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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado
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El comercio ilegal arruina África

Un informe de la OCDE cifra en 40.000 millones de euros las pérdidas anuales por actividades criminales como narcotráfico, contrabando de marfil, tráfico de personas, robo de petróleo o piratería

Un billete de 10.000 francos CFA.
Un billete de 10.000 francos CFA.Á.L.

África Occidental pierde, según cálculos conservadores, alrededor de 40.500 millones de euros al año debido al narcotráfico, el contrabando de marfil, el tráfico de personas, el robo de petróleo y la piratería. Los denominados flujos ilícitos de dinero representan mucho más dinero de lo que el continente recibe en calidad de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), así lo afirma un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sede en París, recientemente publicado bajo el título de Illicit Financial Flows. The economy of illicit trade in West Africa (Flujos financieros ilícitos. La economía del comercio ilícito en África Occidental). Un documento que ofrece una mirada amplia sobre la economía ilegal que está detrás de estas pérdidas y ofrece recomendaciones sobre cómo abordarla tanto por parte de las naciones afectadas como de las más ricas para poner fin a este fenómeno. El estudio ha sido realizado con la colaboración del Banco Africano de Desarrollo (BAD), el Panel Intergubernamental de acción contra el lavado de dinero en África Occidental (JAA), Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD) y el Banco Mundial.

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El informe, cuya publicación ha coincidido con la Cumbre informal de jefes de estado y gobierno de la Unión Europea y Conferencia para el Sahel, celebrada en Bruselas el pasado 23 de febrero, es categórico al afirmar que el 80% de los flujos financieros ilícitos que se producen en África Occidental se generan a partir del robo de recursos naturales, principalmente petróleo. Sin embargo, el informe señala que los países africanos no son los únicos que pierden, también lo son las naciones más desarrolladas. Como ejemplo ofrece el caso de Al Qaeda en el Magreb Islámico. La organización terrorista se beneficiaría, especialmente, de las actividades de secuestro y la posterior petición de rescate. El grupo pondría dificultades al paso del comercio a través del Sahel, imponiendo tarifas de protección tanto a las caravanas que lo transitan como a las poblaciones de la zona. Esto, asegura el informe, tiene consecuencias directas no solo sobre los habitantes de África Occidental, sino también para todos los países de la OCDE, para Europa en definitiva, desde el punto de vista de la inseguridad e inestabilidad.

El estudio encara una visión innovadora mediante el examen de la naturaleza de 13 formas diferentes de economía criminal, agrupadas en tres categorías: actividades ilegales, comercio ilícito de bienes legales y eliminación ilícita de recursos.

En África Occidental opera un amplio elenco de economías criminales

El análisis muestra que en África Occidental opera un amplio elenco de economías criminales, y que las actividades ilegales más comunes son el tráfico de drogas, el contrabando de marfil, la trata de personas, el tráfico de personas, el robo de petróleo y la piratería. Las ganancias ilegales generadas por estas actividades criminales pueden ser fácilmente recicladas a través de la economía formal, por lo que resulta difícil trazarlas en muchas ocasiones. Además, los flujos financieros ilícitos no solo provienen de estas actividades criminales, sino también de la corrupción, que beneficia, en la mayoría de los casos, a complacientes políticos y de la evasión de impuesto por parte de las grandes corporaciones multinacionales.

Otro aspecto curioso de este estudio es que destaca el impacto que la introducción de productos ilegales, especialmente falsificados, que tiene lugar en la región y transitan dentro de los flujos legales del comercio. Esto viene favorecido por alguno de los males endémicos de los estados de África Occidental: recursos estatales limitados, la corrupción de los funcionarios y autoridades portuarias y de fronteras y la falta de recursos para inspeccionar físicamente la mayoría de los contenedores que ingresan en la zona.

Algunos países africanos empiezan a abordar el problema

La buena noticia es que todo indica que algunos países africanos empiezan a abordar el problema, pero la inmensa mayoría de ellos no tienen la capacidad para hacerlo eficientemente. Finalmente, el informe afirma que si los más de 40 mil millones de euros que se pierden cada año debido a estas actividades ilícitas se destinasen al desarrollo se podría, por ejemplo, ayudar a controlar el fenómeno migratorio que tanto preocupa a Europa.

Por otra parte, el tema de los flujos ilícitos financieros está cada vez más presente en las agendas políticas internacionales, afirma el informe. Por eso mismo, es necesario abordar este fenómeno de manera integral, no solo por los países de origen, sino también por aquellos en los que estas finanzas están en tránsito y aquellos en los que finalmente terminan, incluidos los países desarrollados. Hacerlo, sin embargo, señala el documento, puede ser especialmente complicado en África Occidental, donde “una gran economía informal borra los límites de lo que es legal y lo que no lo es”.

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