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Xiaomi Mi Mix 2, asalto al poder

Sus puntos fuertes son un diseño atractivo y la configuración propia de un terminal de gama alta

El móvil Mi Mix 2, de la compañía china Xiaomi, destaca por su diseño y sus prestaciones de alta gama.Vídeo: Xiaomi

La llegada de Xiaomi a España a finales de 2017 supuso una pequeña revolución en el mercado de la telefonía móvil. Por fin era posible comprar sus económicos dispositivos con total garantía. De hecho, en solo unos días sus smartphones escalaron posiciones en los listados de “los más vendidos” y durante la Navidad fue difícil encontrar algunas referencias en las tiendas. Mi Mix 2, protagonista de este análisis, es su terminal más caro: por menos de 500 euros ofrece el diseño y el rendimiento de los modelos tope de gama, aunque su cámara y algunas de sus funciones no lo sean tanto.

Análisis y valoración

Nada más sacar el Xiaomi Mi Mix 2 de su caja, la impresión es muy positiva: se trata de un smartphone de tamaño contenido (cabe bien en la mano), bastante fino y con el acabado propio de un terminal de gama alta. Su exterior ha sido ideado conjuntamente con Philippe Starck, un diseñador industrial que ha colaborado con firmas como Netatmo, Parrot o Peugeot. En este producto combina materiales como aluminio, cristal y cerámica en una carcasa de bordes redondeados que integra todos los componentes a la perfección y cuyo único “pero” es que resulta algo resbaladiza.

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Sobresale la presencia de una gran pantalla de 5,99 pulgadas que se extiende prácticamente hasta los bordes, aprovechando algo más del 80% de la superficie frontal y sumándose así a una de las tendencias más destacadas en el mercado de la telefonía móvil. Con un panel IPS y resolución Full HD, la experiencia de visualización es buena, con gran nitidez y colores vivos, pero no demasiado saturados. Además, posee una adecuada sensibilidad táctil y responde bien al toque, incluso cuando se llevan puestos unos guantes compatibles con estas superficies.

Ficha técnica

Pantalla: IPS 5,99 pulgadas con formato 18:9, 2.160x1.080 píxeles de resolución (403 ppp)

Procesador: Qualcomm Snapdragon 835

Memoria RAM: 6 GB

Almacenamiento: Desde 64 GB

Cámara: Trasera de 12 megapíxeles con flash LED dual y sensor Sony IMX 386, píxeles de 1,25μm y OIS de cuatro ejes, vídeo 4K@30 fps. Frontal de 5 megapíxeles con vídeo Full HD

Batería: 3.400 mAh con Quick Charge 3.0

Sistema operativo: Android 7.1.1 Nougat con MIUI 9

Tamaño: 151,8 x 75,5 x 7,7 milímetros

Peso: 185 gramos

Conectividad: WiFi 802.11, Bluetooth 5.0, Infrarrojos LTE, GPS/GLONASS, tecnología 2x2 MIMO (soporta MU-MIMO), NFC

Otros: USB Tipo C, lector de huellas

Se complementa con dos altavoces: uno situado en la parte inferior, junto al puerto USB tipo C, y otro en el auricular que se emplea durante las llamadas. Ambos se combinan para ofrecer un sonido estéreo nítido, potente y claro. De ahí que sea ideal tanto para vídeos como para música o juegos. Por cierto, el terminal prescinde de conexión para auriculares, por lo que es necesario emplear un modelo inalámbrico, alguno con conexión USB tipo C (no abundan todavía en el mercado) o recurrir al adaptador que incluye la caja.

Ubicación inconveniente

Como consecuencia de este diseño sin marcos, Xiaomi ha optado por trasladar la cámara frontal y los sensores hasta la parte inferior de la pantalla. Es uno de los aspectos que menos nos convencen por las limitaciones prácticas que esto supone. Y es que se trata de una zona en la que resulta muy sencillo taparlos con la mano.

Un ejemplo: el sensor que regula la iluminación de la pantalla teniendo en cuenta la luz del entorno tiene un funcionamiento errático porque, en muchas ocasiones, lo estamos bloqueando sin querer. Y más importante todavía: cuesta hacerse un selfie sin que aparezca un dedo o la mano estropeando la escena. Xiaomi es consciente de este problema y, por eso, la primera vez que realizas una autofoto recomienda girar el terminal hasta que el objetivo se sitúe en la posición habitual. Es una solución simple que soluciona ese inconveniente, pero no es perfecta: los controles no quedan accesibles.

Más allá de ello, esta cámara dispone de cinco megapíxeles de resolución y las fotografías son bastante satisfactorias, permitiendo aplicar algunos filtros (para perfeccionar la piel y afinar el rostro) y crear selfies grupales, una función que captura varias imágenes para conseguir una única toma en la que todo el mundo salga más o menos bien.

Cámara modesta

La cámara principal, por otro lado, es el componente más flojo del conjunto. Más que por sus características técnicas —una resolución de 12 megapíxeles con apertura f2.0 y estabilizador de imagen de cuatro ejes son las principales—, la razón es que la calidad de las imágenes no puede igualarse a los mejores.

A la izquierda, una fotografía diurna tomada con la cámara trasera del Xiaomi Mi Mix 2 y, a la derecha, una nocturna con la misma cámara.
A la izquierda, una fotografía diurna tomada con la cámara trasera del Xiaomi Mi Mix 2 y, a la derecha, una nocturna con la misma cámara.Laura Pajuelo

De hecho, aunque con buena iluminación se comporta de forma positiva con colores naturales y un enfoque rápido, un análisis más exhaustivo y cercano a la foto rebela una clara falta de detalle. Además, llama la atención la ausencia de un doble sensor o de la posibilidad de realizar fotografías con efecto bokeh a través de software. Como viene siendo habitual, las sensaciones mejoran con el modo manual, en el que podemos configurar las variables básicas (balance de blancos, enfoque, tiempo de exposición e ISO), sin llegar a suponer un cambio radical.

La competencia

Moto Z2 Force. Su diseño modular permite acoplar accesorios con los que mejorar o añadir funciones: cámara 360º, altavoz, mando de juegos…

OnePlus 5. Con hasta 8 GB de memoria RAM, presume de doble cámara trasera: combina dos sensores de 20 y 16 megapíxeles con apertura f1.7 y enfoque ultra rápido.

LG G6. Un diseño muy cuidado, una cámara con resultados positivos y la calidad de visualización de su pantalla son los reclamos del terminal de la coreana.

Huawei Mate 10. Posee una pantalla sin marcos con formato 16:9, cuenta con una cámara que brilla en escenas nocturnas e integra inteligencia artificial, gracias a la que aprende del uso diario y adapta su rendimiento.

Samsung Galaxy S8. Su construcción impecable es uno de los principales reclamos del que fue el primer terminal de pantalla infinita de Samsung.

La misma sensación de falta de nitidez se percibe en la grabación de vídeos, que registra con calidad 4K a 30 fps, sobre todo cuando se aplica algo de zoom. Por el contrario, resultan interesantes el modo cámara lenta a 720p y 120 fps o la posibilidad de hacer time-lapse, así como un sistema de estabilización de imagen que se agradece al grabar en movimiento.

Rendimiento fluido

Durante los días que ha durado la prueba, nos hemos encontrado con que su autonomía se extiende más allá de un día con facilidad siempre y cuando mantengamos un uso no muy intensivo. Echamos en falta la capacidad para cargarse de forma inalámbrica, aunque sí admite la carga rápida: hemos pasado a tener un 13% de capacidad en 10 minutos, un 37% en 30 y 85% en una hora.

El rendimiento siempre es muy positivo. No podía ser de otra manera con su configuración, en la que destacan un procesador Snapdragon 835 y 6 GB de RAM. Gracias a ella, es posible manejar con soltura varias aplicaciones a la vez o disfrutar de juegos con requerimientos gráficos exigentes. En estos supuestos, eso sí, hemos notado cierto recalentamiento en el borde inferior, pero nada preocupante.

Con una capacidad interna de 64 GB (que no se puede ampliar debido a la ausencia de ranura para tarjetas), funciona con una versión antigua de Android (7.1) a la que se ha aplicado una capa de personalización que lo transforma por completo. Tanto, que su estética y la distribución de menús recuerda a iOS. MIUI 9.2, la versión instalada de este software, trae preinstalado un interesante conjunto de aplicaciones propias. Entre ellas destaca la app de Seguridad, que monitoriza el estado del dispositivo y ayuda a eliminar archivos del caché innecesarios, controlar el uso de datos de las aplicaciones, analizar en busca de virus y gestionar el ahorro de energía en caso necesario.

También merece una mención el Escáner, útil para digitalizar documentos directamente con el móvil: con sólo hacer una foto, ajusta la imagen e incluso extrae el texto para luego editarlo y compartirlo en cualquier app de edición de textos y mensajería.

A medio camino

En definitiva, Xiaomi Mi Mix 2 es uno de los smartphones más recomendables en su rango de precio. Es difícil catalogarlo en una gama concreta: tiene el diseño y la configuración propia de un gama alta, pero una cámara cuyo rendimiento es más propio de los terminales de gama media. Además, posee una versión anticuada de Android y carece de algunas características como resistencia al agua o carga inalámbrica, ya presentes por defecto en los mejores smartphones del mercado.

Conclusión final

Lo mejor: El diseño, la pantalla y el precio.

Lo peor: Una cámara fotográfica modesta y la falta de resistencia al agua.

Conclusión: Con una relación calidad-precio que pocos pueden igualar, destaca por su diseño, la calidad de su pantalla y su rendimiento.

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