
Cinco historias de explotación infantil
11 fotosAlom, Salam, Alif, Aslam y Polas son solo un ejemplo de lo que sufren millones de niños en Bangladés en talleres mecánicos y fábricas de aluminio que les hacen trabajar hasta la extenuación
Dacca
Ir a noticia
Los niños de aceite y plata de Bangladés
-
1Alrededor de 10 millones de niños menores de 18 años son obligados a trabajar en Bangladés, aproximadamente el 16% de los menores del país. Realizan jornadas maratonianas y en condiciones infrahumanas por sueldos que oscilan entre 10 y 20 dólares al mes. Pablo Cobos -
2El río Buriganga es uno de los más contaminados del planeta y baña las orillas de Dacca, capital de Bangladés. En él trabajan cientos de personas cada día recogiendo cualquier residuo que luego puedan vender para ser reutilizado. Pablo Cobos -
3Alom, de 11 años. Recoge basura en la orilla del río Buriganga por unos 12 dólares al mes. Su padre murió hace seis meses. Desde entonces tiene que conseguir dinero para mantener a su madre y tres hermanos pequeños. Pablo Cobos -
4Alif, de 12 años. Trabaja en una fábrica de cacerolas de aluminio los 365 días del año en jornadas de 11 horas. Pablo Cobos -
5Alif, con camiseta rosa, es uno de los llamados 'silver children', jóvenes con las manos cubiertas de restos de aluminio y residuos tóxicos que respiran durante su trabajo. Aunque su jefe afirma que tiene más, él confiesa que acaba de cumplir 12 años. Pablo Cobos -
6Aslam, de 16 años. Trabaja en una fábrica de cacerolas de aluminio los 365 días del año en jornadas de 11 horas por unos 18 dólares al mes. Pablo Cobos -
7Vendarse los pies con trapos viejos es la única medida de protección con la que cuenta Aslam para que el torno con el que moldea las cacerolas de aluminio no le arranque los dedos. Pablo Cobos -
8Aslam, de 16 años. Trabaja torneando cacerolas de aluminio durante 11 horas los 365 días del año por unos 18 dólares al mes. Pablo Cobos -
9Polas, de 11 años. Trabaja como aprendiz de soldador por 0,20 dólares al día. Sus pequeñas manos le convierten en una herramienta indispensable para llegar a los rincones más inaccesibles. Su única medida de seguridad es un trozo de vidrio oscuro que utiliza para proteger sus ojos. Pablo Cobos -
10Salam, de 12 años. Trabaja en un taller mecánico como aprendiz por un sueldo de 0,20 dólares al día y que usa para comprar té. Pablo Cobos -
11Cada día, al término de la jornada laboral, el cuerpo de Alif está cubierto de minúsculas partículas de aluminio que le provocan problemas respiratorios por la falta de medidas de protección. Pablo Cobos