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Buscaban empresas innovadoras y encontraron un filón

Un programa de aceleración y acompañamiento empresarial en Barcelona desvela cómo las compañías con impacto social florecen en África gracias al dinamismo de emprendedores comprometidos

El emprendedor nigeriano T.E. Mbanugo durante la presentación de la plataforma de intercambio EazyHire.
El emprendedor nigeriano T.E. Mbanugo durante la presentación de la plataforma de intercambio EazyHire. Laura Llach / BarcelonActiva
Carlos Bajo Erro
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Estaban buscando empresas innovadoras y con impacto social y se encontraron, sin pretenderlo, con un auténtico yacimiento en África. Una empresa que acerca las luces solares a hogares modestos de Uganda; una plataforma que facilita el arrendamiento de material de trabajo entre iguales; una cooperativa de mujeres que produce cosméticos con manteca de karité; o una plataforma móvil que distribuye vacunas entre los ganaderos del norte de Ghana. Son algunas de las empresas incipientes, todas ellas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, elegidas por el programa de aceleración de Fledge Barcelona que les ofrece asesoramiento y acompañamiento empresarial.

1. Intercambiar materiales. Josh Okpata y T.E. Mbanugo tuvieron una idea durante una boda a la que asistieron más invitados de los previstos. La situación se solucionó inmediatamente: sillas, comida, mesas, todo fue llevado de una casa vecina u otra. Los dos jóvenes nigerianos pensaron que si ese espíritu comunitario de intercambio se canalizaba podía convertirse en una herramienta de desarrollo. Así crearon EazyHire, una plataforma digital para el alquiler de materiales entre iguales, ya sean particulares o empresas, desde una cámara de fotos hasta un martillo. “Ponemos en contacto a personas que tienen cosas para alquilar con otras que las necesitan pero no pueden comprarlas”, explica T.E. Mbanugo. “En dos años hemos registrado 56.000 intercambios y 2.100 proveedores, que han generado 400 puestos de trabajo directos. Compartir está en el espíritu africano y la plataforma ha permitido agilizar los intercambios y acceder a más materiales”, comenta satisfecho Mbanugo.

2. Embellecer con karité. Ayisha Fuseini representa Asheba, una cooperativa de mujeres del norte de Ghana que elabora productos cosméticos con manteca de karité. Con la participación en el programa han mejorado el empaquetado y la imagen visual de los productos y han añadido a los mercados locales, la exportación al extranjero de sus cremas. Las mujeres que participan en la cooperativa han pasado de 600 a 700. “Esta actividad está mejorando las condiciones de las familias, no solo de las mujeres que trabajan, sino de toda la comunidad, porque es una fuente de ingresos que se distribuye”, comenta Fuseini.

3. Pollos conectados. BirdPreneur es la empresa impulsada por Michael Iyanro. Se trata de una plataforma digital que conecta a los propietarios de granjas de pollos en Nigeria, con inversores locales, proveedores y compradores y aporta experiencia y conocimiento empresarial. “Las granjas con las que trabajamos han multiplicado por 10 su productividad y han incrementado su rendimiento en un 80%”.

Nos hemos encontrado, sin buscarla, un África emergente, con mucho talento y que tecnológicamente es muy disruptiva. Más que nosotros Belarmino Rodríguez, director general de Fledge Barcelona

4. Maquinaria agrícola. El procesado de la yuca es el sector de Recy World, una empresa que facilita a las pequeñas agricultoras del entorno de la ciudad nigeriana de Abeokutala maquinaria para ese procesado. Abigail Alabi-Michael explica que el servicio de Recy World “ha permitido a estas mujeres con bajos ingresos mejorar el rendimiento de su actividad”. En los últimos dos años, 900 personas han podido aprovechar esta iniciativa. Ahora Abigail trasladará ese modelo de mecanización a otras comunidades e incorporará un servicio de tractores.

5. Acceso a vacunas. Peter Awin es uno de los fundadores de CowTribe, una plataforma digital que explota la tecnología móvil para acercar las vacunas a pequeños ganaderos que viven en zonas remotas. “Hasta ahora distribuimos a granjeros ghaneses, pero el mismo problema de acceso a vacunas se produce en otros países. Con CowTribe los pequeños ganaderos han descubierto que disponen de un servicio que consideraban un lujo”, comenta Awin. 30.000 granjeros ghaneses están suscritos al servicio, 11.000 activos y en enero vacunaron a 3.000 animales.

Algunos de los impulsores de las empresas que participan en el programa Fledge Barcelona, compartiendo experiencias animadamente.
Algunos de los impulsores de las empresas que participan en el programa Fledge Barcelona, compartiendo experiencias animadamente.Laura Llach / BarcelonActiva

En 2017, Fledge Barcelona abrió una convocatoria para su programa de acompañamiento. Buscaban empresas con impacto social en países emergentes. “Intentamos ayudarles en su crecimiento empresarial para que sea una herramienta para consolidar el impacto social de manera sostenible”, explica Belarmino Rodríguez, director general de Fledge Barcelona. Doscientas compañías de todo el mundo respondieron a esa convocatoria. Tenían que ser empresas constituidas, con facturación y con un equipo de trabajo, es decir, que no fuesen solo la idea de un emprendedor individual. El programa reclamaba empresas económicamente viables y con impacto social, al mismo tiempo. De esas doscientas candidaturas, seleccionaron siete, seis de ellas eran africanas, una ugandesa, dos ghanesas y tres nigerianas, la séptima se mueve en el sector del reciclaje en India. “Nuestro primer contacto con el talento africano fue por la vía de los hechos. Una gran parte de las más de 200 candidaturas eran de África subsahariana y nos sorprendió”, comenta Rodríguez. “Cuando empezamos a tener contacto con los primeros seleccionados, todos los prejuicios se te caen”, confiesa.

“Nos hemos encontrado, sin buscarla, un África emergente, con mucho talento y que tecnológicamente es muy disruptiva. Más que nosotros”, resume Rodríguez. “El impacto de estas empresas es muy grande, el acompañamiento que les puedas hacer ayuda a mejorar la vida de muchas personas. Además, la iniciativa es local, nosotros no pensamos por ellos. Ellos han tenido la idea que es una solución a las necesidades de sus comunidades y nosotros colaboramos con nuestra experiencia”, comenta Mia Querol, cofundadora de Fledge Barcelona. El programa volverá a lanzar su convocatoria a finales de 2019.

Barcelona Activa (una iniciativa municipal) ha apoyado el programa “para mostrar este modelo de aceleración e impacto en el ecosistema barcelonés”, según Rodríguez. Emilia Pallàs, directora de Desarrollo Socioeconómico de Proximidad, del mencionado servicio municipal, explica que pretenden trascender la idea de cooperación convencional y que han querido participar en este programa como herramienta de “intercambio de metodologías y de formas de trabajar” aportando las que el servicio ya ha experimentado y recibiendo “las que nos pueden ofrecer desde otros contextos”.

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Sobre la firma

Carlos Bajo Erro
Licenciado en Periodismo (UN), máster en Culturas y Desarrollo en África (URV) y realizando un doctorando en Comunicación y Relaciones Internacionales (URLl). Se dedica al periodismo, a la investigación social, a la docencia y a la consultoría en comunicación para organizaciones sociales.

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