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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
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La mensajería en bici hace piña contra el ‘modelo Deliveroo’

Las compañías logísticas en bicicleta y triciclo se unen en una asociación para reivindicar la profesionalización y contra la "confusión" que se ha generado en el sector

Un reparto de una de las empresas fundadoras de la asociación. Oraintxe.
Un reparto de una de las empresas fundadoras de la asociación. Oraintxe.
Patricia Peiró
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Una mensajera se desplaza en bicicleta por A Coruña. Un hombre se le acerca y le comenta que si necesita un abogado para defender sus derechos, ahí le tiene. Ella prosigue su reparto y al acabar su jornada, se lo comenta al dueño de la empresa. "Tuve que dejar claro en redes que nuestro modelo de negocio no es precario, como mucha gente piensa, que todos nuestros trabajadores están en nómina y tenemos seguro", cuenta Andrés Souto, el propietario de Vanenbikke, una compañía de reparto ecológico que opera en la ciudad gallega desde 2013. Su empresa tiene seis empleados y realiza unas 200 entregas diarias, lo que equivale a 60 kilómetros recorridos con emisiones cero.

La polémica por el trato a los trabajadores de plataformas de mensajería en bici como Deliveroo, que han llegado a los tribunales, ha generado una opinión generalizada sobre las condiciones laborales de los llamados riders. Es uno de los motivos, no el único ni principal, por el que cinco de las cerca de 60 empresas llamadas ciclologísticas, o de reparto a pedales, que existen en España han tomado la iniciativa de fundar una asociación para "garantizar la profesionalización del sector y eliminar confusiones", explica Souto. Hoy y mañana presentan la organización, que lleva gestándose alrededor de cuatro años, en el marco del Campus Festival Ciclologística que se celebra en Madrid, y que está organizado por la propia asociación, el proyecto Mares y en colaboración con la DGT.

"Esto no ha nacido para ir en contra de nadie, sino para dar más pasos hacia un modelo de ciudad al que se está avanzando, cada vez más peatonalizado y con más pequeños encargos de mensajería", apunta el presidente de la recién nacida asociación, Dani Ruiz, que además es fundador de la empresa de reparto donostiarra Txita, nacida en 2006. A la suya y a la gallega, hay que sumar como parte del equipo fundador de esta alianza, a la valenciana Encicle, a la navarra Oraintxe y a la albaceteña Urbanciclo. Tras el acta fundacional está previsto que se unan otras tantas, como la veterana La Veloz (nacida en 1993 en Zaragoza). "Hace unos cinco años empezamos a ponernos en contacto y se fue creando una red, nos dimos cuenta de que teníamos los mismos problemas y los estábamos afrontando por separado, sin tener una voz fuerte", relata Ruiz.

Uno de los criterios de admisión de la asociación es respetar determinados valores y estos incluyen unas condiciones dignas para los empleados. "Una de nuestras metas es que el reparto en bici, ya sea eléctrica o no, quede recogido en el convenio de mensajería, porque ahora mismo no lo está. Tampoco hay seguros específicos para esta actividad ni se reconocen las enfermedades profesionales. Existe un vacío legal", comenta Souto. Muchas de estas compañías colaboran con mayoristas paqueteras, de modo que advierten que su objetivo no es acabar con el reparto en furgoneta, si no utilizar estos vehículos solo cuando sea necesario.

Las empresas de ciclologística aspiran a que el reparto sobre dos ruedas (o tres, en el caso de los triciclos) sean una realidad más allá de la anécdota en las ciudades. "Los Ayuntamientos tienen mucho interés , pero no saben cómo promover la mensajería a pedales. Nosotros les proponemos varias iniciativas, como por ejemplo, que cuando hagan concursos públicos, dividan el reparto en grandes distancias y en entregas urbanas, para que podamos optar a las segundas", apunta Ruiz. Poco a poco han conseguido avances, como que la DGT les escuche en su petición por ampliar el número de kilovatios permitido para los motores de las bicicletas en las ciudades: "Si no lo suben, en los municipios con cuestas olvídate de repartir paquetes pesados".

En la presentación de hoy les acompaña Mares, un proyecto financiado con siete millones de euros por la Unión Europea y con dos por el Ayuntamiento de Madrid, cuyo objetivo es transformar la ciudad y eliminar la congestión y la contaminación, para lo que las bicicletas son un gran aliado. "Las empresas de fuera de Madrid de este sector están, en general, más consolidadas y esto servirá para compartir experiencias y avanzar", apunta Javier Esquillor, miembro del proyecto. Ya han realizado un proyecto piloto en Villa de Vallecas y el objetivo es seguir trabajando con los mercados madrileños.

Estas empresas siguen pedaleando para crear el modelo de ciudad en el que las bicicletas formen parte del paisaje habitual, y además, de modo rentable y sostenible. Advierten: "Las ciudades que han planificado su estructura urbana, tienen más ventaja que aquellas que se han puesto a meter carriles bici sin una buena estrategia".

Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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