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Becas de empresas, las más deseadas

Bancos y fundaciones son algunas de las entidades que destinan más recursos para apoyar los estudios en el extranjero

Alumnos becados por la Fundación Fulbright, durante el 60º aniversario de la institución.
Alumnos becados por la Fundación Fulbright, durante el 60º aniversario de la institución.

Ya sea por responsabilidad social corporativa, filantropía —propia de la obra social de las entidades financieras— o por algo tan importante como desarrollar el talento, las mejores becas para estudiar fuera son cosa de las grandes empresas. Banco Santander, CaixaBank, Iberdrola y fundaciones como Fulbright o Ramón Areces (El Corte Inglés) son algunas de las entidades que destinan importantes recursos a estas ayudas.

Por desgracia, en el sistema público, las ayudas a la movilidad de estudiantes no parecen haber sido un objetivo primordial para ninguno de los Gobiernos que han ocupado La Moncloa. Salvo el Erasmus, el programa europeo, por cierto muy recortado en la crisis, la política de becas de residencia se circunscribe a España y está pensada para los alumnos que tienen que desplazarse fuera de su domicilio porque no tiene un centro docente cercano donde cursar los estudios elegidos.

Prueba de ello es que las conocidas becas Séneca, que impulsaban los intercambios entre las universidades españolas, fueron eliminadas por el Ejecutivo del PP en 2012. Unas ayudas (dotadas con 500 euros mensuales) que el Gobierno de Pedro Sánchez planeaba recuperar, resalta Hugo López, vocal de la ejecutiva de CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas). Fuentes del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades aseguran que los fallidos Presupuestos de Sánchez ya recogían una partida para este concepto, pero ahora habrá que esperar a los nuevos.

Todo a pesar de que estos planes, además de acercar la cultura, el idioma y enriquecer la formación del alumno, "cumplen la función de crear una conciencia de ciudadanía europea y, en España, ayudaría a evitar nacionalismos y a resolverlos", sentencia López, quien asegura que "debería estar en toda agenda política". La recuperación de las Séneca "es una demanda de las universidades, ya que suponía un apoyo al programa de intercambio entre campus españoles (programa SICUE) que hay que mantener", insiste Alfonso Zamorano, vicerrector de estudiantes y programas de movilidad de la CRUE. Movilidad que "ha descendido en los últimos años, aunque algunos campus hayan intentado destinar recursos de sus presupuestos para que el programa no se pierda". SICUE no tiene ninguna dotación económica y la aportación de Séneca era primordial para el mantenimiento de los alumnos.

Falta apoyo estatal

Lo mismo ocurre con los estudios en el extranjero. Pese a que "es clave en la formación de grado, máster y prácticas en el exterior de los estudiantes y nuestros índices de internacionalización son altos y de calidad, deberían tener apoyo estatal y autonómico", asevera Zamorano. Tal y como están las cosas, algunas universidades han "intentado destinar parte de su presupuesto a impulsar los desplazamientos nacionales, creando incluso planes propios de estancias internacionales". Pero es insuficiente. Igual están obrando algunas autonomías, Navarra y Andalucía entre ellas, así como distintas compañías aportando recursos complementarios a los estudiantes que hacen Erasmus, dada su exigua dotación.

Mientras tanto, cada vez son más las entidades privadas que optan por apoyar la formación internacional, aunque bien es cierto que no se enfrentan al volumen de alumnos que recurre a las ayudas públicas. El Banco Santander es una de las más activas. Solo uno de sus programas, Santander Iberoamérica, convoca cada año más de 1.000 becas de movilidad, 933 de grado dotadas con 3.000 euros y 101 de investigación, con una cuantía de 5.000 euros.

Además, también ha creado este año un nuevo plan, Santander Erasmus, que en su primera edición ha puesto sobre la mesa 5.152 becas desde 150 euros hasta 3.200 euros y que, en este momento, está en periodo de asignación. Además, tiene multitud de ayudas para cursos y seminarios de corta duración en la Universidad de Yale o Georgetown, así como becas de movilidad para estancias en universidades españolas para iberoamericanos (Becas Fundación Carolina). Esta entidad concedió en 2018 un total de 73.000 plazas al estudio, investigación y emprendimiento y destinó 121 millones de euros a universidades.

La meca estadounidense

Para estudiar en Estados Unidos, las más prestigiosas son las de la Fundación Fulbright, una institución con una trayectoria desde 1946. Unas 160 becas convocará para el próximo curso esta fundación para cursar másteres en universidades de EE UU, para profesores, investigadores predoctorales, que están haciendo ya la tesis, lectores de español, que van a dar clase en universidades, y funcionarios.

Para optar a una ayuda de máster (las Fulbright por excelencia) es necesario tener una nota en torno al 8,5 de media, buen nivel de inglés y pasar una entrevista personal, ya que se presentan unos 10 candidatos por plaza, aclara Alberto López San Miguel, director ejecutivo de la fundación. La dotación es de unos 50.000 euros anuales, "aunque depende de la ciudad porque no es igual de caro vivir en Nueva York que en San Antonio", y también cubre la matrícula.

Abarcan todas las especialidades (Ingeniería, Ciencias de la Salud, Biología, Derecho, Educación, etcétera); obligan a los agraciados a volver a España durante dos años "para recuperar el talento" y son un seguro de vida porque "a la vuelta te aseguras el trabajo", dice San Miguel. Este programa está financiado, además de con fondos del Gobierno americano y español, con recursos de empresas privadas, entre la que destaca la aseguradora Mapfre.

Las becas de la Fundación La Caixa, que lleva más de 40 años impulsando la movilidad de los estudiantes, son de las más consolidadas. Uno de los programas más destacado (Posgrado) ha otorgado el presente curso 227 ayudas para cursar estudios de máster en universidades europeas, de Estados Unidos y Canadá, América del Norte y Asia-Pacífico y doctorados en universidades o centros de investigación de España o Portugal.

Estudios posdoctorales en Ciencias de la Vida y de la Materia y para graduados en Ciencias Sociales son los dos ejes de las ayudas de la Fundación Areces (El Corte Inglés), a las que el año pasado destinó casi cuatro millones de euros. Biomedicina, Química, Física, Matemáticas y Preservación de la Biosfera son las especialidades incluidas, cuya dotación asciende a 2.200 euros mensuales. Cubre también los gastos de viaje.

Diversidad de destinos

La convocatoria en Ciencias Sociales está destinada a estudiantes de posgrado en Economía Pública e Internacional y de la Educación, Historia Económica, Política Económica, Economía de la Empresa, Distribución Comercial y Derecho de la UE. Con una asignación de 1.650 euros al mes, también cubre los gastos de inscripción, matrícula y el viaje. El pasado año, Fundación Areces becó a un total de 72 estudiantes que eligieron universidades como Stanford, Massachusetts Institute of Technology, Columbia y Mount Sinai, en Estados Unidos. O London School of Economics, Cambridge y Oxford del Reino Unido.

Mutua Madrileña convoca 40 ayudas anuales para realizar el posgrado (máster o doctorado) fuera. Uno de los requisitos es ser hijo de mutualista, con una antigüedad de 20 años. Su cuantía es de 12.000 euros por año y la solicitud se tiene que hacer vía telemática. Mientras, el programa de Iberdrola tiene el objetivo de promover la excelencia en la formación y la empleabilidad en el área de la energía renovable, big data, coche eléctrico, etcétera. La ayuda cubre la matrícula y tiene una asignación para alojamiento y transporte de entre 10.800 y 24.000 euros anuales dependiente de cuál sea el destino (EE UU, el Reino Unido o España). Además, el becado recibirá 1.500 euros que incluye el viaje transoceánico. La convocatoria, que asciende a un total de 75 becas, destina 20 para los españoles.

La Fundación Botín destaca por su apoyo a las Artes Plásticas. Cuenta con dos convocatorias de ayudas internacionales. Una de Artes Plásticas y otra de Comisariado de Exposiciones y Gestión de Museos, ambas dirigidas a promover la investigación y la formación especializada en el ámbito artístico. Con una duración de nueve meses, la primera cuenta con una dotación de 23.000 euros y está destinada para menores de 30 años. La segunda está dirigida a candidatos con estudios superiores, tiene una asignación de 18.000 euros, a lo que hay que sumar otros 12.000 euros para la matrícula en el centro elegido, que tiene que estar relacionado con al arte contemporáneo.

Por su parte, la Fundación Rafael del Pino también convoca becas para estudios de máster y doctorado en el extranjero (10 plazas para el próximo curso). En el caso del doctorado o proyectos de investigación, la cuantía es de 25.000 euros y 50.000 euros en el caso máster o similar.

Ayudas públicas: menos vistosas, pero necesarias

Las becas de residencia del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en España, no son para tirar cohetes. Pero hay que considerar que los recursos son limitados y los beneficiarios son muchos, muchos más que los que acceden a las convocatorias privadas. En el curso pasado, Educación subvencionó a casi 85.000 universitarios a los que destinó más de 125 millones de euros y casi 18.000 estudiantes no universitarios. Uno de los requisitos para conseguir una de estas becas, además de tener una buena nota, es no sobrepasar los umbrales de Renta establecidos, que para una familia de cuatro miembros supone unos 36.421 euros anuales netos. La cuantía fija ligada a residencia es de 1.500 euros.

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