Alianzas para un nuevo desarrollo urbano sostenible
Diseño de políticas públicas en la Cumbre Mundial de Durban para lograr la sostenibilidad urbana

Uno de los mayores consensos de las últimas dos décadas en el contexto de las agendas globales, es que no podemos responder a los principales retos del desarrollo solos. Desde la Declaración del Milenio del año 2000, la Agenda 2030, pasando por el Marco de Sendai, la Agenda de Acción de Adís Abeba o la Nueva Agenda Urbana; todos estos acuerdos hacen hincapié en la importancia de trabajar con y a través de alianzas estratégicas. En definitiva, la premisa de este concepto es que trabajar con organizaciones diversas provenientes de grupos con diferentes intereses es necesario para responder a los retos complejos del desarrollo.
Para pasar de las deliberaciones internacionales al ámbito práctico de implementación a nivel local en el marco del desarrollo urbano sostenible, estas alianzas han de ser específicamente transformadoras y requieren equilibrar la variedad de sistemas interrelacionados entre la gestión de tierra ambientalmente responsable, una prestación equitativa de servicios y una prosperidad económica compartida, adaptada al contexto político de una ciudad determinada y alineada con las necesidades, recursos y objetivos de esa ciudad.
Por lo general, las alianzas pueden proporcionar aprendizaje y recursos adicionales, nuevas soluciones así como acceso a redes y audiencias más amplias, que aumentan el impacto transformador en las ciudades.
De hecho, las alianzas intersectoriales en todos los niveles han proliferado en los últimos años, a menudo anunciadas con gran fanfarria y esperanza, como fue el caso a principios de la década de 2000 de un grupo de 340 de ellas llevadas a cabo en torno al desarrollo sostenible en general. Un estudio de seguimiento cinco años después demostró que el 70% de ellas habían fracasado. Pero, ¿qué hace que una alianza funcione debidamente y tenga éxito? El análisis de ese 30% restante que tuvo éxito describió las principales razones de ese éxito.
Primero, los socios deben tener el interés y la capacidad de trabajar juntos de manera coordinada, gestionando la complejidad de los problemas urbanos, la heterogeneidad de las partes y los inevitables conflictos que rodean a quienes se dedican a mejorar la vida urbana. Por otro lado, las alianzas deben ser inclusivas con todos los grupos de interés, unidas por objetivos comunes, responsabilidad y transparencia en la toma de decisión.
Asimismo, los socios implicados deben tener una distribución de roles clara y coherente; y deben ser conscientes que la gestión exitosa de la alianza requiere tiempo, y por lo tanto, implican costes así como una visión y liderazgo comprometido a largo plazo. Por último, es importante que las alianzas monitoreen y evalúen su trabajo de forma continua y sistemática, fomentando el "aprendizaje organizacional" y el compromiso con la transparencia.
👇#UCLGCongress gives an opportunity to share different perspectives on how to achieve the #SDGs throughout a new model of global governance that puts the interests of the communities upfront❗️https://t.co/zAEodO3fjd
— United Cities (@uclg_org) November 11, 2019
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Uno de los ejemplos claros de este nuevo tipo de alianzas globales con foco local es de hecho La Asamblea General de Socios (GAP en sus siglas en inglés), una plataforma de alianzas formada por 17 grupos constituyentes que apoya localmente los acuerdos globales de Naciones Unidas, especialmente los adoptados en 2015 y 2016, con especial atención a la Agenda 2030 (y particularmente el Objetivo 11 de los ODS y la Nueva Agenda Urbana).
Según la GAP, si bien las alianzas implementadas hasta ahora representan esfuerzos importantes, son solo el comienzo de la nueva era de alianzas intersectoriales que se requieren, con base local, para reforzar el desarrollo de las capacidades locales, en y con las ciudades.
En palabras de Eugenie Birch, presidenta de Gap:
Juntos, necesitamos convocar y coproducir una nueva generación de alianzas más inteligentes que utilicen el poder de las coaliciones para impulsar el cambio localmente.
Con el objetivo de promover una serie de políticas públicas orientadas a crear un entorno favorable para la generación de este nuevo tipo de alianzas estratégicas, CGLU invitó a la GAP a que presentara en la Cumbre de Durban un informe-recomendación con acciones concretas. Algunas de las principales son las siguientes:
- Reconocer la importancia de las alianzas intersectoriales creando entornos propicios que fomenten su creación. Dichos entornos deberán incluir la identificación e implicación de los aliados potenciales identificar y convocar a participantes de grupos representativos al comienzo de un esfuerzo específico relacionado con el desarrollo urbano sostenible y llevar a cabo las convocatorias hasta su implementación y evaluación.
- Encontrar y asignar recursos para proporcionar personal y apoyar la puesta en marcha de las alianzas, incluyendo el diseño, la articulación, la implementación y evaluación de las mismas.
- Apoyar la difusión y comunicación de las lecciones aprendidas de las alianzas implementadas para promover el aprendizaje continuo y la réplica exitosa de sus puestas en marcha.
El objetivo definitivo del CGLU durante su Congreso de Durban será crear un consenso entre gobiernos nacionales y locales, sociedad civil y comunidades locales, para definir y priorizar las políticas públicas que puedan llevar a lograr un desarrollo sostenible en las ciudades y regiones del mundo.
Artículo basado en el informe - recomendación de políticas públicas que se presentará en la Cumbre Mundial de Durban 2019, promovido por CGLU y preparado por la Asamblea General de Socios (GAP)