Olvídate de la plancha: este traje puedes meterlo en la lavadora, tenderlo y volvértelo a poner
La teoría de Boggi Milano es que el hombre es “perezoso” y por eso quieren ponérselo lo más fácil posible
Paolo Selva, consejero delegado de Boggi Milano, es un buen embajador de su propio producto. “El traje que llevo”, explica, “es 100% lavable a máquina. Me lo puedo quitar, meter en un programa a 30 grados, tenderlo y volvérmelo a poner sin pasar por la plancha. A eso nos referimos en Boggi cuando decimos que hacemos sastrería tradicional pero con un giro”.
Para la firma, con 190 tiendas en 38 países, España es un mercado prioritario. Acaban de abrir un local en la parte alta del Passeig de Gràcia de Barcelona y se plantean duplicar la que ya tienen en la calle Serrano de Madrid. “Funciona muy bien, pero vendemos casi un 40% a turistas y queremos afianzarnos con el público local”, explica.
Su teoría es que el hombre es “perezoso” comprando y por eso quieren ponérselo lo más fácil posible: que su cliente pueda comprar una camisa en el aeropuerto de Shanghái y recibirla al día siguiente en su casa de Stuttgart, por ejemplo. Mientras potencian la venta online y sus tejidos más innovadores, como la franela repelente al agua, aspiran también a que crezca su división de trajes hechos a medida, que ahora representan entre el 8 y el 10% de los que venden. “Todos los hombres deberían probar al menos una vez lo que se siente con un traje hecho solo para ti”. Por cierto, algo importante, el precio: desde 400 euros.