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La primera ponente de la sentencia sobre la ley del aborto: “Mi fallo era favorable, pero el riesgo de llevarlo a pleno es que fuera derrotado”

La exmagistrada Elisa Pérez Vera recuerda que había una mayoría conservadora y que resultaba “arriesgado” abordar un asunto “tan delicado”

José María Brunet
Elisa Pérez Vera, durante el homenaje a las rectoras de la Universidad Española en la UNED, en 2008.
Elisa Pérez Vera, durante el homenaje a las rectoras de la Universidad Española en la UNED, en 2008.Manuel Escalera

La exmagistrada del Tribunal Constitucional Elisa Pérez Vera (Granada, 81 años) fue la primera ponente de la sentencia sobre la ley de plazos del aborto, en 2010, pero su borrador de fallo nunca llegó a debatirse en el pleno. “Los sucesivos presidentes”, explica, “tenían reservas ante la posibilidad de abrir el debate sobre este recurso, porque temían que llevara a una involución de la jurisprudencia del propio tribunal. Yo no tenía reservas, yo tenía directamente miedo de que tal cosa sucediera. Y hubiera podido ocurrir, dada la composición del pleno, donde el sector conservador tenía mayoría”, dice.

No obstante, el proyecto de sentencia existió en términos que su ponente recuerda con claridad: “Mi fallo”, afirma, “era claramente favorable a la constitucionalidad de la ley. Pero el riesgo de llevarlo al pleno era que fuese derrotado en la votación”.

“Tanto durante la etapa de María Emilia Casas como en la de su sucesor, Pascual Sala, como presidentes”, prosigue la exmagistrada, “había en el tribunal una mayoría conservadora, y mi propia percepción era que resultaba arriesgado abordar en esas condiciones un asunto tan delicado. Cuando tuve terminada del todo la ponencia fue ya en tiempos de Pascual Sala, y, aunque no podría recordar ahora todos los detalles, era una propuesta de sentencia desestimatoria del recurso del PP. Ahora bien, para llevarla al pleno hubiera tenido que pasar por delante de otros recursos más antiguos, y nadie tuvo interés en adelantarla”.

Elisa Pérez Vera, catedrática de Derecho internacional privado, accedió al Constitucional en 2001, designada por el Congreso a propuesta del PSOE, y su mandato se extendió hasta 2012 —tres años más de los legalmente previstos—, porque también hubo problemas, como ahora, con la renovación del tribunal.

Cambio en la sociedad

El recurso del Partido Popular llegó en diciembre de 2010, y le correspondió por turno. “Mi propuesta de fallo”, recuerda la exmagistrada, “se quedó en el tribunal, y lo cierto es que ni siquiera sé si llegó a repartirse entre los componentes del pleno. Más adelante, cuando se produjo el relevo, mantuve una entrevista de cortesía con el nuevo ponente, el magistrado Andrés Ollero, a quien conocía de la Universidad de Granada, donde fuimos compañeros [Ollero es catedrático de Filosofía del Derecho] y me puse a su disposición para lo que le pudiera interesar”. “Desde luego, él no tenía por qué compartir mis puntos de vista. Cuando yo accedí al tribunal, también me hice cargo de proponer sentencias que habían correspondido a mis antecesores, y no siempre asumí sus criterios”, señala.

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La exmagistrada cree que “la sociedad española ha cambiado mucho entre 2010 [año de aprobación de la ley de plazos del aborto por el Gobierno del PSOE] y 2021”. Cuando un tribunal “tarda tanto en pronunciarse”, añade Pérez Vera, “es bueno que lo haga tomando en consideración la sensibilidad social del momento en que dicta sentencia, y no la del momento en que se interpuso el recurso”. A su juicio, “España es un país permisivo, como se ha visto con la ley del matrimonio homosexual, pero hay que tener en cuenta que los derechos fundamentales no se conquistan para siempre, y requieren, como la democracia, una actitud vigilante, con la que tienes que defender el bastión”.

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