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EL DEBATE

¿Quién cambiará primero, Meghan o la familia?

El ingreso en la casa de los Windsor de una actriz estadounidense de 36 años, divorciada y propietaria de su propio perfil público, desata una pequeña revolución

GETTY IMAGES

Muchos —y no sólo entre los súbditos de Isabel II— ya venían planteándose la pregunta antes de que el corresponsal real de la BBC, Jonny Dymond, la formulara por escrito con ocasión de la boda del año: “¿Quién cambiará primero, Meghan Markle o la familia real?”.

El ingreso en la casa de los Windsor de una actriz estadounidense de 36 años, mulata aunque su rostro apenas lo denote, divorciada y propietaria de su propio perfil público, ha supuesto una pequeña revolución si nos atenemos a los rígidos parámetros de la monarquía británica. El día del enlace algunos vieron simbolizada la impronta de la novia en ese sermón de un reverendo episcopaliano americano que recordó a Martin Luther King y rompió una lanza por la justicia social. O en los guiños de la pareja hacia el público, representado por más de un millar de commoners para los que se abrieron las verjas del castillo por una vez.

Cambian las formas y con ellas se busca proyectar una monarquía más cálida y próxima

Cambian las formas y con ellas se busca proyectar una monarquía más cálida y próxima. Pero se antoja excesivo es­pecular con la influencia que la flamante duquesa de Sussex pueda ejercer en una institución que ha sobrevivido a lo largo de los siglos a base de adaptarse —­lo justo, y a veces tarde, como en el caso del Dianagate o de la revuelta de los años noventa para conseguir que la reina pagara impuestos— a los nuevos tiempos.

La página web de la Casa Real nos presenta como abanderada del feminismo a una Meghan que a partir de ahora no podrá expresar sus opiniones en alto, una vez liquidados su blog y las cuentas en Twitter, Facebook e Instagram (donde tenía casi dos millones de seguidores). Que ha dejado atrás su carrera para centrarse en el “trabajo de royal”, en gran medida decorativo en el caso de las consortes reales británicas. Y que a partir de ahora interpretará el papel de puntal de Enrique en la labor que el palacio quiere encomendar a la pareja como embajadores oficiosos de Reino Unido ante los países de la Commonwealth y ante Estados Unidos, un aliado más ansiado que nunca en tiempos del Brexit.

¿Habrían permitido en palacio un matrimonio del futuro rey Guillermo con una pareja de similar perfil?

Lo que gana la monarquía con la incorporación de Meghan Markle es la batalla de la imagen. Un baño de modernidad en su epidermis que aporta esta mujer cuyos ancestros fueron esclavos, y que acaba de casarse con el sexto en la línea de sucesión al trono (¿Habrían permitido en palacio un matrimonio del futuro rey Guillermo con una pareja de similar perfil?).

Los primeros réditos han venido de la mano de ese público que la semana pasada jaleaba entusiasmado a los novios de Windsor aferrado a la bandera de la Union Jack.

FOTO: Los duques de Sussex, tras contraer matrimonio el sábado pasado. / VÍDEO: Los gestos feministas de Markle durante la ceremonia.Vídeo: Karwai Tang (WireImage) / quality-reuters

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