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Más mujeres haciendo ruido

El premio de la asociación de Periodistas Asociados de Música sopla velas con conciencia feminista y el compromiso responsable de seguir visibilizando el talento femenino

Isabel Valdés

Cuatro de once. Esa es la proporción de mujeres en el Premio Ruido de este 2018: 45 cerebros y un Corazón, de María Arnal i Marcel Bagés, Firmamento, de Rocío Márquez, Los Ángeles, de Rosalía y Magnolia, de Rufus T. Firefly. Esos son los cuatro trabajos de mujeres, o con mujeres involucradas en su creación, de este tercer galardón de PAM (Periodistas Asociados de Música). ¿Suficientes? No.

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Después de que se publicase la lista de los finalistas para esta tercera edición, María Ballesteros (Madrid, 1988), presidenta de la asociación que entrega el galardón (Periodistas Asociados de Música, PAM), revisó algunas listas de los mejores discos nacionales y vio que las métricas siguen siendo bastante desiguales entre las bandas masculinas y las femeninas o las que cuentan con alguna mujer entre sus integrantes: “Sin señalar a nadie directamente diré que en lo que llamaremos publicación A, dentro de su lista de 40 discos, 10 eran de mujeres. En la publicación B, entre un total de 45 seleccionados, 17 los protagonizaban féminas. En la publicación C, solo un disco protagonizado por una mujer se hacía un tímido hueco en una lista de 15 trabajos”.

Es consciente de que la cuota debe ser mayor. Eso sí, con matices, porque la “obligatoriedad” de tener que meter discos de mujeres solo por ser de mujeres le produce sentimientos encontrados. “Por un lado, me gusta poder darle el lugar que se merecen los buenos discos que han pasado desapercibidos o no han sido valorados como se merecían. Pero, por otro lado, siento como si contribuyese a la creación de un impuesto revolucionario auto impuesto”. Esa idea la lleva de forma casi inmediata a hablar de ser “mala feminista”, de que quizás no posicionarse de forma inamovible a favor de las cuotas la coloque ahí. Y recuerda a Roxane Gay: “Con su ensayo, que lleva precisamente ese título, aprendí que la contradicción también forma parte del feminismo”.

María Ballesteros lleva desde los 18 años dedicada, de una u otra forma, al periodismo cultural y de moda, algo que tuvo claro desde los 13, cuando un 'Tentaciones' cayó en sus manos. Desde marzo del pasado año es presidenta de PAM, asociación de la que forma parte desde su fundación, a comienzos de 2015. “Que me hicieran la propuesta para el cargo me resultó halagador. Estar aquí es una oportunidad muy buena para seguir creciendo”.
María Ballesteros lleva desde los 18 años dedicada, de una u otra forma, al periodismo cultural y de moda, algo que tuvo claro desde los 13, cuando un 'Tentaciones' cayó en sus manos. Desde marzo del pasado año es presidenta de PAM, asociación de la que forma parte desde su fundación, a comienzos de 2015. “Que me hicieran la propuesta para el cargo me resultó halagador. Estar aquí es una oportunidad muy buena para seguir creciendo”.Frankie Pizá

El mundo de la música, como tantos otros, es un lugar rebosante de hombres: discográficas, producción, cantantes, músicos, técnicos… Y cada vez con más fuerza, las mujeres reivindican su posición en distintos ámbitos dentro del sector. El pasado año, de los 20 festivales más grandes de España, entre los que se encuentran el Arenal Sound, el Sónar, el Primavera Sound, el Mad Cool o el Festival de Benicàssim (FIB), solo el 15% de los solistas y bandas incluyeron a mujeres. Las cifras son parecidas a distintos niveles; Ticketea, por ejemplo, cifraba en el 23% el número de conciertos dados por mujeres, entre los 250 más vendidos.

En ese universo masculino, Ballesteros no ha experimentado el machismo, al menos no por ahora. “Con veintipocos entrevisté al pianista Michel Camilo y él me dijo que trabajar con grandes profesionales siempre era fácil; sin embargo, los mediocres eran los que más problemas daban. Creo que las actitudes paternalistas y machistas, tanto si vienen de hombres heterosexuales como homosexuales e incluso de cierto sector femenino, solo se dan entre mediocres: una categoría de miseria humana que es una auténtica plaga”, apunta.

Por suerte, cada vez menos extendida. “Aunque estando como está el panorama, y cuando la cosa se pone especialmente fea, reviso el trabajo de Eugenia de la Torriente, Elsa Fernández-Santos o Anatxu Zabalbeascoa, mis tres referentes nacionales de cabecera en el periodismo cultural”, cuenta Ballesteros, también directora de comunicación del festival Mad Cool. Si piensa en soluciones, alude a un par de cuestiones, para ella, básicas: un mensaje atractivo, conciso y directo y dejar el agobio con los números. “Yo también busco una sociedad paritaria en los puestos de responsabilidad de este país, pero tener que estar pensando en números constantemente es desesperante a pesar de ser necesario. Lo que quiero es que cada vez haya más visibilidad para mujeres que hacen bien su trabajo porque creo que el buen gusto no es una cuestión de género, sino de sentido común”.

Con ese sentido común subirá al escenario de la Sala El Sol para presentar la gala del Premio Ruido, este 17 de enero. Con conciencia feminista, siempre, y el compromiso responsable de seguir visibilizando el talento femenino. “Estamos en un tiempo de revancha, de ajuste de cuentas. Por eso hay que seguir trabajando. No queda otra”.

La tercera edición del Premio Ruido se celebra el 17 de enero en la Sala El Sol a partir de las 20.30, con las actuaciones de Biznaga, Calavento, María Arnal i Marcél Bagés, Rosalía y Raül Refree y Rufus T. Firefly.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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