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Madres de muchos dragones

Madres, científicas y emigrantes, en puestos altos de dirección de asociaciones científicas en el extranjero. Cuatro mujeres cuentan su historia a Cristina, una investigadora en su misma situación, pero aún sin hijos; un viaje por la conciliación laboral y personal desde una perspectiva internacional

En vídeo, conversación por videollamada con las protagonistas del artículo.Vídeo: Getty Images | Juan León / Mario Jaramillo

Nunca es un buen momento para tener hijos, o al menos, eso he escuchado toda mi vida. Siempre pensé que ser mujer, madre, científica y en el extranjero es un cocktail complicado debido a la naturaleza voraz de la carrera científica y la ausencia de apoyo familiar. Entre mi trabajo como científica en la industria farmacéutica en EE UU y la presidencia de ECUSA (Españoles Científicos en USA) el tema de la maternidad siempre estuvo en un segundo plano. Alguien una vez me había contado que la maternidad era mucho más satisfactoria que publicar en Nature, “Pobres ingenuas” pensaba yo. “No tendrán suficiente con ser científica en el extranjero y labrarse un futuro en una lengua y cultura diferente?”.

Hasta que un día coincidí en Madrid con otras cuatro mujeres valientes y repletas de energía en una situación muy parecida a la mía: Alicia de ECUSA, y Estrella, Fayna y Eva, directivas de las asociaciones homólogas a la mía en el Reino Unido, Japón y Suecia, respectivamente. Entre cañas y risas, escuchando las historias de estas cuatro mujeres que han conseguido con éxito ser madres de muchos dragones aprendí de manera reveladora que siendo mujer todo es posible si te lo propones.

Dra. Cristina Vazquez Mateo

Pais de residencia: EEUU.

33 años

Sin hijos, de momento

Puesto: Investigadora científica clínica

Institución: EMD Serono (Merck KGaA)

Presidenta de ECUSA (Españoles Científicos en USA).

¿Planeasteis ser madres?

“Sí” contestan Estrella, Eva y Fayna. “Solo llevaba 7 meses de postdoc cuando quedé embarazada y pensé que esto terminaría con mi estancia en Suecia. Mi sorpresa fue que no solo me ayudaron desde el principio, sino que además me ofrecieron otro año de postdoctoral”, describe Eva, la cual había viajado a Suecia sin David, su marido, el cual murió allí años después de cáncer.

Las tres cuentan que esta decisión la tomaron al tener una estabilidad laboral gracias a contratos de larga duración, y ayudas de sus países de acogida y de sus instituciones. Alicia, sin embargo, no tenía como prioridad tener hijos y no planeó su embarazo. “Quedé embarazada accidentalmente y a los dos meses tuve un aborto natural. Esa experiencia hizo darme cuenta de que sí deseaba ser madre y que no quería esperar a ser un buen momento”.

¿Cuáles son las ventajas de ser madre en los países de acogida?

Dra. Fayna García Martín

País de residencia: Japón desde 2008

Edad: 38 años

Madre de Arnau (3) y Nayra (1)

Puesto: Profesora Asistente

Institución: Universidad de Hokkaido (Japón)

Vocal de la Sociedad de Científicos Españoles en Japón

Aquí las respuestas son variadas y dependen de las políticas y el tipo de sociedad de cada país. Así, Eva, madre de tres hijos, cuenta que en Suecia la baja maternal es de más de un año (edad mínima en las que los bebés son admitidos en las guarderías), pagada por el Estado en un 80%. También disponen de días para cuidar a los niños en caso de enfermedad, como también apunta Fayna en su experiencia en Japón. Suecia es un país orientado a la familia y tanto los colegios, la sanidad (que para el resto de los ciudadanos está basada en el copago) como los dentistas son gratuitos para los niños, además de percibir un subsidio mensual por cada hijo.

En Japón, según comenta Fayna, el sistema de guarderías es excelente (¡una profesora por tres bebes!), sin olvidar que el ayuntamiento oferta ayuda con personal especializado en el cuidado de los niños cuando estos caen enfermos y sus progenitores tienen obligaciones laborales. “Lo más beneficioso es que en la universidad en la que trabajo", dice Fayna, "tenemos la posibilidad de que contraten técnicos de laboratorio para las madres investigadoras con niños pequeños. Así, aunque el camino sea escarpado, esto nos facilita no descolgarnos de él”. En ambos países existe la posibilidad de distribuirse la jornada laboral a lo largo de todo el día, trabajar desde casa (solo parcialmente en Japón) y organizarse con el fin de revertir en calidad laboral. Algunas instituciones en Reino Unido también ofrecen ayudas para apoyo técnico en el laboratorio, pero hay que cumplir unos requisitos muy rigurosos.

Dra. Eva Ortega Paíno

País de residencia: Suecia desde 2002

Edad: 45 años

Madre de Rodrigo (14), Carlota (8) y Eduardo (6)

Puesto: Coordinadora Científica

Institución: Biobank in Sweden. Universidad de Lund

Vicepresidenta de la Sociedad de Científicos Españoles en Suecia (ACES)

Consejera del CRE (Consejo de Residentes Españoles) Suecia

Consejera por Suecia CGCEE (Consejo General Ciudadanía Española en el Exterior)

¿A qué retos se enfrentan siendo madres y científicas en los países de acogida?

Con respuestas mucho más variadas, las científicas cuentan cómo las bajas parentales de duración insuficiente o no remuneradas, el gasto de las guarderías o la percepción social son retos muy importantes. “En Japón somos muy pocos extranjeros y muy pocas mujeres son investigadoras; sólo el 10% de los profesores universitarios en carreras de ciencia y tecnología son mujeres”, cuenta Fayna. “En EE UU. se valora mucho el modelo de familia tradicional en el que la mujer renuncia parcial o totalmente a su carrera profesional para quedarse en casa y criar a los hijos. Bajo esta premisa no es de extrañar que EE UU sea el único país desarrollado que no contemple el permiso de maternidad/paternidad pagado por ley”, explica Alicia.

Estrella además añade que, en Reino Unido, a diferencia de otros países incluyendo a España, no tienes el derecho de reducir la jornada laboral para poder dedicarte al cuidado de tus hijos. “Te ofrecen la posibilidad, pero la última palabra la tiene la institución”, dice. Su pareja, británico que trabaja de técnico superior en la misma universidad, ha pasado un duro y complicado proceso de negociación para una reducción de jornada del 100% al 80%. Desde el punto de vista personal, estas científicas destacan la necesidad de hacer malabares a la hora de gestionar trabajo, familia y otras responsabilidades. “Si uno es ambicioso”, señala Eva, “faltan 5 horas más al día para poder sentirte satisfecha con la labor realizada”. Además, estas mujeres también han tenido que romper con las ideas preconcebidas de sus compañeros de trabajo, como Estrella, que tuvo que justificar delante de sus compañeros el retorno a su puesto de trabajo tras solo tres meses baja maternal intentando evitar el vacío académico que una baja de larga duración genera (el resto de la baja la cogió su pareja). Es una situación que también ha vivido Alicia, que, aun no arrepintiéndose de su decisión, explica que volver a sumarse al tren de la investigación "no está siendo fácil después de haber estado desconectada un tiempo y tener unos años sin publicaciones”.

Dra. Estrella Luna Díez

País de residencia: Reino Unido desde 2008

Edad: 33 años

Madre de Guille (2)

Puesto: Investigadora independiente

Institución: Universidad de Sheffield

Presidenta de la Sociedad de Científicos Españoles en Reino Unido (CERU)

¿Han cambiado en el ámbito profesional?

La respuesta aquí es bastante similar: todas han cambiado su forma de ver las cosas y de tomarse la vida. Ellas, aunque con muchas cosas más que hacer, se consideran más productivas ya que han aprendido a gestionar el tiempo de manera más eficiente. Planificar su día y la corresponsabilidad en la vida familiar son sinónimo de éxito. “Ahora sé que solo tengo X horas al día para trabajar, las trabajo todas sin perder la concentración. Estoy más motivada, con una actitud más positiva y mucho más consciente de que quiero una vida equilibrada” explica Alicia.

Estrella añade que ahora tiene mucho más cuidado en decidir cómo utilizar el tiempo, para no perderlo en cosas que no son importantes: “No me meto en cosas que no tengan un beneficio directo para mi carrera y evito situaciones que puedan comprometer mi felicidad una vez llego a casa con mi familia, ya que son las mejores horas del día”.

¿Cómo creen que habría sido su maternidad en España?

Dra. Alicia Pérez Porro

País de residencia: EE.UU desde 2009

Edad: 36 años

Madre de Ona (1)

Puesto: Investigadora Asociada

Institución: National Museum of Natural History (Smithsonian Institution)

Chair de la Comisión MECUSA-Women in STEM, ECUSA (Españoles Científicos en USA).

Aparte de Alicia, que vive en EE UU, las otras tres científicas consideran que el desarrollo de su vida profesional hubiera sido muchísimo más difícil en España, ya que tanto en Japón como en Suecia o el Reino Unido ser mujer facilita el apoyo por parte de las instituciones. Fayna remarca que el ser mujer le ha beneficiado en ocasiones, y Estrella considera que el nivel de conciliación alcanzado en Reino Unido es utópico ahora mismo en España. Además, se siente feliz de poder disfrutar de corresponsabilidad con su pareja en el cuidado de su hijo y en las cosas del día a día. Algo con lo que Eva está de acuerdo: “A diferencia de en los países escandinavos, en España todavía son las mujeres las que cargan con el peso de los hijos y el hogar a sus espaldas”. A pesar del gran apoyo, y sin olvidar el gran papel de sus parejas, las cuatro consideran que su maternidad desde un punto de vista personal hubiera sido mucho más fácil y familiar en España. “El tema de logística habría sido mucho más sencillo ya que el apoyo de familia y amigos habría resuelto muchas situaciones de vacío, más que físico, psicológico”, remarca Eva.

A una mujer como yo, todavía sin hijos, escuchar todas estas experiencias me ha hecho pensar que estés donde estés geográfica o profesionalmente quizás hay que plantearse hasta qué punto merece la pena posponer la maternidad ya que hoy en día puede ser compatible con el crecimiento profesional, siempre que se tengan ganas de derribar todos los muros que surjan por el camino.

Cristina Vázquez Mateo es doctora en Biología Molecular, actualmente trabaja como científica desarrollando nuevos medicamentos en la industria farmacéutica en EE.UU. Es Presidenta de ECUSA (Españoles Científicos en USA).

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