_
_
_
_
_

Cómo ahorrar reciclando libros de texto

Existen múltiples opciones para reducir la inversión en libros y material escolar a la vez que proporcionamos a nuestros hijos una mejor educación en valores

Nacho Meneses

Todos los años miles de madres y padres afrontan el mismo problema: la obligación de asimilar el elevado coste de adquisición de libros de texto y otros materiales necesarios para el año escolar, en un proceso que para mortificación de casi todos se repetirá invariablemente el curso siguiente. Por eso, desde hace varios años, son numerosas las iniciativas como los bancos de libros que en cada comunidad permiten la colaboración entre padres y centros escolares, facilitando el reciclaje de todo ese material y reduciendo el esfuerzo económico de cada familia. Pero no se trata solo del ahorro, ya que haciéndolo “les enseñamos a los niños a valorar lo que tienen, porque muchos creen que todo es gratis o que es de usar y tirar. De esta forma, tienen un libro que han de cuidar, porque al año siguiente lo usará otro alumno; se dan cuenta de que todo tiene un valor y de que reusando los libros ayudamos a que haya menos árboles talados, disminuyendo el impacto medioambiental”, comenta Fernando Guirao, ingeniero informático creador de Bookint.eu, una herramienta de gestión de intercambio de libros para centros y familias de la que este año se han beneficiado unas 8.000 familias en toda España.

Más información
¿Es una irresponsabilidad llevar al niño con fiebre a clase?
Guía de los primeros días: principales problemas desde Infantil hasta la Universidad

“El ahorro medio por familia es de unos 200 euros. Y no tiene que ver solo con disponer de menos recursos, ya que no por ir a una escuela privada debes renunciar a ahorrar en libros”, sostiene Guirao, que creó Bookint en 2009 a petición del colegio San Miguel de Barcelona, al que acudían sus hijos. El funcionamiento de la plataforma (gratis para las familias y con un coste anual de 148 euros para los centros) es muy sencillo: primero viene la inscripción de la AMPA del centro; se incorpora el corpus de libros que se van a intercambiar; a continuación se inscriben las familias que quieran participar y finalmente se produce el intercambio propiamente dicho, en el que cada familia entrega a su AMPA los libros que sus hijos ya no van a usar y después reservan por medio de la herramienta online los que necesitan para el año siguiente. “Si entregas diez, puedes reservar hasta diez de los que te interesan. Solo queda recogerlos en los locales de la AMPA o allí donde se gestione el intercambio”. Y si nos quedamos sin alguno, la web tiene una herramienta que facilita la adquisición de esos libros a través de Amazon.

A fin de facilitar la gestión de todo este proceso, muchas asociaciones de padres les pueden poner un precio simbólico (por ejemplo, un euro) para poder pagar a quien se ocupe de la recogida, selección y distribución de los libros. “Hay centros como el de mis hijos donde de esto se encargan dos alumnos del último curso, y con ese dinero se les paga una cantidad diaria por esos días, se les facilita comida, etcétera. Pero también hay asociaciones que no cobran nada”, dice Guirao. Para Alejandra Pérez del Real, del AMPA del IES Fortuny de Madrid, esta herramienta les ha facilitado enormemente la gestión de los libros: “Nuestra experiencia en los últimos cinco años había sido muy caótica: la gente dejaba libros, cogía los que quería… incluso alguno acababa por el suelo. Así que decidimos informatizarnos, y ello nos ha permitido ser más equitativos. El que dona, recibe libros. Creo que ninguna de las más de 200 familias de este año se ha quedado sin algún libro”. Sonia Cassanova, del AMPA del centro privado Jesús María San Gervasio, de Barcelona, hace hincapié en que “además sirve para educar a nuestros hijos en valores, en la cultura del reciclaje, en el cuidado del medioambiente, que es incluso más importante que el apartado económico”.

Los programas de intercambio de libros, no obstante, existen desde hace varios años. En Castilla y León, por ejemplo, los padres disponen del programa Releo Plus, que permite a las familias solicitar una ayuda económica y acceder al banco de libros. Para Mónica Martín, madre de un niño de nueve años del colegio Federico García Lorca, en Valladolid, programas como este son de gran ayuda: “En mi colegio funciona fenomenal; de hecho yo he comprado poquísimos libros en toda la primaria… Cuando acaba el curso, todo el mundo deja sus libros y al año siguiente todos tenemos libros”. Hay excepciones, ya que este intercambio no incluye ni Educación Infantil ni los dos primeros años de Primaria, cuyos libros son de escribir y no se pueden reusar. Para participar en el programa, los padres han de apuntarse a la convocatoria, que suele ser en enero o febrero, en la que se determinará si accedes a la ayuda económica o solo al banco de libros. Si pides ayuda y te la conceden, deberás presentar la factura de los libros en el centro y en diciembre recibirás un mensaje de la Junta de Castilla y León confirmando la cantidad que te van a ingresar.

La Comunidad de Madrid, por su parte, tiene un sistema de intercambio de libros desde 2012 y prepara la transición al nuevo programa gratuito de préstamo de libros (ACCEDE), que desde el curso que viene beneficiará a los alumnos del segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria y Formación Profesional Básica en centros públicos y concertados. En el curso 2018-2019, sin embargo, el acceso estará limitado a aquellas familias en situación de desventaja socioeconómica, para generalizarse a partir del curso siguiente. El funcionamiento del programa, que parte del banco de libros ya existente (unos 500.000 libros) y que tendrá un presupuesto de 50 millones de euros en el curso 2019-2020, es similar al de las demás iniciativas: las familias entregan los libros usados por sus hijos y reciben los utilizados por los estudiantes del curso superior.

Para cerciorarnos sobre las posibles ayudas en cada zona, lo mejor es consultar con nuestra asociación de madres y padres de alumnos o echar mano de alguna de las múltiples opciones de economía colaborativa que pueblan internet. Truequebook, por ejemplo, ofrece una red de trueque en la que sus usuarios “cuelgan” en Internet los objetos que tienen y ya no necesitan, a la vez que buscan lo que les hace falta (no solo libros de texto, sino también otros tipos de material escolar como uniformes, etc.). El servicio, fundado por Nuria Marín en 2014, es completamente gratuito para sus ya 5.000 usuarios, y surgió “como una manera de ayudarnos entre padres” que hoy por hoy se promociona en las redes, por el boca a boca y a través de las AMPAS. Llama la atención el carácter altruista de la web, ya que hoy Nuria continúa sin sacar ningún tipo de compensación económica (más bien al contrario). Para facilitar el intercambio conviene que al darnos de alta especifiquemos el centro educativo de nuestros hijos. En Barcelona, Iddink oferta libros de texto usados y otros materiales en buen estado, y numerosas páginas como Vibbo, Milanuncios y otras de ámbito local, como la madrileña Infolasrozas (con enlaces a los municipios de Majadahonda, Boadilla, Pozuelo y Villanueva), ofrecen diferentes posibilidades de intercambio o compraventa de libros de texto: solo hay que armarse de paciencia y buscar. Nuestro bolsillo y una educación más consciente para nuestros hijos hacen que merezca la pena.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Nacho Meneses
Coordinador y redactor del canal de Formación de EL PAÍS, está especializado en educación y tendencias profesionales, además de colaborar en Mamas & Papas, donde escribe de educación, salud y crianza. Es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Valladolid y Máster de Periodismo UAM / EL PAÍS

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_