El Rey visita el cuartel general de la operación militar contra el coronavirus
Las patrullas mixtas del Ejército y la Guardia Civil se retrasan por desacuerdo sobre el mando entre Defensa e Interior
El Ejército va a iniciar la vigilancia de la frontera hispano-francesa en Girona, Huesca y Navarra, además de la frontera con Marruecos en Ceuta y Melilla y la de Portugal en Pontevedra, Ourense, Zamora, Cáceres y Badajoz. La vigilancia de la frontera, en colaboración con la Guardia Civil, forma parte de la nueva fase de la Operación Balmis, que coordina la participación de los militares en la lucha por contener el coronavirus.
Aunque la Generalitat recibió inicialmente con recelo la intervención de las Fuerzas Armadas en Cataluña, ha acabado reclamándola ante el agravamiento de la pandemia, y entre este viernes y mañana está previsto que la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el Ejército de Tierra procedan a la desinfección de 84 residencias de mayores a petición del Govern.
El plan de apoyo de las Fuerzas Armadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado incluye también la vigilancia de las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres), Cofrentes (Valencia) y Trillo (Guadalajara) y de otras infraestructuras críticas en Mallorca, Ibiza, Cádiz y Fuerteventura.
En cambio, aún no se han puesto en marcha las patrullas mixtas de militares y guardias civiles para controlar el cumplimiento de las restricciones impuestas por el estado de alerta, a pesar de que el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Miguel Ángel Villarroya, anunció el pasado lunes su inicio en 84 localidades de siete provincias.
El Ministerio de Defensa y el de Interior han llegado a un acuerdo para que los militares actúen bajo “dirección operativa y coordinación” del Cuerpo Nacional de Policía o la Guardia Civil, de forma que los primeros puedan interpelar a los ciudadanos sobre su presencia en la vía pública y verificar su documentación, pero sean exclusivamente los agentes policiales quienes pongan la correspondiente denuncia en caso de incumplimiento.
Sin embargo, la puesta en práctica del acuerdo sigue atascada ante la diferente interpretación que ambos departamentos hacen de los términos “dirección operativa y coordinación”, ya que Defensa sostiene que en ningún caso las tropas estarán bajo el mando de la Policía o la Guardia Civil, sino que corresponderá siempre a sus jefes naturales. Fuentes de Defensa confían en que el asunto se desbloquee en breve y se inicien las patrullas mixtas, aunque subrayan que con la vigilancia de fronteras e infraestructuras críticas por parte del Ejército ya se están liberando efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que es el objetivo principal de esta colaboración.
El general Carlos Pérez, jefe de Gabinete del jefe de la cúpula militar, ha restado importancia a este retraso alegando, tras la reunuión del Comité Técnico del Coronavirus, que el objetivo de la colaboración de las Fuerzas Armadas con Policía y Guardia Civil es “descargarlas de trabajo” para que puedan dedicarse a labores de seguridad de ciudadana y que las patrullas mixtas, aunque “han estado sobre la mesa, por ahora no se han implementado”, pero “no se descarta que se puedan hacer en el futuro”. Por su parte, el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, ha indicado que los apoyos del Ejército “se van solicitando según se van necesitando” y ha destacado la “perfecta coordinación” entre todos los cuerpos implicados en la lucha contra la pandemia, incluidas las policías autonómicas.
Por otra parte, dos aviones de transporte del Ejército del aire, un A400M y un C-130 Hércules, llegaron la pasada madrugada a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) procedentes de Hamburgo (Alemania), donde efectivos de la Escuadrilla de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) cargaron seis toneladas de material para montar 50 respiradores donados a España por el Ministerio de Sanidad alemán.
En total, 8.261 militares participan este viernes en la Operación Balmi de lucha contra la pandemia, de los que 3.125 forman parte de la Sanidad Militar que ha habilitado 405 camas para pacientes con Covid-19 (28 de ellas UCI) en el Hospital Gómez Ulla, en el barrio madrileño de Carabanchel.
El Rey, acompañado por el ministra de Defensa, Margarita Robles, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Miguel Ángel Villarroya, ha visita este viernes la sede del Mando de Operaciones, en la base de Ratamares, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde el geneal Fernando López del Pozo y su Estado Mayor le han infromado del desarrollo de la Operación Balmis y Felipe VI ha mantenido una videoconferencia con los mandos subordinados de los tres ejércitos, la UME y el hospital Gómez Ulla. El Rey ha transmitido a los militares un “mensaje de apoyo, gratitud y orgullo ante lo que es una contribución muy importante en un momento de necesidad y emergencia nacional" dando apoyo a los sanitarios que están en la “primera línea de batalla”.
La ministra Margarita Robles ha dirigido una carta a todo el personal de su departamento (civiles y militares) para agradecerles su trabajo para contener la pandemia. “No acabaremos pronto este esfuerzo colectivo, en el que muchos de vosotros y vosotras estáis dando toda vuestra energía, buen hacer y esfuerzo, pero acabaremos”, les dice.
Este viernes se ha conocido la segunda muerte de un militar por coronavirus. Se trata del cabo Francisco T.D., destinado en la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra, que estaba ingresado desde hace días en la UCI. Al igual que el subteniente Palencia, de 57 años, destinado en la base aérea de Cuatro Vientos (Madrid) que falleció el 30 de marzo, el cabo no participaba en la Operación Balmis.
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