingresos por covid-19 llegaron este miércoles a los 1.712 pacientes

Los ingresos por covid-19 llegaron este miércoles a los 1.712 pacientes

Las UCIs se van llenando de más pacientes de covid y también siguen subiendo los ingresos hospitalarios, que este miércoles llegaron a los 1.712 pacientes. Otros indicadores que apuntan el empeoramiento de la epidemia son el incremento de la tasa de positividad de las pruebas realizadas, que se situaron ayer en 7,59%, muy por encima del 5% que aconseja la OMS. Lo mismo ocurría con la incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, que ayer era de 240, seis más que el martes. Por contra, la Rt, la velocidad de propagación de la enfermedad, sigue reduciéndose y ayer era de 0,93, seis centésimas menos que el día anterior.

Otros efectos del cierre perimetral comarcal es que quien tenga reservas hoteleras o entradas para espectáculos en localidades de fuera de su comarca no las podrá disfrutar porque no se permitirán excepciones. Respecto al quebranto económico que estas cancelaciones supondrán al sector de la hostelería, la restauración y la cultura, la consejera de Salud se limitó a decir que la Generalitat tiene líneas de ayudas, aunque no concretó cuáles.

“Es duro. Entramos en la cuarta ola y la fatiga pandémica sabemos que va a más. Pero ahora tenemos dos factores optimistas: el ritmo de la vacunación y el efecto estacional”, subrayó Sàmper que, no obstante, añadió que si la situación pandémica en Cataluña requiere de medidas restrictivas y se levanta el estado de alarma y el toque de queda en un mes, el próximo 9 de mayo, la Generalitat podría tomar decisiones de forma autónoma: “No es nada nuevo, ya lo hicimos, y en esos casos las medidas las tiene que refrendar el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña”.

El Procicat no ha tomado ninguna decisión sobre la petición de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de que el cierre perimetral en Barcelona sea metropolitano para evitar la masificación en las playas, en el centro de la ciudad y en Collserola: “Es algo que también deberían plantear los otros municipios del área”, contestó Vergés.

Sin toque de queda ni restricciones

Los restaurantes y bares de Cataluña llevan casi seis meses —menos tres semanas entre noviembre y diciembre pasado—sin poder servir cenas. Las nuevas restricciones comarcales les afectan, pero de una manera relativa “a menos es que ya no podemos ir”, afirma Roger Pallarols, director del gremio de Barcelona. Pallarols insiste en su tesis de que los contagios se dan más en la socialización individual —”todos hemos visto las playas estos días o las fiestas”, subraya— que por ir a cenar a un restaurante. Ante la perspectiva de que el 9 de mayo pueda cesar el estado de alarma y el toque de queda, Pallarols avisa a la Generalitat de “que no se invente nada para restringir nuestra actividad”.