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Cataluña lleva el aire a la Bienal de Arquitectura

Apertura virtual de los pabellones del evento veneciano, que se celebra en 2021

Manifestación contra la contaminación en Barcelona en febrero de 2020.
Manifestación contra la contaminación en Barcelona en febrero de 2020.Gunnar Knechtel

“El pasado mayo todo estaba listo y hasta el final mantuvimos la esperanza de poder inaugurar el pabellón, pero finalmente la organización se decidió por una fórmula inédita. La Biennale propiamente dicha se pospondría exactamente un año, pero antes podríamos revelar las investigaciones y el material documental de nuestro proyecto, con la condición de mantener en secreto el planteamiento de la instalación de la propuesta. Y por fin ese momento ha llegado”. Lo explica la arquitecta Olga Subirós, comisaria del Pabellón de Cataluña, en la 17ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, cuya celebración está programada del 22 de mayo al 21 de noviembre de 2021, bajo el título ¿Cómo viviremos juntos?

Mientras tanto, los pabellones nacionales han podido abrir su sitio web para difundir su planteamiento conceptual y la investigación previa que han llevado a cabo. “Con la inauguración virtual del pabellón, abrimos el debate público que en esta situación de emergencia sanitaria es aún más interesante y necesario”, indica Subirós, recordando que el pasado mayo, cuando se aplazó el evento, tuvo que desmontar el pabellón y el Institut Ramon Llull, responsable de la organización, tuvo que alquilar un almacén durante un año para guardarlo todo.

Cuando Subirós ganó el concurso para representar Cataluña en Venecia con air/aria/aire, un proyecto sobre la contaminación aérea abordada desde la perspectiva del urbanismo y la arquitectura, nunca se habría imaginado hasta qué punto la problemática planteada sería actual. “Antes del virus ya teníamos una emergencia. Cada año en el mundo mueren siete millones de personas por la contaminación y 400.000 solo en Europa. En España, desde hace más de una década incumplimos la normativa europea y superamos con creces los máximos tolerados de partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno en el aire”, explica Subirós, apuntando que iniciativas de maquillaje urbano, como las superillas en Barcelona, no eliminan la contaminación: tan solo la desplazan.

Desigualdad

Subirós, que en estos años ha firmado el montaje de muchas de las exposiciones más atractivas que se han celebrado en España, encargó la investigación al multipremiado estudio de urbanismo 300.000 Km/s, pionero en la planificación estratégica a través de datos, que plasman en instalaciones que combinan el análisis y la visualización de macro y micro datos con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas. 300.000 Km/s, fundado por Mar Santamaría y Pablo Martínez, recolectó y cruzó una gran cantidad de información que se visualiza en 12 cartografías de la ciudad de Barcelona, dirigidas a crear otros tantos marcos de actuación.

“En ellas es evidente que hay una gran desigualdad y que las zonas más vulnerables y afectadas son también las más pobres, lo mismo que pasó con la pandemia”, apunta la arquitecta responsable del proyecto, que como metodología cruzó datos transdisciplinares con el objetivo de “rediseñar el aire”.

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“La novedad de nuestra investigación radica en haber utilizado no solo los datos inherentes a la morfología urbana, sino también a la economía, la cultura, la movilidad, la comunicación física y virtual y las ciencias de la salud”, explica. Subirós espera que las medidas de urbanismo táctico, implementadas para paliar los efectos colaterales de la pandemia, se mantengan y que haya una reconversión industrial para eliminar los combustibles fósiles, un grave problema de salud pública.

“Tenemos que reconquistar nuestro derecho a respirar sin que micropartículas cancerígenas vayan directas a nuestro torrente sanguíneo, generando todo tipo de enfermedades respiratorias y alergias”, concluye Subirós, que tiene tajantemente prohibido revelar cómo se plasmarán los resultados de este trabajo. Lo único que puede revelar por el momento es que habrá diferentes tipos de visualizaciones y también unos notables espacios sonoros creados por la cantante María Arnal.

‘Las Musas Inquietas’, presenciales

La Bienal ha permitido la apertura virtual de los pabellones nacionales para arropar la inauguración de la única exposición física de este año: 'Las Musas Inquietas', que ha sido comisariada por los directores de los seis departamentos de la manifestación veneciana: Arte, Arquitectura, Cine, Danza, Música y Teatro. Tal y como indica el subtítulo, 'Cuando la Bienal encuentra la historia', la muestra conmemora el 125º aniversario de este evento a partir de una relectura del material de sus archivos. La exposición se podrá visitar en el Pabellón Central de los Giardini della Biennale, del 29 de agosto al 8 de diciembre.

 

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