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La pandemia casi duplica el número de entierros en Barcelona

El pasado mes de abril se realizaron 3.522 servicios funerarios mientras que en abril de 2019 fueron 1.241

Una mujer deposita flores en el cementerio del Poblenou, en Barcelona.
Una mujer deposita flores en el cementerio del Poblenou, en Barcelona.Albert Garcia
Alfonso L. Congostrina

El repunte de mortalidad provocada por la pandemia se ha notado, y mucho, en los cementerios de Barcelona. En los meses de marzo, abril y mayo del 2019 se realizaron 3.667 servicios funerarios —entre inhumaciones e incineraciones— en los nueve campos santos de la capital. Una cifra que dista mucho del sumatorio de servicios fúnebres realizados entre marzo y mayo de este año: 6.904. Un aumento de la mortalidad de 3.237 servicios —casi el doble— que los responsables de Cementerios de Barcelona atribuyen directamente al coronavirus

Además de bares y restaurantes, el pasado lunes 25 de mayo también abrieron los nueve cementerios de Barcelona al entrar en la fase 1. Desde primera hora de ese día un goteo de personas comenzó a acceder a los recintos fúnebres y a visitar nichos y tumbas. El tiempo parecía haberse quedado, en marzo, pausado en los cementerios: ramos y coronas marchitas fueron cambiándose por otras nuevas.

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Este 2020 comenzó en Barcelona con un descenso destacable en el número de servicios fúnebres. Eduard Fernández, el director de operaciones de Cementerios de Barcelona, destaca los dos primeros meses de 2020 se realizaron 2.590 incineraciones e inhumaciones en los nueve camposantos. Un número de servicios muy inferior al arranque de 2019, cuando fueron 3.104.

A partir de marzo, sin embargo, la cifra de servicios se disparó por el coronavirus. El pasado mes de marzo se realizaron 1.922 servicios fúnebres mientras que en 2019 fueron 1.282. Pero en abril las cifras llegaron a rozar el colapso de las infraestructuras fúnebres y hubo días en que los hornos incineraron durante las 24 horas. “Hemos estado semanas y semanas sin días de fiesta pero todos al pie del cañón”, se enorgullecía ayer el director de operaciones de los Cementerios de Barcelona. Los servicios casi se triplicaron y se pasó de los 1.241 del año pasado a los 3.522 el pasado abril.

En un año sin pandemias la media de servicios fúnebres diarios es de una cuarentena. El pasado siete de abril se alcanzó una cifra récord: se realizaron 144 servicios fúnebres. Un día antes de este penoso récord, el concejal y presidente de Cementerios de Barcelona, Eloi Badia, aseguró que los hornos estaban al borde del colapso y anunció que habría difuntos que se enterrarían de forma provisional y transcurridos dos años se incinerarían sin coste añadido. No fue necesario llegar a esos extremos y los hornos asumieron las peticiones de incineración antes de que comenzara a bajar la cifra de mortalidad. En mayo las cifras volvieron a recuperarse aunque no han llegado a las cifras del año pasado. El pasado mes de mayo se realizaron 1.460 servicios fúnebres mientras que en mayo del 2.019 fueron 1.144.

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Muchos de los familiares de los fallecidos durante estos tres meses optaron por incinerar a sus seres queridos. De hecho, hace años que las incineraciones rozan el 60% de los servicios fúnebres. Durante la pandemia hubo un mayor número de incineraciones llegando a superar el 70%. Ahora, conforme ha comenzado la desescalada y se han abierto los cementerios son muchas las familias que prepara pequeños actos de homenaje o llevan las cenizas para enterrar en nichos por lo que el trabajo dentro de cementerios de Barcelona ha bajado.

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