
Encontrar minas dispersas más de 15 años después
17 fotosLos ugandeses todavía resultan mutilados por las explosiones de artefactos diseminados en su mayoría en zonas rurales
Gulu (Uganda)
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1En 2003, las milicias ugandesas del LRA lideradas por Joseph Kony aterrorizaron aldeas en el norte de Uganda en busca de niños para unirse a su ejército y mujeres jóvenes para ser violadas y secuestradas como botín de guerra. La mayoría de las minas y explosivos que aún reaparecen en áreas rurales se remontan a esos años. En la imagen, mujeres esperando a sus nuevas prótesis en la parte posterior de la clínica de Gulu. La construcción de una pierna artificial puede demorar hasta dos semanas, seguidas de un período de rehabilitación. Mattia Marzorati -
2Desde 2008, el proyecto GROW (Taller Ortopédico Regional de Gulu), en el que la Fundación AVSI trabaja en primera línea en apoyo a las víctimas de la guerra, ha donado prótesis a más de 300 personas cada año. En la imagen, una unidad de la policía y el ejército de la UPDF involucrados en la eliminación de un dispositivo sin explotar en la comunidad de Palaro. Mattia Marzorati -
3La fundación estima que durante los 22 años de conflicto civil, alrededor de 1.200 personas resultaron heridas por la explosión de minas u otras bombas abandonadas. Pero hoy tener estadísticas actualizadas es extremadamente complejo. En la imagen, una pierna artificial recién completada. Mattia Marzorati -
4"Tenemos grandes dificultades para tomar medidas efectivas. Las minas no están concentradas en un área, sino que están dispersas por todo el norte del país, a menudo a una distancia de cientos de metros o kilómetros entre sí. Esto hace que sea imposible llevar a cabo una acción de remediación capilar", dice el oficial de relaciones públicas de la policía del distrito de Gulu, Jimmy Patrick OkemaEn la imagen, una mano artificial sensible a los impulsos musculares. Este tipo de prótesis se utiliza durante la capacitación de nuevos especialistas que trabajan en la clínica. Mattia Marzorati -
5Steve Okello, director de la Unión Nacional de Personas con Discapacidades (Nudipu), denuncia una situación de abandono por parte del Estado contra los sobrevivientes de los accidentes con minas: "Tener datos actualizados sobre el número de heridos o bombas aún presentes en Uganda es casi imposible. No hay interés en profundizar este tema, y mucho menos en resolverlo", indica Okello. En la imagen, una granada de RPG sin explotar encontrada en un campo cerca de Palaro. Mattia Marzorati -
6El equipo de baloncesto en silla de ruedas de Gulu, uno de los mejores de Uganda, durante un entrenamiento. Algunos deportistas son víctimas de las minas. Mattia Marzorati -
7En 2012, el actual presidente Museveni, de Uganda, firmó el tratado de Ottawa y se unió oficialmente a la lista de naciones que completaron la recuperación de los territorios nacionales. Sin embargo, la realidad parece ser muy diferente y las autoridades locales, ya sean pequeñas comunidades o grandes centros de población, confirman la presencia de innumerables municiones sin explotar. En la imagen, el retrato del presidente Museveni junto a un cartel que indica qué hacer si se encuentra una bomba. Mattia Marzorati -
8La carretera que une Gulu con Kitgum. Las dos ciudades en el norte del país eran, a pesar de ellas, protagonistas de la guerra civil y ahora sufren de una presencia muy alta de artefactos explosivos sin explotar. Mattia Marzorati -
9El director de la Unión Nacional de Personas con Discapacidades (Nudipu) asegura que ya no hay un organismo encargado de limpiar las áreas de riesgo y que la policía o la UPDF (la unidad del ejército especializada en la solución) intervienen solo después de un informe del descubrimiento de una bomba, a menudo con meses de retraso. "Lo cierto es que Uganda no está libre de minas terrestres, como se declaró en 2012”, asevera. En la imagen, una paciente mira televisión en el dormitorio de la clínica esperando su prótesis. Mattia Marzorati -
10Dos especialistas durante una fase de la construccion de una protesis. Específicamente, el molde de yeso modelado en la extremidad de un paciente se cubre con una capa de plástico caliente para crear la estructura definitiva. Mattia Marzorati -
11Una sesión de rehabilitación para un paciente de la clínica. La temporada de lluvias marca un aumento en los accidentes con artefactos explosivos sin explotar, ya que estos son muy a menudo encontrados por los agricultores que trabajan en su propia parcela. Mattia Marzorati -
12Richard, de 28 años, resultó herido en el pie por una mina mientras cazaba. El incidente se remonta a 2016, cuatro años después de la declaración de Uganda como un país "libre de minas". Hoy trabaja como mecánico, pero no cuenta con recursos financieros suficientes para poder viajar a Gulu y mantenerse durante el período necesario para construir su prótesis. Mattia Marzorati -
13Un soldado del ejército estacionado en Palaro espera la confirmación de la posición de una mina para iniciar las operaciones de recuperación. Mattia Marzorati -
14En la Unión Nacional de Personas con Discapacidades, se apilan las sillas de ruedas rotas. La falta de fondos del gobierno impide que este tipo de institución pueda garantizar un servicio mínimo a las personas que lo integran. Mattia Marzorati -
15Desde 2008, el proyecto GROW (Taller Ortopédico Regional de Gulu), en el que la Fundación AVSI trabaja en primera línea en apoyo a las víctimas de la guerra, ha donado prótesis a más de 300 personas cada año. En la imagen, un especialista en la clínica GROW. Mattia Marzorati -
16Odek, el lugar de nacimiento de Joseph Kony, jefe del LRA durante más de 20 años. La escuela de fondo es aquella en la que estudió hasta el cuarto grado. Mattia Marzorati -
17El oficial de relaciones públicas de la policía del distrito de Gulu, Jimmy Patrick Okema afirma que en los últimos 12 meses se han identificado al menos 145 bombas nuevas, de las cuales solo una parte se han llevado a un lugar seguro, alejado de la población. Algunos pacientes han sido sometidos a amputaciones y cirugía plástica luego de la quema de las chozas con el típico techo de paja. Esta fue una de las técnicas con las que los rebeldes del LRA saquearon y mataron a los aldeanos durante sus asaltos. Mattia Marzorati