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El retrato más humano de los animales

Pedro Jarque Krebs

No habla, pero el grito de auxilio del animal salvaje retumba nítido ante la extinción de especies. Estas imágenes lo despojan de su hábitat y lo asimilan al ser humano, al que se quiere poner frente al espejo.

TODOS (O CASI todos) amamos a los animales. Comparten con nosotros el misterio de la vida, pero nuestra relación con ellos es compleja y ambigua. Tenemos muchos asuntos que resolver en nuestras sociedades, pero la cuestión animal se ha convertido en un problema de una magnitud no siempre entendida por el ser humano: atañe directamente a nuestra supervivencia. Ya no se trata solo de la pérdida de diversidad y belleza, sino del desequilibrio de todo nuestro ecosistema. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), casi 26.000 especies están amenazadas por sobreexplotación agrícola y pesquera. La Declaración de Cambridge firmada en 2012 por Stephen Hawking y otros científicos, los animales tienen conciencia, y muchos una muy parecida a la nuestra. Pero la marca distintiva de nuestra especie es la conciencia moral, y ella nos hace responsables de encontrar un equilibrio sostenible.

Al aislar a los animales salvajes de su contexto busco establecer una conexión directa entre ellos y el espectador. Convertirlo en un espejo de sí mismo y retratar su propia esencia. Quiero que mis fotografías sean el retrato del alma de las bestias que comparten este espacio y tiempo con nosotros. Algunas de ellas quizá acaben desapareciendo de la faz de la tierra…

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