El grito de las ‘skaters’ bolivianas

El grupo de skate femenino ImillaSkate es un símbolo contemporáneo de lucha por el prejuicio de amplios sectores de la sociedad boliviana contra las indígenas

1 Míriam Stefanny Morales, de 23 años, en el cerro del Cristo de la Concordia, con Cochabamba al fondo.

Llevo años fotografiando el empoderamiento de las mujeres de distintas culturas porque me aburre verlas retratadas más como víctimas que como heroínas. La de ImillaSkate me pareció una historia única y esperanzadora. En el skate, un deporte mayoritariamente masculino, es extraordinario ver a mujeres patinando vestidas con un traje típico con el objetivo de honrar su cultura ancestral.
2 Deysi Tacuri López (27 años), quien empezó a montar en monopatín a los 20 años.

Viajé a Cochabamba en septiembre y me impactó el fuerte prejuicio que existe en la sociedad boliviana contra los indígenas. Allí hay cholitas médicas o abo¬gadas que cambian radicalmente su forma de vestir si van a la ciudad y apenas se ven cholitas jóvenes. Es una cultura que se está perdiendo. Sin embargo, estas mujeres, más allá de envalentonar a las niñas con el deporte, muestran su orgullo por ser cholitas.
3 Joselin Brenda Mamani (27 años) junto a su madre, Lucía Rosmeri Quispe (46 años). Para Brenda, el hecho de patinar con estos trajes supone un reto, pero representa sus raíces.

Fui a Cochabamba atraída por la historia de las mujeres skaters, pero acabé descu¬briendo algo más profundo. Las mujeres bolivianas siempre lucharon por su libertad y su independencia. Las polleras, un símbolo de fuerza y de lucha, cargan un legado de resistencia.
4 Para Ellie Buitrago Méndez (23 años), las polleras son una forma única de preservar quienes son.

El mensaje de ImillaSkate es el de las mujeres bolivianas y el de muchas otras mujeres en todo el mundo. Ellie, una de las protagonistas de este fotoensayo, lo resumió así: “Una puede ser lo que desee, encontrar su forma única de evolucionar y, al mismo tiempo, preservar quien es”.
5 ImillaSkate, un equipo de skateboarding de Cochabamba, nació con la idea de fusionar el deporte urbano con sus raíces tradicionales. Imani significa joven en quechua y aimara. El grupo quiere demostrar que “no importa cómo te veas, cuántos años tengas o cuál sea tu género, puedes sentir la libertad del skate”.
6 Luisa Zurita empezó a practicar skate en 2016.
7 Zurita luce una de las faldas de pollera favoritas de su abuela.
8 Daniela Nicole Santiváñez (25 años) cree que todos en Bolivia tienen influencia pollera.
9 Cuatro mujeres del grupo ImillaSkate patinan en el parque de Pairumani, cerca de Cochabamba, uno de sus lugares favoritos de reunión.
10 A María Belén Fajardo (21 años) le gustaría ayudar a los skaters con sus conocimientos en fisioterapia.
11 Una de las integrantes del colectivo ImillaSkate se pasea por primera vez vestida de cholita por el mercado popular de La Cancha en un acto de empoderamiento.
12 Para Huara Medina Montaño (24 años), el skate es un arte urbano.
13 El parque del Senac es uno de los lugares donde las integrantes de ImillaSkate patinan habitualmente.