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Ona Carbonell quiere cumplir su sueño de ser madre

La nadadora olímpica, tras anunciar que deja la piscina, agradece el apoyo recibido: “Es una decisión tan difícil en mi vida, vuestras palabras me dan mucha fuerza"

Ona Carbonell, en el palacio de La Zarzuela, en Madrid, en julio.
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“Muchas gracias a todos los que estos días han dedicado un momento de su tiempo para darme ánimo y apoyo. Es una decisión tan difícil en mi vida, vuestras palabras me dan mucha fuera. Gracias y más gracias”. Así se ha mostrado Ona Carbonell hace unas horas en su Instagram, cuyo texto acompaña a una tierna imagen de la nadadora olímpica abrazada a su mascota. Con este mensaje Carbonell quiere agradecer el apoyo que ha recibido en los últimos días desde que el pasado sábado anunció su retirada temporal de la natación sincronizada.

La deportista más laureada en la historia de la natación española, de 29 años, comunicaba entonces, también a través de las redes sociales, su renuncia a los Juegos de Tokio —habrían sido sus terceros Juegos— y su deseo de ser madre. “Quiero dedicar más tiempo a mi familia, cuidarla como se merece, y también ampliarla. Cómo mujer y deportista, conciliar mi vida profesional con la personal implica asumir decisiones como esta y dejar el deporte a un lado temporalmente, sin que esto signifique que vaya a renunciar a mi carrera como nadadora”, escribió Carbonell.

Una decisión que, aunque ha sorprendido a muchos, no resulta extraño para otros si se tiene en cuenta lo importante que siempre ha sido la familia para la deportista. Ese lado más sentimental salió a relucir hace un año, durante su participación en la tercera edición de MasterChef Celebrity, de la que resultó ganadora. Durante el programa, la nadadora se mostró igual de luchadora entre los fogones como lo ha sido siempre en el agua y cada plato que mostraba a los chefs lo hacía pensando o dedicado a alguien de su familia. Hija de padres médicos, reumatólogo él y traumatóloga ella, y un hermano doctor en biología sintética al que se siente muy unido, Ona Carbonell tiene muy presente a su familia en su día a día. Tanto que no ocultó sus emociones por ello en el concurso de cocina. "Estoy pasando por un momento personal muy difícil. Un familiar mío está a punto de fallecer y con las emociones... La intensidad, la presión, la responsabilidad. La verdad que ha sido un día difícil”, confesó.

Con su familia ha celebrado cada una de las 23 medallas (un oro, 11 platas y 11 bronces) que acumula en su palmarés y ellos, su familia, han sido los primeros a los que ha consultado antes de tomar la decisión de su retiro temporal. “Tras meditarlo mucho con mi familia, hablarlo y valorarlo detenidamente con mi entrenadora, y posteriormente con el resto del equipo, he decidido que en este momento quiero dar un paso a un lado”, escribió en su mensaje de despedida.

Salir de la piscina significa para Ona Carbonell volver a tener una vida normal. La que durante todos estos años en la élite no había tenido. Así lo explicaba en una entrevista con EL PAÍS el pasado julio, cuando le preguntaron si nunca llega el momento de decir basta. “Lo más duro es el camino, más que competir. Pero llevar 15 años en la selección española levantándome cada día a las seis de la mañana, entrenando 10 horas al día, ocho horas en el agua, seis días a la semana, tener muy pocas vacaciones..., no podemos subir las escaleras tranquilas temiendo por si tal vez me tuerzo un tobillo, llegar a casa y ponerme el hielo, ir con el pañuelo para que nunca me constipe porque si no me saltaré el entrenamiento. Es que no tengo una vida normal, porque toda mi vida la prioridad número uno es eso”, contestó.

La nadadora siempre ha sido discreta respecto a su vida personal, de la que solo has trascendido que lleva casi 11 años de relación con el exgimnasta Pablo Ibáñez. Aunque el noviazgo dura ya una década, fue hace solo dos años cuando aparecieron juntos en un acto público de Carbonell. Fue en una gala del Día Mundial de la Infancia en favor de la Fundación Vicente Ferrer. Uno de los muchos eventos solidarios en los que participa la deportista.

La pareja se conoció en un centro de alto rendimiento cuando él era aún gimnasta de la selección española, y aunque él dejó el deporte de élite comprende a la perfección la vida de Ona, que pasa ocho horas diarias dentro del agua. Él la acompaña a veces a competir, y también comparten en redes momentos de ocio junto a los dos perros que adoptaron de un centro de acogida, ya que los animales son otra de sus grandes pasiones. Aunque se desconoce si casarse entra en sus planes, ahora la propia nadadora ha sido quien ha revelado que sí tienen ganas de convertirse en padres.

Gran aficionada a las redes sociales (suma casi 300.000 seguidores entre todos sus perfiles), agrupa sus stories de Instagram (con 155.000 followers) según las distintas facetas de su vida. Eventos, deporte, moda, medios de comunicación, solidaridad y ocio. Estudia Diseño de Moda y sueña con dedicarse a ello en un futuro, aunque ya tiene su propia línea de bañadores. Entre sus aficiones también está el arte, y le encanta dibujar sobre todo retratos. También ha demostrado su potencial publicitario, y se convirtió en la primera deportista española en protagonizar una campaña mundial de la firma Nike. Fue una colección de ropa técnica que promocionaron junto a ella figuras como Rafa Nadal, Neymar o Kevin Durant.

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