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Qué hacen los buenos jefes: el triángulo de oro del liderazgo

Las capacidades para liderar no son innatas, se pueden ejercitar

Rubén Montenegro
Rubén Montenegro

Todos deseamos tener buenos jefes o jefas. Son responsables en la consecución de los objetivos, del ambiente de trabajo y de lo felices o no que vayamos a trabajar. Pero no todos los jefes son tan excelentes como quisiéramos. La buena noticia es que el liderazgo no es innato. Se puede ejercitar si sabemos cómo. En una investigación que he realizado durante años, he llegado a la conclusión de que los buenos jefes, aquellos que ayudan a construir compromiso y alcanzan resultados, tienen actitudes que se pueden recoger en un triángulo, con una habilidad en el centro:

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 En definitiva, los buenos líderes no son perfectos. Tienen áreas de mejora como cualquier otro mortal (y menos mal). Pero tienen unas ciertas habilidades que consiguen que las personas quieran seguirles. Dichas habilidades podrían representarse en el triángulo de oro: definen el foco, hacen sentir útil e importante a la persona que tienen a su lado y actúan dando ejemplo. En la medida que podamos trabajar en dichas áreas, podremos conseguir entrenar también nuestra capacidad de influencia. Esa es la buena noticia para todos nosotros.

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