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Rosalía: “El aislamiento a veces es positivo para el proceso creativo”

Fernando Navarro

La cantante, que acaba de publicar su nueva canción ‘Dolerme’, reflexiona sobre su confinamiento en Miami por el coronavirus, su carrera y el mundo de la música

Son las 19.00 en Madrid, las 13.00 en Miami, pero poco parece importar la hora cuando a ambos lados del Atlántico todo el mundo está confinado en sus casas por culpa de la crisis del coronavirus. A Rosalía (San Esteban de Sasroviras, 26 años) las restricciones decretadas por el Gobierno de Estados Unidos, como la de permanecer en cuarentena en los hogares, le han pillado en Miami, preparando su nuevo disco. Desde hace varios días, la cantante está confinada en la casa de su mánager, Rebeca León. Allí pasa los días mientras compone y, según sus palabras, “aprovecha para reflexionar”.

Desde que publicó El mal querer, en noviembre de 2018, y su carrera se disparó a una velocidad meteorítica e histórica en la música española hasta convertirse en una estrella global del pop, Rosalía ha concedido pocas entrevistas. Ninguna a un periódico español. Desde Miami, habla con El País Semanal a través de una videoconferencia. Acaba de publicar Dolerme, una nueva canción que, asegura, tiene que ver con “la sensación de la desesperación, la tristeza y de sentirse encerrado”. Pero, más allá de esta sensación que le llevó a componer su flamante composición, Rosalía se muestra jovial, cercana y con muchas ganas de compartir sus impresiones sobre su carrera, el mundo de la música y estos tiempos raros.

Pregunta. ¿Cómo está pasando el confinamiento en Miami?

Respuesta. Desde los Grammy me quedé aquí para trabajar en el siguiente disco. Me cogió en la ciudad cuando se decretó que la gente ya no podía viajar y se tenía que quedar en casa. Aquí ya es oficial que tienes que quedarte en casa a no ser que tengas un motivo vital muy importante.

P. Después de dos años sin parar, ahora ha frenado en seco. ¿Cómo lo lleva?

R. Siempre me gusta estar haciendo cosas y estar activa. Y es verdad que esto me ha obligado a frenar de golpe. Intento verle la parte positiva a todo, aunque hay días que no me sale. A veces, echo mucho de menos a mi familia. Y estar activa. No me gusta quedarme en casa, sino estar en la calle, en movimiento, yendo para arriba y para abajo. Pero sé que ahora uno tiene que frenar y ver que el contexto es distinto. Intento verle la parte positiva y pienso que frenar también puede ser positivo. Me ayuda a reflexionar y me obliga a replantearme cosas.

P. ¿Esta reflexión tiene que ver con su carrera?

R. Sí, claro. Esta cuarentena me deja mucho tiempo y lo dedico a leer, a escuchar música, a hacer canciones y a disfrutar, sobre todo, el proceso de hacer canciones sin prisas, sin deadlines, sin tener preocupación de nada. Estoy como en una burbuja. Creo que el aislamiento a veces es positivo para el proceso creativo. Incluso a lo mejor ahora estamos todos tan aislados que parece que queremos hacer cosas con otros, más en comunión, pero creo que viene bien para reflexionar. Me planteo cosas para el futuro en estos días, pero al mismo tiempo intento estar activa y hacer música. Aquí, en esta casa, tengo una pequeña habitación donde hay un miniteclado, un micro, una tarjeta de sonido, un ordenador… y con eso ya tiro para escribir y tener ideas.

P. Acaba de sacar nueva canción, Dolerme. Su idea era publicar otra composición, pero cambió los planes a partir del confinamiento.

R. Creía que no tenía ningún sentido la canción que iba a sacar por el contexto actual. Pero tengo ganas de que salga más adelante. Es una canción con una colaboración. Quiero que salga cuando tenga sentido y resuene bien. Sobre todo que tenga sentido porque todos los singles que he sacado siempre salen cuando creo que tienen que salir, cuando me digo: "Esta es la canción que quiero para ahora". Y con Dolerme es tal y como ahora me siento, es como resueno. Por eso, quise pararlo todo y cambiar los planes. Dolerme tiene mucho más que ver con el feeling que ahora mismo tengo. Con esa sensación que tiene que ver con la desesperación, con sentirse encerrado, con la tristeza y el lamento.

P. En su vida actual, ¿hay algo que le duela especialmente, algo que eche de menos con respecto a su vida antes de convertirte en una estrella global?

R. A ver… las cosas más vitales las he podido mantener, las sigo teniendo, a excepción de ahora que no tengo a mi familia. Las cosas más importantes para mí siguen ahí: estar en contacto con mi familia, escuchar y hacer música, hacer mis cosas… En realidad, mi vida no ha cambiado tanto porque las cosas esenciales las sigo manteniendo. Y me hacen estar anclada, mantener los pies en el suelo, estar en mi centro como artista. Sigo igual que hace 10 o 13 años. Lo único que ha cambiado es el contexto y a lo mejor según qué detalles del día a día, pero las cosas esenciales no.

P. ¿Le costó mucho gestionar esos nuevos detalles del día a día después de la publicación de El mal querer y pegar un pelotazo tan inmenso?

R. Intento siempre tomarlo con naturalidad y seguir siendo quien soy. Yo sé quién soy y sé lo que me hace feliz. Llevo tantos años haciendo lo que me gusta… Por ejemplo, nunca he dejado de estudiar música. Cada día hago mis ejercicios de canto por la mañana, le dedico unas siete u ocho horas a meterme en el estudio… todo eso me mantiene anclada a quien soy. Siempre he pensado que la fama es una consecuencia de mi trabajo, nunca un objetivo. Intento tomar todo lo que viene con naturalidad.

P. En este proceso ha conocido muchos músicos importantes, algunos de ellos estrellas mundiales. ¿Cuáles han sido los que más le han sorprendido?

R. Es verdad. He conocido artistas que admiro muchísimo y todos son inspiración. De la mayoría te diría que lo que más me sorprende es ver la idea que tiene la gente de ellos, como son como personaje, pero ver luego cómo son en realidad. Saber quiénes son realmente como personas cuando estás con ellos y les dedicas tiempo. Muchas veces la gente espera que el personaje sea el mismo que la persona, pero, cuando entras más dentro de todo esto de la música, te das cuenta de que muchas veces está muy separado y no es negativo.

P. ¿Alguno de esos artistas le ha resultado muy cercano?

R. Billie Eilish es muy cariñosa… No sé, todos son muy cercanos, de verdad. También lo son Frank Ocean y Dua Lipa. A Caetano Veloso le conocí y me encantó lo cariñoso que fue. David Byrne también vino a un concierto que hice en Nueva York y fue super cariñoso y super cercano.

P. David Byrne, aparte de ser un genio como Caetano Veloso, es como un ser especial. Su última gira, que pasó por España hace un par de años, era algo muy luminoso. Verle despertaba una ilusión por vivir.

R. Sí, sí… ¡es increíble! Ahora pienso también en Björk. Tuve la suerte de compartir bastante tiempo hablando con ella y me encantó. Me pareció que había una cosa muy bonita en todo esto: a pesar de que hay muchos momentos de estrés y de presión, a la vez hay otros momentos en los que puedes conocer gente excepcional. Como toda esa gente anterior que hemos comentado y a toda la admiro muchísimo.

P. Cuando actuó en la gala de los Grammy, llevó el flamenco al escenario más importante de la música a nivel mundial. Se puso bullanguera, con palmas y zapateando. ¿Sintió una especie de responsabilidad de llevar el flamenco, esa parte esencial de la música española, a una audiencia global?

R. Mira, yo lo pienso más bien así: mi música le debe mucho al flamenco y por eso la responsabilidad era mía con esa música. Siempre tengo la ilusión de que, cuanta más gente conozca lo bella que es esta música, mejor.

P. ¿Más que una responsabilidad es una ilusión?

R. Simplemente, mi música se lo debe todo al flamenco. Es mi gran inspiración. Siempre tengo ganas de que cuanta más gente la descubra pues mejor. De hecho, Joaquín Cortés actuó en los Grammy hace muchos años y bailó ahí. Desde entonces no había vuelto a haber una presencia flamenca. Para mí, entonces, era importante que mi actuación fuera Malamente, pero que también tuviera algo de flamenco, que estuviera inspirada en un baile por seguiriyas o en unos tangos tradicionales también flamencos. Claro que sí. El flamenco es una música preciosa y tenía ganas de compartirla con el mundo.

P. ¿Es cierto que la epifanía del flamenco le llegó de adolescente, un día que estaba en un parque y escuchó de repente a Camarón de la Isla desde un coche?

R. Sí, sí, fue así. Lo descubrí en un parque con unos amigos. Estábamos escuchando música con dos coches y las puertas abiertas. Ya sabes, como se hacía entonces de poner música en los parques, con los coches sonando música en los altavoces que estaban en la parte trasera. Mis amigos ponían flamenco y lo descubrí así. De repente, sonó Camarón. Su voz, su fuerza… pensé que no había escuchado una cosa igual. Era precioso, honesto y brutal. Era algo visceral, animal. De verdad me impactó. Es música muy sincera.

P. ¿Ahora musicalmente con qué está?

R. Estoy escuchando un poco de todo… espera, voy a mirar en el móvil [Coge el móvil y se pone a mirarlo]. De hecho, tengo una playlist especial que me hice para la cuarentena. Escuché el otro día una canción muy especial de un tipo que se llama Mustafa, que es de Toronto. Se llama Stay Alive. Es super bonito. El vídeo está muy bien. Canta muy frágil pero luego el vídeo es muy agresivo, con esas poses. Y lo último de Jay Electronica. También me gusta mucho el último de Roger Eno y Brian Eno. Se llama Mixing Colours. Es súper bonito. JP Mafia también me encanta. Es durísimo y super bueno.

P. ¿Qué es lo que más le atrae de la música cuando compone?

R. Depende de cada canción. Las canciones son distintas. Cada una tiene siempre una atmósfera y la inspiración siempre es distinta según el contexto y lo que estés desarrollando creativamente. No puedo decir algo concreto.

P. Decía Leonard Cohen que las canciones son pájaros y que no hay un pájaro igual que otro.

R. Me encanta que dijese eso Cohen. Tiene mucho sentido.

P. En todo este tiempo desde que es una estrella internacional, ¿ha estado pendiente del ruido mediático que le rodea? ¿Nota la responsabilidad, la presión o las críticas sobre su figura?

R. Yo entiendo que hago música y soy músico. Soy una persona que hace música y se dedica a hacer canciones. Al final, lo pienso como si fuera un oficio como cualquier otro. Así te lo digo. Esto es un oficio como cualquier otro. La fama y todo esto que está alrededor no es el oficio en sí. Es la industria, es otra cosa. Y yo, la verdad, la mayor parte de mi tiempo la dedico al oficio de ser músico.

P. Cuando a Bob Dylan le dieron el premio Nobel de Literatura, mandó una carta de agradecimiento diciendo que él no estaba nunca preocupado, ni siquiera se lo planteaba en su día a día, si su música era literatura o gran cultura. A él solo le preocupaba si iluminaba bien el foco del escenario, si sonaba bien en la prueba de sonido, si la banda estaba bien o cuál era la mejor nota para una canción.

R. Si tienes una visión y te importa, vas a estar pendiente de todo siempre. Tienes que estar al 100% de todos los detalles, en el escenario y fuera de él. Porque si no, no puedes cuidar bien tu proyecto, cuidar de que tu visión se haga realidad tal y como te la imaginas. Ya no solo en lo musical, que para mí es lo que dedico la gran parte de mi tiempo, sino en otros muchos detalles que van más allá. Como dice Bob Dylan, por ejemplo, con las luces en un escenario. Todos esos detalles que giran con la música y el proyecto. Tengo tanto trabajo con eso que no puedo, o no intento, perder mi energía en otras cosas.

P. Una vez dijo, al poco de publicar El mal querer, que su aspiración artística era acabar como Johnny Cash en su vejez: cantar con dignidad y experiencia. Después de todo el éxito que ha obtenido, y tan rápido, ¿sigue con esta aspiración?

R. Mi ilusión es seguir haciendo música con las mismas ganas y energía. En catalán se dice amb la mateixa empenta. Con el mismo drive. Con las mismas ganas, intentar mantener eso. Cuidar ese espíritu, cuidarlo. Como artistas tenemos que estar alimentándolo para seguir creando e inspirarte. Tenemos que mantenernos abiertos, agradecidos con lo que está pasando y conectados con el momento presente. Es la única manera de continuar haciendo cualquier disciplina artística. Siempre quiero tener la energía para seguir haciendo discos.

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Sobre la firma

Fernando Navarro
Redactor cultural, especializado en música. Pertenece a El País Semanal y es autor de La Ruta Norteamericana. Ejerce de crítico musical en Cadena Ser. Pasó por Efe, Abc, Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone. Ha escrito los libros Acordes Rotos, Martha, Maneras de vivir y Todo lo que importa sucede en las canciones. Es de Madrid.

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