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Siete mentiras y verdades sobre la lactancia materna

Hay creencias populares que muchas veces confunden a las nuevas madres y que pueden llevar a que estas retrasen e, incluso, abandonen la idea de amamantar a sus retoños

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C. G.
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La lactancia materna es algo natural. A pesar de esto, amamantar a nuestros pequeños está rodeado de un halo creencias populares que pueden confundir a las nuevas madres a la hora de lactar, haciendo que muchas veces sea difícil y arduo para algunas y que, incluso, otras abandonen la idea de empezar a dar el pecho a sus retoños. Y esto para muchos organismos internacionales no debería ocurrir. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los riesgos y recomienda que "la lactancia materna debe ser la alimentación exclusiva de los bebés durante sus primeros seis meses de vida y complementaria hasta los dos años por el bien de la madre y el bebé". Y señala en que si se comienza a amamantar dentro de los primeros 60 minutos tras el parto "más de 820.000 pequeños y 20.000 progenitoras salvarían la vida en el mundo al año".

Estas son algunas de las mentiras y verdades de un acto humano que favorece tanto la salud de la madre como del recién nacido, que sus beneficios están demostrados científicamente y que, sin duda, merecen una consideración y aclaración en esta Semana Mundial de la Lactancia 2018 que se celebra hasta el próximo 7 de agosto.

Mitos y realidades de la lactancia materna, según UNICEF:

1. Creencias populares: "Las mujeres con pecho pequeño no pueden amamantar"; No todas las mujeres producen leche de buena calidad" o "No todas las mujeres producen leche suficiente para satisfacer el bebé". UNICEF argumenta, a este respecto, que:  "El tamaño de los pechos no influye en la lactancia. Todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente porque la lactancia es un proceso regido por la ley de la oferta y la demanda".

2. Mitos sobre las madres: "La madre no puede comer ciertos alimentos durante la lactancia" o "Si la madre está enojada o asustada no debe dar de lactar". La contestación de los expertos: "En todo el periodo de gestación y durante la lactancia, la mujer necesita una dieta balanceada. No hay alimentos que aumentan o disminuyen la producción de la misma". Y añaden que "a mayor succión, más cantidad". El estrés o el miedo extremo puede aletargar el flujo de leche, "pero se trata de una respuesta temporal del organismo ante la ansiedad". 

3. Si las madres están embarazadas de otro bebé deben dejar de amamantar: Los expertos argumentan que "aún estando embarazada de otro bebé la madre puede seguir amamantando. Algunas hormonas que el cuerpo produce en el período de gestación, pueden cambiar el sabor de la leche (¡pero no su calidad!) y por lo tanto el niño podrá progresivamente dejar de lactar".

4. Una vez que se interrumpe la lactancia no se puede volver a amamantar: con una técnica adecuada y apoyo, tanto las madres como los bebés pueden retomar la lactancia, tras un cambio de leche materna a fórmula. "Esta práctica es vital durante una emergencia", inciden los expertos.

5. Creencias sobre el calostro –la leche que la madre produce en los primeros tres días– como que es sucio y antihigiénico o que es amarillo porque ha permanecido mucho tiempo en el pecho son erróneas. La verdad es que "no se debe desechar porque contiene muchos nutrientes y factores de defensa que fortalecen el sistema inmunológico del bebé. Es como una vacuna". Los expertos explican que "es amarillo porqué es rico en beta carotenos (una sustancia que previene muchas enfermedades). Además, contiene proteínas, vitaminas y es altamente nutritivo".

6. El bebé no debería succionar hasta que salga la leche blanca: "La lactancia se debe iniciar en la primera media hora después del parto. La madre no debe esperar a que baje la leche blanca para dar de amamantar".

7. Se debe dejar de amamantar cuando el niño o la niña aprenda a caminar: los expertos recuerdan que "siempre los bebés deben ser alimentados solo con leche materna hasta los seis meses. Y hasta los dos años cuando hay que complementar su consumo con otros alimentos".

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Sobre la firma

C. G.
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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