_
_
_
_
_

El juez del ‘caso Villarejo’ reprocha a Pablo Iglesias que “ocultase” la tarjeta robada a su colaboradora Dina Bousselham

El magistrado niega al vicepresidente segundo la condición de víctima en la causa contra el comisario jubilado

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, durante su intervención en la última sesión de control al Ejecutivo, este miércoles.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, durante su intervención en la última sesión de control al Ejecutivo, este miércoles.Ballesteros (EFE)
J. J. Gálvez

El juez del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, se mantiene firme. El magistrado de la Audiencia Nacional ha confirmado este miércoles la retirada a Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, de la condición de víctima en la línea de investigación abierta por el robo del teléfono móvil a una de sus antiguas asistentes y cuyo contenido acabó publicado en varios medios de comunicación. El instructor argumenta que, aunque en un primer momento se le consideró “perjudicado” por la macrotrama de corrupción, el avance de las pesquisas ha llevado a descartar esta tesis. Es más, García-Castellón desestima la teoría principal planteada por el líder de Podemos y subraya que no ha quedado acreditado que existiese un complot liderado por el comisario jubilado para perjudicarle ante la opinión pública por fines políticos.

En el auto emitido este miércoles, donde se responde al escrito de Iglesias, el magistrado detalla la evolución del caso y le reprocha incluso su actitud. García-Castellón insiste en que el actual vicepresidente del Ejecutivo obtuvo en enero de 2016 una copia del contenido del móvil de su colaboradora, Dina Bousselham, pero le “ocultó” ese extremo a ella durante varios meses. En este sentido, prosigue el juez, pese a que el dirigente de Podemos asegura que el robo fue “un encargo profesional”, “llama la atención” que mantuviera la tarjeta con esa información en su poder “sin poner, como mínimo, este hecho en conocimiento de la titular” y, además, viera los datos e imágenes que había en ella. Sobre todo, “teniendo en cuenta el carácter particularmente degradante y vejatorio que el hecho tenía para Bousselham, su compañera de partido, en la medida que la tarjeta almacenaba fotografías, documentos y otros archivos de su esfera más íntima”, añade.

Para García-Castellón, esta “pasividad” de Iglesias —“¿Por qué no hizo nada?”, se pregunta— resulta incompatible con mantenerle la condición de víctima. Además, el juez recuerda que Bousselham denunció el robo en un juzgado de Alcorcón (Madrid) y su posterior publicación en la web Okdiario, dirigida por Eduardo Inda, sin mencionar que tuviese en su poder la tarjeta con el contenido de su móvil. “Lo cual nos permite concluir, por pura coherencia procesal con lo que se pedía, que si no lo dijo fue porque no tenía la tarjeta en su poder. De ser así, la omisión de Iglesias tuvo influencia en la investigación de los hechos que Dina Bousselham pretendía esclarecer”, apostilla.

La implicación de Villarejo

Esta línea de investigación se abrió después de que los agentes encontraran en la casa del comisario jubilado José Manuel Villarejo una “importante cantidad de documentos” pertenecientes a Bousselham. La Fiscalía explicó que toda esa información “parece provenir de una extracción de datos de un móvil utilizado por Dina” y trata de averiguar si el comisario jubilado se encuentra detrás del robo del teléfono y de la difusión de su contenido. Entre este material, por ejemplo, se hallaron cinco informes de carácter interno de Podemos sobre su estrategia electoral y varias capturas de pantalla de chats de Telegram, que acabaron publicados en varios medios de comunicación, como la web Okdiario.

Según recalca García-Castellón en este último auto, las pesquisas “no han permitido concluir que la fuente de Okdiaro fuese Villarejo”. Así, la propia Bousselham admitió que había hecho capturas de pantalla de esas conversaciones y las había reenviado. La revista Interviú también tuvo acceso al contenido. Según afirmó su entonces director, Alberto Pozas, les llegó en un sobre anónimo y, después de analizarlo, descartaron publicar nada por carecer de interés informativo. Entonces, avisaron a Iglesias y le dieron la tarjeta —que llegaría finalmente al juzgado dañada—, aunque los jefes de Interviú le entregaron también una copia a Villarejo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_