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La trama de Villarejo buscaba maniobrar para colocar a Moix al frente de la Fiscalía Anticorrupción

Las grabaciones del 'caso Kitchen’ revelan el interés del policía por quitar de este órgano a fiscales que consideraba hostiles

Manuel Moix, poco antes de su dimisión como jefe de la Fiscalía Anticorrupción en junio de 2017.
Manuel Moix, poco antes de su dimisión como jefe de la Fiscalía Anticorrupción en junio de 2017.Víctor Sainz

El comisario jubilado José Manuel Villarejo, actualmente en prisión, maniobró junto con su entorno para que el fiscal Manuel Moix fuera elegido fiscal jefe anticorrupción a principios de 2017, según se desprende del sumario del caso Kitchen, al que ha tenido acceso este periódico. En una grabación, Villarejo comenta con el empresario Alberto Pedraza, afincado en Andorra, unas supuestas gestiones realizadas por este a través de un abogado próximo a La Moncloa para situar a Moix al frente de Anticorrupción. Era el 17 de febrero de aquel año. Moix, hasta entonces fiscal jefe de Madrid, fue nombrado fiscal jefe anticorrupción solo cinco días después, el 22 de febrero. Tuvo que dimitir en junio del mismo año tras publicarse que poseía desde 2012 el 25% de una sociedad offshore en Panamá, bajo la que se camufla la propiedad de un chalé.

El anhelo del comisario jubilado con la entrada de Moix era, según esta grabación, sacar de Anticorrupción a una serie de fiscales que consideraba hostiles, en especial José Grinda, que dirigió la investigación de la Operación Emperador contra la mafia china, una causa en la que se vio salpicado, precisamente, el hijo del comisario corrupto. “Como no salga Moix, me preocuparé”, llega a afirmar en esta grabación.

La misma, realizada por el propio policía, recoge una larga conversación con los empresarios Adrián de la Joya y Alberto Pedraza. El primero está imputado en otra de las piezas del caso Villarejo, además de en el caso Lezo. Pedraza, afincado en Andorra, ya había aparecido en otras grabaciones de la causa abierta por los trabajos ilegales del comisario jubilado, pero no ha sido imputado. En la conversación, Villarejo presume de supuesto contacto personal con altos responsables de la justicia, entre ellos el entonces fiscal general del Estado, José Manuel Maza —fallecido en noviembre de 2017— y el magistrado Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, el tribunal que condenó el año pasado a los líderes del procés. Fuentes próximas a Marchena consultadas por este periódico niegan rotundamente que este haya tenido ningún tipo de contacto “ni público ni privado ni telefónico ni presencial” con Villarejo.

De esta conversación sobre jueces, Villarejo y sus interlocutores pasan a hablar de Anticorrupción y del relevo de su primer responsable, Antonio Salinas, que se jubilaba.

Alberto Pedraza (A. P.): ¿Tú crees que Grinda va a ir a la calle ahora? ¿Tú qué crees?

Villarejo (V.): Uhmmm pues, como te lo haya prometido El Largo [alias con el que se refieren al abogado Javier Iglesias, interlocutor habitual de Villarejo y al que este considera uno de sus nexos con el Gobierno de Mariano Rajoy]...

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A. P.: No, no, no, no

V.: Si Moix, si Moix es el Fiscal Anticorrupción, que yo, ojalá lo sea, pero...

A. P.: ¿Cuándo lo sabemos?

V.: Por eso... (Hablan a la vez) Si es el Moix tal y cual, el 90% será obra tuya.

A. P.: No, ¡el 98!

V.: Pues el 98.

En las grabaciones, el empresario también asegura que ha hablado con responsables del Ministerio de Justicia, cuya identidad no concreta, para que apoyen el nombramiento de Moix en Anticorrupción. Pedraza afirma que ha esgrimido ante ellos que era el único que podía evitar que Villarejo destapara la información que poseía sobre el PP: “Y yo te digo una cosa, y si es ese a lo mejor convencemos a Villarejo de que no la lie más gorda. Digo, vamos a ver, el único tío que puede convencerlo de no liar la mundial es Moix”, le dice Pedraza al comisario reproduciendo esa supuesta conversación con el alto cargo del Ministerio de Justicia.

Pedraza ya había presumido con anterioridad de su capacidad de influencia en la elección de Moix como fiscal jefe de Anticorrupción. El 19 de enero de 2017, con un mes de antelación, otra grabación incorporada al sumario recogía cómo adelanto la noticia de su nombramiento a Villarejo y De la Joya. La respuesta del comisario no deja dudas sobre su alegría: “¿Entra Moix? ¿Entra en la Audiencia Nacional? Qué bonito, macho. Eso es lujo asiático”. En la conversación posterior de febrero incorporada al caso Kitchen, Pedraza llega a alardear de una relación casi familiar con el fiscal: “Moix conmigo [ininteligible] tiene una relación de la polla. Pero de la polla que me dice, dile a tu madre que el día 24 nos haga tarta de Santiago que quiero desayunar y darle un beso. O sea, tarta de Santiago porque su madre y mi madre hacían la tarta juntas y me dice el tronco que se viene a comer tarta a casa”.

“Moix no quiere ni en pintura a Grinda”

Más adelante, el empresario apunta a la necesidad de sacar de Anticorrupción a determinados fiscales incómodos: ”No puede ser que los tíos estén aquí in aeternum, no roten. Aquí, cada cuatro años, tienen que dar vueltas como en todas las Fiscalías”. De hecho, el empresario afincado en Andorra augura la salida del fiscal Grinda, ya que considera que “tanto el ministro como el presidente” lo ven “como un cáncer”. “Moix no lo quiere ver ni en pintura a este tío, ni a él ni a toda su banda, porque ahí hay una banda organizada perfectamente que tienen su chiringuito montado”.

Tras tomar posesión, Moix relevó a Grinda y a otro fiscal de la investigación sobre la supuesta financiación irregular de Convergencia, el partido de Jordi Pujol, a través del 3% que cobraba a los empresarios adjudicatarios de contratos públicos. Además ordenó abrir una investigación interna contra él y otros dos compañeros después de que un empresario que blanqueaba dinero para la mafia china desmantelada en la Operación Emperador les acusase de coaccionarle. En la actualidad, Grinda sigue como miembro de la Fiscalía Anticorrupción y al frente de esos asuntos.

Los dos empresarios y Villarejo llegan a plantear que, una vez confirmado el nombramiento de Moix hablarán con él para que cite a declarar al miembro del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) que ha elaborado un informe que supuestamente les perjudica en el caso que entonces se seguía contra la sucursal en España de la Banca Privada de Andorra (BPA) por un presunto delito de blanqueo y así poder desmontar su contenido. Pedraza se presentaba en anteriores conversaciones grabadas por Villarejo como aliado de los hermanos Cierco, propietarios de esta entidad andorrana.

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